lunes, 25 de abril de 2011

Una dieta rica en grasas puede ayudar a combatir la insuficiencia renal en pacientes diabéticos


Investigadores del Mount Sinai School of Medicine, en Nueva York (Estados Unidos), aseguran que una dieta controlada con alto contenido en grasas y baja en carbohidratos puede servir para reparar el daño renal de las personas con diabetes, según los resultados de un estudio en ratones que publica la revista 'PLoS One'. 

Se estima que hasta un tercio de los afectados por diabetes tipo 1 o 2 desarrollan insuficiencia renal a lo largo de su vida, provocado por el daño que causa a los conductos de los riñones el exceso de azúcar en la sangre.
Ante estos datos, y con el objetivo de intentar luchar contra esta complicación, el equipo dirigido por el profesor Charles Mobb analizó a un grupo de ratones con diabetes que, una vez desarrollaron un fallo renal, siguieron durante ocho semanas una dieta cetogénica, de la que el 87 por ciento de su contenido es grasa.
Este tipo de dieta requiere un control y seguimiento muy exhaustivo ya que imita el efecto de la inanición.
Sin embargo, al cabo de las ocho semanas, Mobb y su equipo constataron como el daño renal se invirtió. "Nuestro estudio es el primero en mostrar que una intervención dietética es suficiente para revertir esta grave complicación de la diabetes", asegura.
No obstante, insiste en declaraciones a la BBC, "aunque el hallazgo promete, no se puede recomendar hasta que no se hagan ensayos clínicos en humanos", ya que es preciso analizar el proceso exacto que conduce a la reparación.
En este sentido, el director de investigación de Diabetes UK, Iain Frame, también ha pedido paciencia hasta analizar el efecto de esta dieta en humanos dado que "es demasiado fácil decir que la insuficiencia renal se puede prevenir sólo con una dieta".

La actividad física es clave para rehabilitación las enfermedades reumáticas

La actividad física es clave para la rehabilitación de las enfermedades reumáticas, según la Sociedad Española de Reumatología (SER), que recomienda un tipo de ejercicio que satisfaga y que se adapte a la situación personal de cada uno. 
 
Asimismo, recomienda que, en el caso de realizar ejercicios específicos para la espalda o cuello, se deben hacer de forma gradual y, si se puede, al principio con supervisión. Los ejercicios no deberían producir dolor si están bien hechos.
"Si esto ocurriera, y no se tiene seguridad de estar haciéndolos bien, deben reducirse a la mitad o incluso dejar de hacerlos", explican.
Con la mirada en la prevención recuerdan que es importante aprender a coger peso de forma adecuada, caminar y sentarse correctamente ya que ayudan a evitar el dolor de espalda y cervical. Sobre todo, mantener una musculatura fuerte en la espalda es el mejor consejo para conseguir que, si llega, el dolor pase rápido.
Por otra parte, "las labores domésticas pueden ser una de las causas del dolor lumbar", explica el doctor Jesús Tornero, portavoz de la SER. Por eso, recomienda arrodillarse o, al menos, doblar las rodillas para ajustar la ropa de cama, subirse a una altura para limpiar los objetos que estén por encima del hombro, repartir la carga entre ambos brazos tras volver de la compra y descansar una pierna en una pequeña tarima al planchar.
Los dolores lumbares (16,3%) y cervicales (14,2%) son las patologías que más se diagnostican en España en mayores de 16 años, únicamente por detrás de la hipertensión arterial, que encabeza este ranking, según los resultados de la última Encuesta Europea de Salud en España, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de 2009.
Desde la SER recuerda que de no tratar esta dolencia a tiempo o de la forma correcta, este dolor puntual puede llegar a cronificarse. "La lumbalgia aguda dura menos de 6 semanas, mientras que se habla de lumbalgia crónica cuando el dolor permanece más de este periodo", señala Tornero.
Las personas que hayan sufrido algún tipo de dolor lumbar mejoran haciendo reposo durante tres días; pasado este tiempo es conveniente comenzar a realizar una actividad física suave y progresiva. En estas fases se debe aplicar calor local varias veces al día, masajear la zona posterior si se notan contracturas de los músculos y tomar analgésicos simples como paracetamol, metamizol o antiinflamatorios no esteroideos (AINE), añade el experto.

