jueves, 21 de febrero de 2013

Los antioxidantes no evitarían accidentes cerebrovasculares y demencia

Los adultos mayores que siguen una dieta rica en antioxidantes podrían no tener un riesgo menor de demencia o accidentes cerebrovasculares, según un estudio realizado en Holanda, a pesar de ciertas pruebas de que hay vitaminas específicas con efectos protectores para el cerebro.

El estudio, publicado en la revista Neurology, descubrió que las personas que consumen más antioxidantes, que se encuentran en grandes cantidades de comidas como judías, bayas y nueces, tenían prácticamente las mismas probabilidades de terminar padeciendo demencia o algunos accidentes cerebrovasculares que los participantes en el estudio que rara vez tomaban antioxidantes.
"Está la idea de que los antioxidantes en general podrían ser útiles, pero también es cierto que si realmente se analizan los antioxidantes a nivel individual, no hay necesariamente una razón para pensar que podrían comportarse exactamente de la misma forma en el cuerpo que el siguiente", dijo la autora principal del estudio Elizabeth Devore, de un hospital de Boston.
El estudio realizado en Holanda incluyó 5.395 personas de 55 años o más, que informaron de un consumo habitual de 170 alimentos diferentes en 1990. Devore y sus compañeros de equipo controlaron a esos participantes durante los 14 años posteriores.
Durante ese tiempo, 599 fueron diagnosticados con demencia, incluyendo 484 casos de Alzheimer, y 601 tuvieron un primer accidente cerebrovascular.
Tampoco hubo una relación entre el total de antioxidantes dietéticos y la materia blanca o gris en el cerebro, según los escáneres hechos a 462 de los participantes.
Devore señaló que dado que el estudio se centró sólo en los alimentos consumidos, no se puede establecer si los suplementos antioxidantes tienen un impacto en el riesgo de demencia o accidente cerebrovascular, aunque su equipo concluyó que es probable que determinados antioxidantes individuales tengan efectos positivos sobre el cerebro.
"Ha habido un número de estudios que han demostrado que una ingesta más grande de vitamina E está asociada con un menor riesgo de demencia", dijo Devore. Sucede lo mismo con la vitamina C y el riesgo de accidente cerebrovascular.
Esto sugiere que las personas deberían continuar comiendo una gran cantidad de frutas y verduras, incluyendo bayas, y buscar antioxidantes específicos, dijo.
Entre los alimentos ricos en vitamina E se encuentran las espinacas y la col, el brócoli y los pimientos rojos. Alimentos ricos en vitamina C son las papayas, naranjas y fresas.
"Si está preocupado por la demencia y los accidentes cerebrovasculares... debería tratar de ingerir vitamina E en el primer caso y vitamina C en el segundo".

Desarrollan un gel inyectable, que estimula la regeneración del corazón tras un infarto

Bioingenieros de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han demostrado en un estudio en cerdos que un nuevo hidrogel inyectable puede reparar daños causados por ataques al corazón, ayudar a crecer el nuevo tejido y los vasos sanguíneos y el corazón, acercándose a la forma de un corazón sano. 

Los resultados del estudio, publicados en la revista 'Science Translational Medicine', despejan el camino para comenzar los ensayos clínicos este año en Europa con el gel, que se se inyecta a través de un catéter sin necesidad de cirugía o anestesia general, un procedimiento menos invasivo para los pacientes. Se estima que hay 785.000 nuevos casos de ataque al corazón en Estados Unidos cada año, sin tratamiento establecido para la reparación de los daños causados al tejido cardíaco.
La investigadora principal, Karen Christman, profesora en el Departamento de Bioingeniería de la Escuela Jacobs de Ingeniería de la Universidad de California, dijo que el gel forma un andamio en las zonas dañadas del corazón, estimulando el crecimiento de nuevas células y su reparación. Debido a que está hecho de tejido cardiaco de cerdos, el corazón dañado responde positivamente, creando un ambiente de armonía para la reconstrucción en lugar de una cadena de defensas negativos del sistema inmunológico.
"Mientras más personas sobreviven a los ataques al corazón, muchos entran en insuficiencia cardiaca", dijo Christman. Por ello, resalta que los datos sobre que este hidrogel puede aumentar el músculo cardíaco y reducir el tejido cicatricial en la región dañada por el ataque al corazón, lo que previene la insuficiencia cardiaca, sugieren que puede ser "un nuevo tratamiento mínimamente invasivo para evitar la insuficiencia cardiaca después de un ataque al corazón en los seres humanos".
   El hidrogel se hace de tejido cardiaco conectivo que es despojado de las células del músculo del corazón a través de un proceso de limpieza, se liofiliza y se muele en forma de polvo, y luego es licuado en un fluido que puede ser fácilmente inyectado en el corazón. Una vez que golpea la temperatura corporal, el líquido se convierte en un semisólido, un gel poroso que anima a las células a repoblar áreas de tejido cardiaco dañado y mejorar la función cardiaca, según Christman.
El material es también biocompatible; puesto que los animales tratados con el hidrogel no sufrieron efectos adversos tales como inflamación, lesiones o latidos del corazón arrítmico, según los experimentos de seguridad realizados como parte del estudio. 
Otras pruebas con muestras de sangre humana mostraron que el gel no tuvo efecto sobre la capacidad de coagulación de la sangre, lo que subraya la biocompatibilidad del tratamiento para su uso en seres humanos.

