domingo, 14 de agosto de 2011

Realizar 15 minutos de ejercicio al día aumenta tres años la esperanza de vida

Las personas que hacen ejercicio durante 15 minutos al día o 92 minutos a la semana, amplían su esperanza de vida tres años en comparación con las personas que son inactivas, según un estudio publicado en 'The Lancet'.

   "El ejercicio a niveles muy bajos reduce las muertes por cualquier causa en un 14 por ciento", afirma uno de los autores principales del estudio, el profesor y catedrático de la Universidad de Texas (Estados Unidos), Xifeng Wu, para quien "los beneficios del ejercicio parecen ser significativos, sin llegar a la cantidad recomendada de 150 minutos por semana, basada en resultados de investigaciones previas."
   El equipo de otro de los autores principales, el profesor de Medicina de los Institutos Nacionales de Investigación en Salud de Taiwán, Chi-Pang Wen, encontró que el riesgo de muerte por cualquier causa descendió en un 4 por ciento por cada 15 minutos más de ejercicio, llegando hasta los 100 minutos de ejercicio al día durante el estudio. Así, los ejercicios durante 30 minutos diarios añaden unos cuatro años en la esperanza de vida.
   "Estos beneficios son aplicables a todos los grupos de edad, de ambos sexos y a personas con riesgos de enfermedades cardiovasculares", señalan los autores.
   Según la investigación, si las personas inactivas en Taiwán hicieran un poco ejercicio diario, una de cada seis muertes podría ser pospuesta por su menor riesgo de morir. "Sería una reducción estimada de mortalidad similar a la de un programa de control del tabaco con éxito", aseguran los autores.
   En el estudio, que siguió a 416.175 taiwaneses entre 1996 y 2008 durante un promedio de ocho años, los participantes completaron un cuestionario sobre su historial médico y con información sobre su estilo de vida, así como la actividad física que realizaban por semana durante el mes anterior, recogida por intensidad (baja, moderada o alta) y tiempo.
   Asimismo, para tener en cuenta los efectos laborales, los participantes también caracterizaron la actividad física realizada en el entorno de trabajo, que va desde la actividad sedentaria al trabajo físico duro.
   Los que realizaban menos de una hora a la semana de actividad física fueron clasificados como inactivos, el 54 por ciento de todos los participantes. Otros fueron clasificados en un nivel bajo, medio, alto o muy alto sobre la base de la duración y la intensidad de su ejercicio. Así, los investigadores calcularon el riesgo de mortalidad y la esperanza de vida para cada grupo.
   Los que participan con bajo volumen de ejercicio tenían menores tasas de mortalidad que las personas inactivas, independientemente de la edad, el riesgo de enfermedad de género, el estado de salud, el consumo de tabaco, consumo de alcohol o enfermedad cardiovascular.
   Los investigadores señalan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Estados Unidos para el Control y Prevención de Enfermedades recomiendan por lo menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana. Un tercio de los adultos estadounidenses cumplen con esa pauta, y sobre el 20 por ciento de los adultos en China, Japón o Taiwán.
   "Se debe promover una recomendación de 15 minutos de ejercicio diario entre las poblaciones de Asia oriental", señalan los autores.
   Los resultados del estudio sobre la reducción de la mortalidad a través del ejercicio diario de intensidad moderada, "quizá puedan extrapolarse a otras poblaciones", asegura Wu, quien concluye que "estos hallazgos pueden estimular a la gente a hacer ejercicio tanto como puedan y que no se sientan frustrados porque no puedan llegar a los 30 minutos diarios".

El riesgo de sufrir autismo es mayor de lo que se creía en familias ya afectadas

El riesgo de que un niño sufra autismo es más grande de lo que se pensaba hasta ahora cuando uno o más de sus hermanos mayores ya padece este complejo síndrome, de acuerdo con una nueva estimación publicada este lunes en Estados Unidos.
 
Esta probabilidad, considerada antes de esta investigación de entre un 3 y un 10%, es en realidad del 18,7%, refleja este vasto estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de California en Davis y con la participación del Instituto M.I.N.D.
Para los varones, el peligro es todavía mayor, de más del 26%, y supera el 32% cuando dos más de sus hermanos mayores son autistas.
Cerca del 80% de los niños autistas son varones, algo que confirma este último estudio llevado a cabo en 664 niños.
Los investigadores hicieron un seguimiento de los niños de la muestra desde una edad de ocho meses de media hasta los tres años, cuando fueron examinados para ver si sufrían autismo.
En las familias en las que ya había un hijo con autismo, el índice de hermanos y hermanas menores que terminaron padeciendo también ese síndrome es del 20,1%. Esta tasa sube al 32,2% en caso de más de un hermano autista.
Solamente 37 de los participantes en el estudio estaban en esta circunstancia.
"Este es el estudio más extenso sobre los hermanos y hermanas menores de los niños autistas que se ha efectuado nunca", afirmó la doctora Sally Ozonoff, profesora de Psiquiatría y de Ciencias del Comportamiento en el Instituto M.I.N.D. y autora principal del trabajo. "Ninguna otra investigación había puesto en evidencia hasta ahora un riesgo tan elevado de padecer autismo para estos niños", añadió en un comunicado.
Este documento fue publicado en el sitio de internet del periódico Pediatrics y aparecerá en la edición impresa de septiembre.
Los investigadores subrayaron también unos indicios claros del papel jugado por los factores genéticos en el desarrollo del autismo, un problema complejo que afecta a la capacidad del niño de pensar, comunicarse, interactuar socialmente y aprender.
En Estados Unidos, se estima que el autismo afecta a uno de cada 10 niños nacidos en la actualidad.