Un nuevo biomaterial muestra eficacia para tratar la periimplantitis tras implantes dentales

Un nuevo biomaterial muestra eficacia para tratar la periimplantitis, un problema frecuente entre los pacientes que se someten a implantes dentales. Así lo han puesto de manifiesto diferentes estudios presentados con motivo del Simposio Internacional de Osteología, celebrado recientemente en Cannes (Francia). 
 
La periimplantitis provoca la pérdida de hueso y reduce su vida útil. En determinadas situaciones clínicas, para prevenir la periimplantitis los odontólogos proceden a realizar una intervención que consiste en el aumento de la encía queratinizada.
"La técnica habitual consiste en coger una parte de encía del paladar y adaptarla a la zona del implante; así, se obtiene el aumento de encía queratinizada. Sin embargo, este tipo de autoinjerto provoca sensación de dolor en el paciente, puede originar hemorragias tardías y necesita de dos áreas de intervención quirúrgica", explica el investigador de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Periodoncia e Implantes, Fabio Vignoletti.
Mediante estos estudios, los investigadores observaron que el uso de la matriz colágena permite una cicatrización más temprana, el paciente experimenta menos sensación de dolor, se reduce la posibilidad de producirse hemorragias y la necesidad de tomar analgésicos o antiinflamatorios.
Así, al analizar los tiempos de cicatrización descubrieron que con el empleo del nuevo biomaterial cualquier sensación de dolor desaparecía una semana o diez días antes que en el injerto de tejido conectivo y, por tanto, la recuperación del paciente era mucho más rápida.
"El empleo de la matriz colágena nos servirá para mejorar en diferentes situaciones clínicas la calidad de los tejidos alrededor de los implantes de nuestros pacientes, es una forma de prevenir el desarrollo de la periimplantitis y garantizarles más salud a largo plazo", asegura Vignoletti.

Los traumas infantiles y el estrés posterior aceleran el envejecimiento

Investigadores de la Universidad de California y el San Francisco Medical Center, en Estados Unidos, aseguran que las personas con trastorno de estrés postraumático tienen un envejecimiento más acelerado cuando, además, han padecido algún trauma durante su niñez. 

Así lo aseguran en un artículo publicado en la revista 'Biological Psychiatry' tras comprobar que los telómeros de estos pacientes con un trauma infantil son "significativamente más cortos" que los de aquellos pacientes con estrés postraumático no relacionados con ningún hecho de su infancia.
Los telómeros son complejos de proteínas de ADN que cubren los extremos de los cromosomas y los protegen de los daños y mutaciones. Además, estudios previos han mostrado que un menor tamaño de estas moléculas se pueden asociar con un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes o neurodegenerativas, así como a la muerte prematura.
Para el estudio, los autores recopilaron muestras de ADN de 43 adultos con trastorno de estrés postraumático y 47 participantes sanos. En un primer análisis, comprobaron que los afectados por este trastorno tenían en general telómeros más cortos que el resto.
"Esto fue sorprendente porque, además, los sujetos eran relativamente jóvenes, con una edad media de 30 años y buena salud física", ha explicado una de las autoras principales de la investigación, Aoife O'Donovan.
Los autores analizaron posteriormente la presencia de traumas infantiles severos, como negligencias, violencia familiar, maltrato físico y abuso sexual.
Tras esto, observaron que entre los sujetos con trastorno de estrés postraumático, cuanto mayor era el trauma de la infancia, mayor era el riesgo de tener telómeros más cortos.
En cambio, los sujetos con estrés postraumático pero sin traumas infantiles tenían los telómeros similares que los de los sujetos sanos.
Estos resultados son interesantes por varias razones, según ha destacado el doctor Neylan Thomas, otro de los investigadores del estudio, ya que servirá para dilucidar porque las personas con estrés postraumático tienen más problemas con el envejecimiento", según ha explicado.
Además, según añade, podría estar mostrando el efecto acumulativo del trastorno de estrés postraumático en la longitud de los telómeros".
Para seguir investigando esta relación, ambos expertos planean llevar a cabo un estudio que analice la longitud del telómero en pacientes con y sin traumas infantiles y con y sin trastorno de estrés postraumático de adultos.

