martes, 21 de mayo de 2013

Los casos de enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa en niños se multiplican por 10 en los últimos 25 años

En los últimos está aumentando en España el número de casos de enfermedad inflamatoria intestinal, tanto enfermedad de Crohn como colitis ulcerosa, cuyo diagnóstico se produce cada vez a edades más tempranas, como muestra que el número de niños con estas patologías se haya multiplicado por 10 en los últimos 25 años.

   Así lo ha alertado el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU) y la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de España (ACCU España) con motivo del Día de la enfermedad inflamatoria intestinal que se celebra el próximo lunes 27 de mayo.
   Actualmente hay en España unos 200.000 afectados por esta enfermedad, caracterizada por la inflamación crónica del colon (caso de la colitis ulcerosa) o de cualquier parte del tubo digestivo (como sucede en la enfermedad de Crohn) y cada año se producen aproximadamente unos 7.500 nuevos casos al año.
   Aunque la edad de diagnóstico suele darse en la adolescencia y la primera etapa de la edad adulta, entre los 15 y 40 años, uno de cada diez nuevos casos son niños menores de 15 años.
   "Es una enfermedad propia de los países desarrollados", ha explicado el gastroenterólogo del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza y presidente de GETECCU, Fernando Mogollón, que reconoce que "hay muchos factores que intervienen y que cambian la relación entre los genes, los bichos que tenemos en nuestro intestino, como la dieta que comemos y el ambiente en que vivimos. Y en personas con una determinada predisposición genética, esto resulta en una inflamación".
   Esto hace que se estén dando casos en niños "cada vez más pequeños". De hecho, el 10 por ciento de los diagnósticos pediátricos se da en menores de cinco años.
   Además, también se están comenzando a detectar casos en hijos de personas que padecen una enfermedad inflamatoria intestinal, ya que "tienen un poquito más de riesgo" de desarrollar la enfermedad que la población general (entre un 8 y 10% si los dos progenitores la padecen, y un 3% si sólo es uno de los padres)
   "Aunque no es una enfermedad hereditaria, hay unos factores genéticos que predisponen a su aparición y que, si se heredan, pueden favorecer que la enfermedad aparezca", reconoce este experto.
   El problema de detectar la enfermedad en edades tan tempranas es que "hay más riesgo de que su evolución sea peor y tengan más complicaciones", ha añadido Ildefonso Pérez, presidente de ACCU España, ya que se produce cuando el menor se encuentra en pleno desarrollo.
   De hecho, en menores con enfermedad de Crohn se puede producir un retraso e incluso interrupción en el crecimiento, que suele venir precedido por una pérdida de peso.
   A todo ello se une también un impacto psicológico, tanto por el hecho de padecer una enfermedad crónica como por los síntomas propios de la misma (dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso).
   "Cuando te detectan esta enfermedad crónica, no sabes qué puede ser de tu vida, si podrás desarrollar una vida plena, si acabarás los estudios, si tendrás que dejar los exámenes por un ingreso, no saber si podrás acceder a la carrera que quieres. Hay que aprender a vivir con la enfermedad", según reconoce Pérez.
   Por otro lado, y a pesar de que se trata de una enfermedad que cuenta con un arsenal terapéutico muy variado para combatirla (corticoides para controlar los brotes, inmunosupresores y terapias biológicas), el doctor Gomollón ha reconocido que todavía hay pocos ensayos clínicos que incluyan a niños
   "Son más caros y muy difíciles de hacer, lo que hace que las novedades siempre lleguen más tarde", apunta el presidente de GETECCU.
   No obstante, cuando se detecta un caso en niños los medicamentos suelen usarse gracias a la opción de uso compasivo y, en el caso de los tratamientos más modernos, están demostrando una eficacia "igual e incluso un poco mejor" que en adultos.
   Además, este experto también ha insistido en la necesidad de mejorar la formación de los pediatras en el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades, así como en la importancia de que en los hospitales haya unidades específicas para el seguimiento de estos pacientes.
   En otro sentido, ACCU España y GETECCU, en colaboración con MSD, han creado el cómic manga 'El Viaje del Descubrimiento', en el que dos adolescentes con enfermedad inflamatoria intestinal aprenderán a conocer su enfermedad, así como las herramientas que les ayudarán a vencerlas.

Dieta mediterránea contra el envejecimiento del cerebro

Una dieta mediterránea con adición de aceite de oliva virgen o frutos secos parece mejorar la capacidad mental de las personas mayores mejor que una dieta baja en grasa, según concluye una investigación publicada en la edición 'on line' de 'Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry'.

   Los autores de este estudio, investigadores de la Universidad de Navarra, basan sus conclusiones en análisis de 522 hombres y mujeres de edades comprendidas entre 55 y 80 años sin enfermedad cardiovascular pero con riesgo vascular elevado por otras condiciones, como diabetes tipo 2, presión arterial alta, un perfil de grasa en la sangre desfavorable, sobrepeso, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular precoz y ser un fumador.
   Los participantes, todos ellos del ensayo PREDIMED que busca la mejor forma de prevenir la enfermedad cardiovascular, fueron asignados al azar a una dieta mediterránea con aceite de oliva añadido o frutos secos o a un grupo de control que recibió consejos para seguir una dieta baja en grasas normalmente recomendada para prevenir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares
   La dieta mediterránea se caracteriza por el uso de aceite de oliva virgen como principal grasa culinaria, alto consumo de frutas, frutos secos, verduras y legumbres, de moderado a alto consumo de pescado y mariscos, baja ingesta de productos lácteos y carnes rojas y consumo moderado de vino tinto. Los participantes tuvieron chequeos regulares con su médico de familia y controles trimestrales sobre su cumplimiento de la dieta prescrita.
   Después de un promedio de 6,5 años, se pusieron a prueba para detectar signos de deterioro cognitivo mediante un examen del estado mini mental y una prueba del reloj, que evalúan las funciones cerebrales superiores, incluyendo orientación, memoria, lenguaje, habilidades visuoespaciales y visuoconstrucción y funciones ejecutivas como el trabajo de memoria, atención y pensamiento abstracto.
   Al final del periodo de estudio, 60 participantes habían desarrollado deterioro cognitivo leve: 18 de los de la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva, 19 de los del grupo de la dieta con adición de frutos secos y 23 en el grupo control. Otras 35 personas desarrollaron demencia: 12 en la dieta de aceite de oliva, seis en la dieta con añadido de nueces y 17 en la dieta baja en grasas.
   Las puntuaciones medias en ambas pruebas fueron significativamente mayores para los que siguen una de las dietas mediterráneas en comparación con los de la opción baja en grasa. Estos resultados se mantuvieron independientemente de otros factores influyentes, como edad, antecedentes familiares de deterioro cognitivo o demencia, presencia de la proteína ApoE-asociada con el nivel de la enfermedad de Alzheimer, educativos, niveles de ejercicio, factores de riesgo vascular, ingesta de energía y depresión.
   Los autores reconocen que el tamaño de la muestra era relativamente pequeño y que debido a que el estudio incluyó a un grupo de alto riesgo vascular, no necesariamente sus hallazgos son aplicables a la población general. Pero dicen que se trata del primer ensayo a largo plazo que examina el impacto de la dieta mediterránea en el poder del cerebro y se suma al creciente cuerpo de evidencia que sugiere que un patrón dietético de alta calidad parece proteger la función cognitiva en el envejecimiento del cerebro.