El coste medio de la rinitis alérgica es de
1.708 euros por paciente cada año, de los que 584 proceden de los costes
directos (gastos farmacéuticos y la utilización de recursos sanitarios)
y unos 1.125 de los indirectos (absentismo y reducción de la
productividad laboral), según se desprende del estudio Farmaeconomía de
la Rinitis (FERIN), presentado en Madrid por varios expertos.
"Lo más destacable de nuestros resultados son los abultados costes
indirectos, que prácticamente duplican a los costes directos,
especialmente a base de la pérdida de productividad laboral, y con mayor
incidencia en las formas moderadas y graves de la rinitis alérgica,
sobre todo si son persistentes", ha señalado el coordinador del estudio,
el doctor Carlos Colás, quien ha lamentado que "la conciencia social sobre este gasto (entre la población) sea muy escasa".
En concreto, en el estudio, promovido por la Sociedad Española de
Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), han participado 500
pacientes, cuya edad media era de 32 años, y 70 servicios de
Alergología. Durante un año, a estos pacientes se les observó su consumo
de fármacos e instalaciones sanitarias para el diagnóstico y
tratamiento de la enfermedad así como la ausencia de su puesto de
trabajo y su impacto en la productividad.
En este sentido, el documento revela que la pérdida de
productividad durante los periodos sintomáticos se aproxima al 30 por
ciento. En palabras de Colás, las enfermedades como la rinitis alérgica
"presumiblemente" menos graves suponen costes "muy altos", superiores a los que ocasionan otras enfermedades más graves, debido a que son procesos "muy frecuentes", al afectar a aproximadamente a una de cada cuatro personas.
Dicho esto, ha señalado que la rinitis alérgica supone que el
afectado falte una media de 2,7 días al trabajo cada año y un gasto
total de 3.400 millones de euros anuales. Por todas estas razones, ha
apostado por fomentar el diagnostico precoz y los buenos tratamientos
para abordar la enfermedad.
Por su parte, el presidente de la SEAIC, el doctor José María
Olaguibel, ha asegurado que el tratamiento farmacológico de la rinitis
alérgica debe adaptarse a cada caso individual. "Actualmente, se dispone
de medicamentos tópicos y orales: antihistamínicos, descongestionantes,
colirios y corticoides nasales e intranasales", ha precisado.
Igualmente, las vacunas con alérgenos --único tratamiento en la
actualidad para tratar la causa responsable de la alergia y alterar la
evolución natural de las enfermedades alérgicas-- tiene como objetivo la
reducción de los síntomas derivados de la rinitis y el asma.
Por otro lado, la SEAIC, Asociación Española de Pediatría (AEP),
Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP),
Sociedad Española de Médicos y Atención Primaria (SEMERGEN) y la
Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Además
de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG),
Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP), Sociedad Española de
Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Sociedad Española de Oftalmología
(SEO) y la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL) han
elaborado el Consenso de Formación en Rinitis, también conocido como el
Proyecto Confor.
En concreto, el documento consta de 52 cuestiones subdivididas en
epidemiología, fisiopatología, clínica y exploración, diagnóstico,
tratamiento e inmunoterapia específica con alérgenos como tratamiento
etiológico de la alergia respiratoria y de la rinoconjuntivitis
alérgica.
"El documento respeta el planteamiento inicial de pregunta
clínica. Todas las preguntas incluyen un breve argumentario acerca de su
interés clínico, un resumen de las evidencias en los artículos
valorados destacando las novedades más relevantes y, finalmente, se
presenta la conclusión a modo de respuesta", ha señalado, el coordinador
del Proyecto Confor, Antonio Valero.
Esta enfermedad, que consiste en la inflamación de la mucosa
nasal, cuenta con síntomas, como rinorrea, estornudos, congestión o
picor nasal. Además de manifestaciones oculares, como picor, congestión y
lagrimeo. Por lo general, los aeroalérgenos interiores (ácaros del
polvo y animales domésticos) y exteriores (pólenes y mohos) intervienen
en su aparición.
Debido a las condiciones climáticas, existen diferencias
regionales entre los alérgenos causantes de la rinitis. "En lo que se
refiere a los agentes de interior, los ácaros del polvo experimentan un
crecimiento máximo en condiciones cálidas y húmedas. Esta condición
también es la responsable de que, en lugares con humedad relativa
inferior al 50 por ciento, la alergia a los ácaros sea prácticamente
inexistente", ha señalado, por su parte, Olaguibel.
Asimismo, el coordinador de texto ha señalado que la rinitis
alérgica tiene mayor prevalencia en las zonas urbanas que en las rurales
debido a la simbiosis entre el impacto que ejerce la contaminación
sobre el individuo y sobre el alérgeno. Ha asegurado también que, si
bien los principales afectados por esta problemática son personas que se
encuentran entre los 20 y 30 años, con el paso de los años, se está
ampliando a los que tienen entre 60 y 70.