Unos científicos probarán en pacientes un nuevo antiviral de hepatitis C

Unos científicos franceses han puesto en marcha un ensayo clínico en pacientes infectados por el virus de la hepatitis C para probar un nuevo inhibidor que ha sido utilizado en animales, según un estudio publicado en la revista Nature Médecine

El descubrimiento del papel clave que juegan dos encimas que permiten el contagio de la hepatitis C podría permitir encontrar nuevos antivirales.
La investigación es una colaboración internacional dirigida por Thomas Baumer (del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de la Universidad de Estrasburgo) que identificó los dos nuevos factores que juegan un papel clave para permitir al virus de la hepatitis C (VHC) entrar en las células del hígado.
Pese a los avances, los medicamentos que existen actualmente no son eficaces en todos los pacientes, puesto que muchos de ellos desarrollan anticuerpos que anulan los antivirales. A día de hoy, no existe ninguna vacuna.
Los investigadores de Estrasburgo, en colaboración con equipos británicos, alemanes y estadounidenses (de la Universidad de Harvard, en Boston) han realizado un cribado de células del hígado, los hepatocitos, que producen encimas llamadas quinasas, con el fin de conocer mejor el papel que tienen en la infección del VHC.
Sobre 58 quinasas identificadas, los investigadores han determinado el papel clave de dos de ellas, la EGFR y la EphA2. Estas dos encimas facilitan la combinación de receptores de virus en la superficie de las células del hígado. De esta forma, intervienen en la primera etapa clave de la infección, la entrada del virus en las células.
Bloqueando una de las encimas, la EGFR, con un producto utilizado para tratar el cáncer de pulmón, el Erlotinib, así como otros anticuerpos específicos, los investigadores han conseguido limitar la entrada del virus en los hepatocitos in vitro. De hecho, el Erlotinib retrasa y reduce la infección del VHC en animales, después de haber sido probado en ratas. Actualmente, los investigadores prevén llevar a cabo un ensayo clínico para evaluar la eficacia del Erlotinib en pacientes infectados por el VHC.
La infección del virus de la hepatitis C es una de las mayores causas de la hepatitis crónica en el mundo, que sufren más de 170 millones de personas. La enfermedad, que muchas veces se detecta varios años después del contagio, evoluciona silenciosamente y puede desencadenar una cirrosis o un cáncer de hígado.
La investigación ha sido financiada por la Agencia Nacional de Investigaciones sobre el Sida y las Hepatitis Virales (ANRS) francesa y la Unión Europea.

Un estudio sobre la tuberculosis apunta nuevos hallazgos

Científicos identificaron una enzima clave responsable de destruir el tejido pulmonar en la tuberculosis (TB) y señalan que los hallazgos podrían generar rápidamente nuevos tratamientos para la enfermedad altamente infecciosa. 
 
