miércoles, 18 de abril de 2012

La contaminación atmosférica aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares y cardíacas

Los adultos de edad avanzada pueden tener un riesgo mayor de ser hospitalizados por enfermedades pulmonares y cardíacas, derrames cerebrales, y diabetes, después de una exposición prolongada a la contaminación atmosférica, según un nuevo estudio, publicado en 'PLoS ONE', y realizado por investigadores de la Harvard School of Public Health (HSPH). Este el primer estudio en examinar la relación entre los efectos de la exposición, a largo plazo, a partículas finas del aire, y las tasas de ingresos hospitalarios.

   Estudios previos ya habían reportado una asociación entre la hospitalización y la exposición a corto plazo a partículas en el aire (es decir, la exposición a las partículas en el día de ingreso hospitalario, o varios días antes). Sin embargo, estos estudios obvian la exposición a largo plazo, y sólo incluyen a personas que viven cerca de monitores de contaminación del aire, por lo general, ubicados en las ciudades.
   "Nuestro nuevo estudio ha tenido en cuenta la exposición a la contaminación a largo plazo, y su relación con los ingresos hospitalarios por neumonía, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, y diabetes", explica el autor principal, Itai Kloog, investigador en el Departamento de Salud Ambiental de la HSPH.
   Kloog y sus colaboradores, entre ellos otro autor principal, Joel Schwartz, profesor de Epidemiología Ambiental de la HSPH, utilizaron modelos de predicción novedosos, basados en observaciones de satélite, en las emisiones, en el tráfico, y en datos meteorológicos, para predecir los niveles de partículas en el aire, en toda Nueva Inglaterra, lo que permitió a los investigadores incluir áreas rurales y suburbanas. Los científicos compararon sus resultados con los registros de ingreso hospitalario de todos los pacientes de Medicare, mayores de 65 años, que ingresaron en 3.000 hospitales de todo Nueva Inglaterra, entre el año 2000 y el 2006.
   Los investigadores calcularon las concentraciones de partículas finas en el aire, conocidas como PM2.5 -materia con un diámetro de 2,5 micras, o menos- tales como el hollín de los vehículos, y otras partículas provenientes de las centrales eléctricas, la quema de madera, y ciertos procesos industriales -que son un riesgo significativo para la salud cuando se alojan en los pulmones, causando inflamación, y contribuyendo a padecer enfermedades cardíacas. Los resultados mostraron una asociación entre la exposición prolongada a las partículas finas del aire, y todos los ingresos hospitalarios examinados.
   "La contaminación atmosférica es una de las principales causas evitables de muerte y enfermedad, en los Estados Unidos. Este estudio muestra que, además de evitar las muertes, ciertas medidas tecnológicas podrían reducir las enfermedades crónicas, y los costos de atención médica ", afirma Schwartz.

Presentan una alternativa a la cirugía torácica para los pacientes con enfisema pulmonar avanzado

Expertos del Hospital de Bellvitge (Barcelona) han presentado este miércoles un nuevo sistema para tratar a los pacientes con enfisema pulmonar avanzado, una técnica menos invasiva que la cirugía que reduce el volumen pulmonar y mejora la funcionalidad del pulmón.

   El inventor del dispositivo y profesor de la Facultad de Medicina de Harvard, Edward P. Ingenito, y el jefe de la Sección de Endoscopia Respiratoria del Hospital Universitario de Bellvitge, Antoni Rosell, han dado a conocer esta técnica que consiste en la introducción de una espuma sellante en los alvéolos a través de un broncoscopio con el objetivo de sellar tejidos y disminuir el volumen pulmonar.
   El doctor Ingenito ha manifestado que "existe la evidencia de que la reducción quirúrgica de volumen pulmonar en el enfisema heterogéneo predominante en lóbulos superiores y con baja tolerancia al ejercicio mejora las pruebas funcionales respiratorias, la calidad de vida y la supervivencia a los cinco años, comparado con la terapia médica".
   El enfisema pulmonar es una de las patologías asociadas a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que afecta al 9% de la población adulta española y al 20% de los ancianos.
   Según la OMS, el enfisema pulmonar podría convertirse en la tercera enfermedad mundial, en cuanto a mortalidad y gasto sanitario, en el año 2020.
   Esta patología provoca que el pulmón sea menos elástico y el paciente necesita oxigeno y rehabilitación pulmonar para poder respirar, teniendo una calidad de vida "muy mala, debido a su incapacidad de ventilar correctamente", ha explicado el doctor Rosell.

