La Unidad de Daño Cerebral del Hospital de Crónicos de Mislata, Valencia, España ha alertado hoy de la mayor incidencia que el ictus está teniendo sobre la población y ha señalado que en la próxima década se incrementarán en un 27 por ciento el número de casos.
La prevalencia de la diabetes y la hipertensión arterial, junto a un ritmo de vida cada vez más estresante, son los culpables de que durante los últimos años se haya experimentado un considerable aumento de los casos del Ictus o ataque cerebral, que provoca la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro y, como consecuencia, la pérdida de parte de las funciones del sistema nervioso.
En la Región Valenciana, un 48 por ciento de la población es susceptible de sufrirlo y representa una de las primeras causas de muerte en mujeres.
"Nos encontramos ante una auténtica epidemia silenciosa que está aumentando al mismo ritmo que crece el estrés y los hábitos sociales poco saludables", ha destacado la directora del Hospital de Crónicos de Mislata, Rosa Mª Franco, donde este año se ha puesto en marcha la Unidad de Daño Cerebral Adquirido para atender a este tipo de pacientes.
El equipo asistencial de esta unidad hospitalaria ha desarrollado una campaña informativa y de concienciación frente a la enfermedad, aprovechando la celebración de la Jornada Mundial del Ictus y recomienda, entre otras cosas, control y vigilancia regular de la presión arterial, la eliminación del tabaco, el consumo moderado de alcohol y la promoción de ejercicio moderado dentro de una dieta saludable y equilibrada.
Ha advertido las "graves secuelas" que esta patología produce en los afectados ya que un tercio de los pacientes afectados sufrirá consecuencias de carácter severo que les ocasionará perdida de las capacidades funcionales", explica Rosa Mª Franco.
El centro hospitalario realiza una intervención multidisciplinar sobre los pacientes y en el proceso de tratamiento y recuperación de cada uno intervienen médicos, fisioterapeutas, logopedas, neuropsicólogos, enfermeros y trabajadores sociales.
La Unidad de Daño Cerebral Adquirido del Hospital de Crónicos de Mislata cerrará el año con más de 2.500 estancias hospitalarias, de las que, un 90% corresponderá a pacientes que sufrieron un ictus. Todos ellos precisaron tratamiento rehabilitador en la Unidad de Daño Cerebral Adquirido para recuperar alguna de las capacidades perdidas a consecuencia del ictus.
El 80% recibieron terapia ocupacional que les permitió reeducarse en actividades de la vida diaria como vestirse y asearse. El 59% también necesitó asistencia del logopeda que les ayudó a mejorar todos los aspectos alterados del lenguaje oral y escrito, tanto en la capacidad de habla como en la de comprensión.
El área de neuropsicología, por su parte, trató al 15% de estos pacientes que gracias al esfuerzo de este tipo de especialistas han podido superar sus dificultades cognitivas y de memoria así como las alteraciones emocionales y conductuales tan frecuentes en las fases iniciales. Con frecuencia estos especialistas han ofrecido también un apoyo psicológico a los familiares más cercanos al paciente.