En un estudio publicado el lunes en la revista Clinical Investigation, expertos señalaron que un medicamento que ya demostró ser seguro en humanos y que fue parcialmente desarrollado por Roche y es conocido como RO323555, es efectivo a la hora de suprimir la actividad de la enzima generada por la infección de la TB en las células humanas.
Los resultados sugieren que ése y otros medicamentos similares llamados inhibidores MMP podrían prevenir el daño pulmonar en los pacientes con TB y ayudar a limitar la expansión de la enfermedad, indicaron los investigadores.
La TB es una pandemia mundial que causa la muerte de alrededor de 1,7 millones de personas cada año y que es provocada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La infección destruye el tejido pulmonar de los pacientes y se transmite a través de la tos.
Los expertos señalan que la cantidad mundial de nuevos casos -más de 9 millones al año- es la mayor de la historia.
Los pacientes con TB deben realizar tratamiento antibiótico durante meses, aunque las cepas resistentes a los fármacos se están volviendo cada vez más comunes y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que esas infecciones podrían afectar a más de 2 millones de personas en el 2015.
"El tratamiento estándar de la TB ha permanecido sin cambios durante 35 años y ninguna terapia actual previene la destrucción pulmonar que causa la TB", dijo Paul Elkington, del Departamento de Enfermedades Infecciosas e Inmunidad del Imperial College de Londres (ICL), quien dirigió el estudio.
"Estos hallazgos sugieren que fármacos actualmente disponibles podrían reducir las muertes por TB", añadió.
En su estudio, los investigadores hallaron que los pacientes con TB aumentaban los niveles de una enzima llamada MMP-1 en sus pulmones. Cuando infectaron células inmunes humanas con TB en el laboratorio, descubrieron que las células incrementaban ampliamente la producción de esa enzima.
"Hasta ahora, no hemos tenido una explicación convincente sobre cómo la TB produce la destrucción pulmonar", dijo Jon Friedland, del ICL, que también trabajó en la investigación.
"Nuestra hipótesis es que las enzimas proteasas deben estar involucradas, dado que nada más podría colapsar las fuertes fibras de colágeno que conforman el pulmón. Los resultados de este estudio brindan fuerte evidencia para respaldar esta idea", indicó el experto.
Muchos medicamentos inhibidores MMP fueron desarrollados en la década de 1990 dado que se mostraban alentadores para tratar el cáncer, pero su desarrollo se detuvo luego de que algunos ensayos sugirieran que su acción contra el cáncer no sería tan buena como se esperaba originalmente.
Elkington expresó que su equipo ahora espera colaborar con compañías farmacológicas para ver si los inhibidores MMP pueden prevenir la destrucción pulmonar en los pacientes con TB.
En una entrevista telefónica con Reuters, el autor indicó que había contactado al laboratorio suizo Roche sobre una posible colaboración y que estaba esperando su respuesta.
Elkington dijo que "con viento a favor", los ensayos clínicos de RO323555 en pacientes con TB podían comenzar en alrededor de un año.

La OMS advierte de que casi la mitad de la población mundial está expuesta a la malaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado este lunes de que cerca de 3.500 millones de personas, aproximadamente el 50 por ciento de la población mundial, están expuestas al paludismo o malaria, una enfermedad que cada año provoca unas 800.000 muertes.

   Así lo asegura este organismo de Naciones Unidas con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que se celebra desde 2007 cada 25 de abril.
    La malaria está causada por un parásito denominado 'Plasmodium', que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados y, una vez en el organismo humano, se multiplica en el hígado y después infecta los glóbulos rojos.
   Según los datos de que dispone la OMS, relativos a 2009, del grupo de personas expuestas a padecer malaria la mayoría, en torno a 2.500 millones, están en riesgo de padecer la enfermedad, especialmente aquellas que viven en los países más pobres.
   Por ello, y pese a que la OMS reconoce los esfuerzos que se están desplegando en todo el mundo para controlar eficazmente la enfermedad, anima a que progresivamente se vayan adhiriendo nuevos donantes a la Alianza Mundial contra la Malaria.
   Entre los síntomas más frecuentes de la enfermedad están la fiebre, las cefaleas y los vómitos, que generalmente aparecen entre 10 y 15 días después de la picadura del mosquito. Si no se trata, el paludismo puede poner en peligro la vida del paciente en poco tiempo, pues altera el aporte de sangre a órganos vitales.
   El problema, según recuerda la OMS, es que en muchas zonas del mundo los parásitos se han vuelto resistentes a algunos de los tratamientos antimalaria existentes.
   Por ello, entre las intervenciones fundamentales para controlar la malaria también proponen difundir un tratamiento rápido y eficaz con combinaciones de medicamentos basadas en la artemisinina, el uso de mosquiteras impregnadas con insecticida por parte de las personas en riesgo y la fumigación de los espacios cerrados con insecticidas de acción residual, a fin de controlar los mosquitos vectores.
   Asimismo, anima a los países de las regiones afectadas a aprovechar las experiencias de los demás y prestarse apoyo mutuo, al tiempo que reclama que los grupos de investigación que trabajan en nuevos tratamientos expongan sus adelantos científicos a los expertos y al público en general.

