Unas 30.000 personas, que padecían una enfermedad o
infección, murieron en Europa el año pasado como consecuencia de tener
en su organismo cepas resistentes a los antibióticos capaces de anular
los efectos del medicamento.
El ser humano es cada vez más resistente al efecto de los
antibióticos y esto es debido, en parte, a la ingesta de residuos de
medicamentos a través de la dieta, especialmente de productos derivados
de los animales, como la carne o los huevos.
Así lo ha afirmado Cristina Muñoz, veterinaria de la Agencia
Nacional del Medicamento, con motivo de la jornada científica "Los
antibióticos en la dieta y resistencia a los mismos" que se ha celebrado
en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.
Muñoz ha explicado que actualmente se hace un "mal uso" de los
medicamentos en los animales de granja consistente en suministrarles un
"antimicrobiano cualquiera" ante la aparición de síntomas de enfermedad,
en lugar de identificar la causa y darle el antibiótico concreto que
sea capaz de matar a esa bacteria.
"Lo que consigues así es que esa bacteria desarrolle resistencias y
que queden residuos de medicamentos en los alimentos. El día que tengas
una gripe y te la tengan que tratar no vas a saber por qué el
antibiótico no te va a hacer efecto y a lo mejor es porque has tomado
carne u otro alimento", ha comentado.
De hecho, ha señalado, unas 30.000 personas murieron el año pasado en
Europa por tener cepas resistentes a los antibióticos que impidieron
que el medicamento, suministrado para tratar una enfermedad o infección,
hiciera efecto.
Además, ha precisado que estos casos de resistencia supusieron un
gasto adicional en sanidad de nueve billones de euros en los países de
la Unión Europea según un estudio que se presentó en Holanda.
Por ello, la Comisión Europea ha exigido a los estados miembros que
programen y lleven a cabo una serie de actuaciones para reducir esta
resistencia a los antimicrobianos en los próximos años.
En España, según ha indicado Muñoz, se está desarrollando un plan
estratégico nacional para reducir la aparición de resistencias
antimicrobianas que abarca desde el ámbito de la veterinaria hasta la
atención médica a humanos, en la que también se ha detectado un mal uso
de los antibióticos.
"Se está trabajando para que en 2014 se pongan en marcha unas medidas
que afectan a todos, desde la granja al supermercado y desde casa al
hospital, porque el objetivo fundamental es trabajar en conjunto
veterinaria y medicina humana", ha manifestado.
Con esto, ha añadido, tampoco se quiere crear "alarma" entre los
ciudadanos, ya que en España hay una regulación que controla el estado
de cada uno de los alimentos para garantizar su consumo.
Sin embargo, las bacterias "son muy listas" y, una vez que se ha
controlado una puede aparecer otra diferente, lo que obliga a médicos y
veterinarios a trabajar de forma conjunta para "combatirlo" con las
"mismas medidas" y a buscar "alternativas" a los antibióticos. "Hay que
dejarlos para cuando solo sea imprescindible utilizarlos", ha concluido.
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