La obesidad y la delgadez extrema provocan embarazos de riesgo

Las mujeres obesas y las que cuentan con un peso inferior a lo recomendado en relación a su estatura tienen más posibilidades de sufrir  problemas en el embarazo y parto, según un nuevo estudio español publicado en 'The Journal of Maternal-Fetal and Neonatal Medicine', recogido por la plataforma SINC.

   "Durante el embarazo, la obesidad se ha relacionado con trastornos de hipertensión, diabetes gestacional, parto prematuro, macrosomía del feto y muerte inexplicada de este durante el parto", ha explicado el autor principal, Sebastián Manzanares, quien ha reconocido que "existen aún pocos datos sobre la relación entre el bajo peso y las complicaciones perinatales".
   De este modo, investigadores del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada han delimitado los riesgos del embarazo relacionados específicamente con la obesidad y los han comparado con los de mujeres con bajo peso para comprobar si la delgadez extrema también constituye un riesgo.
   El estudio, que incluye una muestra de 3.016 embarazadas: 2.597 con peso normal, 251 con obesidad grave o mórbida, y 168 con delgadez extrema, revela que las madres obesas tienen mayor riesgo de desarrollar hipertensión y diabetes mellitus, y de colonización por estreptococo grupo B.
   Además, en este caso, es más frecuente que haya que inducir el parto o practicar cesárea, tanto electiva como de urgencia, y que el bebé sufra macrosomía fetal, acidosis al nacimiento y mortalidad perinatal.
   "Las madres con obesidad severa o mórbida presentan un riesgo mayor de resultados adversos y mortalidad perinatal, por lo que deberían recibir consejos sobre cómo reducir peso y reconocer los signos de alerta temprana de posibles complicaciones", ha recordado Manzanares.
   Por otro lado, las mujeres con bajo peso son más propensas a padecer oligohidramnios --disminución en la cantidad de líquido amniótico-- y a dar a luz a bebés con un peso bajo.
   Además, la investigación muestra que los recién nacidos de mujeres con obesidad mórbida o severa son más gordos. Además, el riesgo de macrosomía fetal es 2,3 veces mayor en este grupo en comparación con las mujeres de peso normal.
   "Estos resultados justifican la necesidad de asesoramiento antes del embarazo y podrían ser un argumento convincente para la modificación del peso", ha insistido el autor.

La cirugía para extirpar sólo el tumor renal es preferible a la eliminación total del riñón

Los pacientes renales de cáncer, a los que solo se les ha extirpado el tumor, tienen una mejor supervivencia que los pacientes a los que se les ha extirpado todo el riñón, según un nuevo estudio de la Universidad de Michigan (UM).

   Después de un promedio de cinco años, el 25 por ciento de los pacientes a los que se les había practicado una nefrectomía parcial -en la que se extrae sólo el tumor, y un pequeño margen de tejido sano- habían fallecido, en comparación al 42 por ciento de los pacientes a los que se les había practicado una nefrectomía radical -en la que se extrae todo el riñón-, según el estudio. Los resultados de la investigación han sido publicados en el 'Journal of the American Medical Association'.
   "Para los pacientes candidatos a la nefrectomía parcial, ésta debe ser la opción de tratamiento preferida. Además, los pacientes más jóvenes, o aquellos con antecedentes de problemas médicos, se benefician más de la nefrectomía parcial", afirma el autor principal del estudio, Hung Jui-Tan, residente de Urología en la Escuela de Medicina de la UM.
   Los investigadores estudiaron a 7.138 beneficiarios de Medicare que pad ecían cáncer renal en fase inicial, hasta ocho años después del tratamiento. Los pacientes tenían las mismas probabilidades de morir de cáncer de riñón, sin importar el tipo de cirugía que recibieron, lo que sugiere que cada procedimiento tiene la misma probabilidad de curar el cáncer. Sin embargo, la discrepancia de supervivencia se encuentra en el número de pacientes que murieron por otras causas derivadas del tipo de cirugía.
   "A medida que más y más personas son diagnósticadas con estos cánceres pequeños, en fase temprana, hay más interés en conocer la mejor manera de tratarlos", explica el autor principal del estudio, David C. Miller, profesor de Urología en la UM.
   La pregunta, sin embargo, es si la nefrectomía parcial -un procedimiento técnicamente más difícil, y potencialmente, asociado con más complicaciones a corto plazo- es preferible a la nefrectomía radical. Por otro lado, la eliminación de un riñón puede aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica, que se asocia con alteraciones en los lípidos, enfermedades cardiovasculares, e insuficiencia renal. El debate es similar al de la cirugía del cáncer de mama, en la que los estudios han encontrado que la lumpectomía, más radiación, es comparable a la mastectomía.
   "Este estudio no sugiere que todos los pacientes con cáncer renal en fase inicial deben recibir una nefrectomía parcial; pero es compatible con la noción de que tenemos que ampliar el uso de la nefrectomía parcial, y elegirla como una opción de tratamiento para los pacientes con tumores pequeños, tanto como sea posible, con el fin de optimizar la supervivencia a largo plazo", concluye Miller.

La obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta serán importantes retos en 2030 en Europa

La obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta serán "importantes retos para las políticas públicas" en 2030 en Europa y Asia central, donde, por el contrario, la desnutrición será "un problema menor", según ha afirmado este miércoles la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

   Según un informe de la FAO presentado al comienzo de la Conferencia Regional para Europa y Asia central, que se está celebrando en Baku (Azerbaiyán), el hambre afecta actualmente a menos del cinco por ciento de la población en la mayor parte de la región, pero sigue constituyendo un problema importante en amplias zonas del Cáucaso y Asia central.
   Sin embargo, el porcentaje de la población víctima del hambre en el Cáucaso y Asia central caerá desde el nueve al dos por ciento en 2030 y al uno por ciento en 2050, según las previsiones de ese organismo de la ONU.
   Asimismo, el informe advierte de que el cambio desde una dieta basada en los cereales hacia un mayor consumo de carne y productos lácteos puede hacer que los factores de riesgo relacionados con enfermedades crónicas y no transmisibles aumenten en algunos países.
   También señala que la dieta, el estilo de vida, la pobreza y los servicios sanitarios influyen en la obesidad, las enfermedades y la tasa de mortalidad y que estos mayores niveles de riesgo supondrán una mayor presión para los servicios médicos en los países más pobres de Asia central en relación con los de la Unión Europea.
   Por otro lado, el informe recomienda impulsar la producción agrícola de los pequeños campesinos en zonas rurales de Europa oriental, el Cáucaso y Asia central, donde se encuentra muy por debajo del rendimiento potencial --a veces hasta un 30 o un 40 por ciento menos--, para garantizar la seguridad alimentaria y para combatir la pobreza rural.
   Otro de los asuntos que se tratará durante la Conferencia Regional, que se celebra cada dos años y en la que participan ministros y altos cargos gubernamentales de 53 países y la Unión Europea, es la forma de mejorar la sostenibilidad ambiental de la agricultura.
   Está previsto que el uso de fertilizantes químicos en la UE aumente un 20 por ciento para 2050. Mientras, la agricultura en los países del Cáucaso y Asia central hace un "uso intensivo" de recursos hídricos, "a menudo de forma ineficaz", y cerca de la mitad del agua para el riego se pierde por el camino debido a sistemas de distribución en mal estado, según la FAO.
   Se espera que la producción agrícola anual en Europa y Asia central aumente un 20 por ciento para 2050 respecto a 2005-2007. El grueso de este incremento deriva de un mayor rendimiento, según el informe, y no de la puesta en cultivo de nuevas tierras.
   En opinión de la organización, el hecho de que en el futuro se vayan a usar más fertilizantes y otros productos químicos para aumentar el rendimiento y que en los países caucásicos y centroasiáticos el agua para la agricultura vaya a seguir explotándose "a niveles insostenibles" para apoyar el crecimiento agrícola supone unos "desafíos" que "deberán ser abordados por las futuras políticas gubernamentales".