Prueban con éxito una nueva tecnología para controlar al mosquito portador de la malaria

Científicos del Imperial College de Londres y de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, han demostrado que se pueden introducir cambios genéticos en una gran población de mosquitos de laboratorio durante varias generaciones a través de un pequeño número de mosquitos modificados. Este avance, publicado este miércoles en 'Nature', podría ayudar a introducir un cambio genético en la población de mosquitos y prevenir la transmisión del parásito de la malaria a los humanos.

   La malaria es una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas cada año y mata a cerca de 800.000 anualmente. En África, un niño muere de malaria cada 45 segundos. Los expertos en Salud Pública han pedido la erradicación de la malaria, pero será necesario antes contar con herramientas mejores y de menor coste. Científicos de todo el mundo buscan nuevas estrategias contra la enfermedad.
   Estos investigadores alimentaron a los mosquitos con un gen verde fluorescente, que sirve como marcador que puede observarse fácilmente en experimentos. Después dejaron que estos insectos se mezclaran y aparearan con un pequeño número de mosquitos portadores de un segmento de ADN codificado por una enzima capaz de desactivar de forma permanente el gen fluorescente. Tras cada generación, los científicos contaron cuántos mosquitos todavía tenían el gen fluorescente activo.
   Descubrieron que, en experimentos que comenzaron con cerca del 99 por ciento de mosquitos con el gen verde fluorescente, más de la mitad habían perdido su genes verdes marcadores en sólo 12 generaciones. Este estudio es el primer experimento de prueba de principio de este tipo que ha tenido éxito y sugiere que esta técnica podría ser utilizada, de forma similar, para propagar un cambio genético en una población salvaje de mosquitos.
   Para el profesor Andrea Crisanti, del Departamento de Ciencias de la Vida del  Imperial College de Londres, autor 'senior' de este estudio y líder de este grupo de investigación, "esta es un avance tecnológico emocionante, que espero que prepare el camino hacia encontrar soluciones a muchos problemas globales de salud". "Demuestra un significativo potencial para controlar a los mosquitos portadores de la enfermedad. Esperamos realizar más experimentos para determinar su seguridad y rentabilidad", asevera.
   Científicos del Imperial College fueron los primeros en modificar genéticamente especies de mosquitos, a principios de 2000. Después, diversas investigaciones han mostrado que esas modificaciones pueden utilizarse para generar mosquitos menos capaces de trasmitir el parásito de la malaria.
   Sin embargo, incluso si esos mosquitos fueran liberados en un gran número, la modificación podría desaparecer rápidamente, ya que la modificación no da ventajas al insecto sobre los mosquitos sin modificación. Así, esta investigación se centra en lo que ha sido un importante obstáculo para el éxito de esta prometedora estrategia para controlar la malaria.
   Estos investigadores trabajan ahora para pasar del marcador sintético fluorescente usado en este estudio a los genes que requiere el mosquito para reproducirse o para transmitir la enfermedad.
  Con esta tecnología, la liberación de un pequeño número de mosquitos modificados podría generar una dramática reducción  del número de mosquitos portadores de la malaria en amplias áreas de países donde esta enfermedad mortal es epidémica en la actualidad. Esto podría facilitar herramientas de salud pública seguras, de menor coste y más efectivas para la erradicación de la malaria. Los científicos esperan que esta investigación adicional dure entre 5 y 6 años.

Controlar los factores de riesgo cardiovascular salvaría 135.000 vidas al año en Europa

Si los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo o la diabetes, se controlaran mejor en Europa, se podrían prevenir hasta 135.000 muertes al año por esta enfermedad (infarto e ictus), es decir, una muerte evitable cada cuatro minutos. 