Un dispositivo de pulsera controla el trastorno de reflujo ácido crónico

Un dispositivo de pulsera con perlas magnéticas pueden controlar el trastorno digestivo crónico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico al rodear la válvula en la unión del esófago y el estómago y ayudar a mantenerla cerrada cuando una persona no está comiendo o bebiendo, según un estudio publicado este miércoles en 'New England Journal of Medicine'. 

   Esta herramienta alivió los síntomas en el 92 por ciento de pacientes con reflujo ácido crónico y permitió que el 87 por ciento de pacientes dejara de utilizar fármacos supresores de ácidos, según se detectó en los resultados al tercer año de un estudio a cinco años y el 94 por ciento se mostró satisfecho con el tratamiento. El avance es "significativo", dijo el coautor del estudio C. Daniel Smith, presidente del Departamento de Cirugía de la Clínica Mayo en Florida (Estados Unidos) y especialista en el tratamiento de la enfermedad de reflujo.
"El dispositivo es simple, elegante y funcional y proporciona una oportunidad para ayudar a un gran número de pacientes. Las únicas opciones de tratamiento en el pasado han sido agentes supresores de ácidos o cirugía. Los agentes inhibidores de ácido no abordan directamente la válvula subyacente ineficaz, dejando a los pacientes con síntomas persistentes y la cirugía puede provocar efectos secundarios molestos de hinchazón e incapacidad para vomitar en el 20 por ciento de los pacientes, efectos secundarios que raramente ocurrieron con este nuevo dispositivo", agregó Smith.
   Aproximadamente una de cada tres personas en Estados Unidos padecen la enfermedad crónica, según estimaciones de la Asociación Americana de Gastroenterología. El reflujo ácido se deriva de una válvula de esfínter deficiente o incompetente situada en la parte inferior del esófago y la parte superior del estómago. El esfínter, un anillo del músculo, normalmente se queda constreñido cuando una persona no está comiendo, lo que evita que el ácido y otros jugos digestivos salgan del estómago y entren en el esófago.
   Si el músculo es muy débil o se relaja inapropiadamente, el ácido del estómago puede actuar en el revestimiento del esófago causando dolor y ardor o regurgitación, episodios que pueden ocurrir en cualquier momento y en personas de todas las edades.
   El ácido excesivo puede dañar el esófago y causar una condición precancerosa conocida como esófago de Barrett y cáncer de esófago, que está creciendo rápidamente en EEUU, alerta Smith. A su juicio, la instalación del dispositivo es mínimamente invasiva y lleva entre una a dos horas, proceso después del cual  los pacientes permanecen en el hospital durante la noche.
   Los pacientes que pueden ser ayudados por el dispositivo son aquellos cuyo reflujo ácido es crónico con síntomas totalmente controlados por fármacos supresores de ácidos. No a todos los pacientes del estudio les fue bien con el dispositivo: seis pacientes tuvieron eventos adversos graves y a cuatro se les eliminó el dispositivo sin importantes consecuencias a largo plazo, además de que en el 68 por ciento de los pacientes se detectó disfagia, dificultad para tragar, tras la instalación del dispositivo, aunque este efecto disminuyó con el tiempo.