   Esta es una de las conclusiones del estudio 'EURIKA', elaborado con la colaboración de AstraZeneca y presentado durante el Congreso Médico EuroPrevent celebrado recientemente en Ginebra, sobre 'Prevención y manejo del riesgo cardiovascular en la práctica diaria', realizado en doce países europeos sobre más de 7.600 pacientes que tenían al menos un factor de riesgo de ECV.
   "Del estudio EURIKA se concluye que la hipertensión fue responsable del 32,7 por ciento del riesgo de muerte cardiovascular, la dislipemia del 15,1, el tabaco del 10,4 y la diabetes del 16,4, en clara relación con la prevalencia de estos factores", ha explicado el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Unidad de Epidemiología de la Universidad Autónoma de Madrid, el doctor José Ramón Banegas.
   En este sentido, se ha observado que "España presenta una mayor prevalencia de dislipemia, diabetes y sedentarismo y un menor control de dislipemia y diabetes que la media de los otros países europeos estudiados", ha añadido.
   Por su parte, el experto del departamento de Epidemiología Cardiovascular y Genética del Centro Nacional para la Investigación Cardiovascular (CNIC), el doctor Eliseo Guallar, ha asegurado que el  conocimiento del vínculo entre los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular y la probabilidad de morir son "limitados".
"Con datos del estudio EURIKA se han cuantificado cuántas vidas se podrían salvar cada año proporcionando mejores cuidados preventivos en Europa", ha apuntado.
   "La presión arterial elevada, el colesterol elevado, el tabaquismo y la diabetes pueden manejarse eficazmente a través de cambios en el estilo de vida, tratamientos adecuados o una combinación de los dos. De acuerdo con estos datos, instamos a los médicos y a los pacientes a colaborar para controlar estos factores de riesgo y reducir el riesgo a largo plazo de muerte por enfermedad cardiovascular", ha señalado el profesor Julian Halcox, de la Universidad de Cardiff, Reino Unido.

Un baño caliente en invierno puede producir un paro cardiaco

Un largo baño en agua caliente para entrar en calor durante el invierno podría tener peligros inesperados, según muestra un estudio japonés. 

Tomar un baño caliente en un día frío puede causar problemas en el corazón, tal como afirma el equipo dirigido por Chika Nishiyama, de la Escuela de Enfermería y Medicina de la Prefectura de Kioto, que señaló que la tasa de paros cardiacos se elevaba diez veces desde el verano al invierno.
El hallazgo tiene un especial significado en Japón, donde los baños forman parte de la vida diaria y donde son usados como modo de entretenimiento, con un elevado número de personas que acuden a relajarse y remojarse a aguas termales.
"En Japón, mucha gente toma largos baños calientes, algo tradicional en los hogares japoneses en los que no es usual disponer de calefacción central", escribe Nishiyama y su equipo en "Resuscitation".
El equipo ha basado su estudio en datos de cerca de 11.000 paros cardiacos en Osaka, en el oeste del país, entre 2005 y 2007.
Antes de la parada cardiaca, el 22 por ciento había estado durmiendo, un 9 por tomaba un baño, el 3 por ciento había estado trabajando, y un 0,5 por ciento hacía ejercicio. El resto no estaba haciendo nada específico o eran actividades desconocidas.
Cuando se echa un vistazo al índice de paros cardiacos, a la cabeza de la lista se sitúan los 54 paros por cada 10 millones de personas producidos durante el baño, seguidos de 10 paros por cada 10 millones de personas que practicaban ejercicio.
Para los bañistas, el riesgo estaba vinculado con la temperatura exterior, con más paros cardiacos en los días fríos.
Si bien aún no está claro cómo explicar esta relación, darse un baño caliente durante un día frío causa una bajada rápida de la presión sanguínea, lo cual crea un estrés en el corazón.
"Métodos preventivos tales como calentar el cuarto de baño y el pasillo o evitar tomar largos baños calientes podrían ser importantes para la gente con alto riesgo ", escribe Nishiyama y su equipo.