lunes, 17 de septiembre de 2012

Realizan los primeros trasplantes de útero de madre a hija

Un equipo de médicos de la Universidad de Gotemburg y del Hospital Universitario de Sahlgrenska en Suecia ha realizado los primeros trasplantes de útero de madre a hija en el mundo. Las receptoras, dos mujeres suecas de entre 30 y 40 años, recibieron úteros de sus madres en cirugías llevadas a cabo durante el fin de semana. 

   Aunque la identidad de las mujeres no ha sido revelada, el equipo de médicos ha adelantado que a una de las mujeres se le había extirpado el útero años atrás debido a un cáncer de cuello uterino, mientras que la otra había nacido sin él.
   "Más de 10 cirujanos, que se habían entrenado juntos en el procedimiento durante varios años, participaron de la compleja cirugía", ha señalado el responsable del equipo, Mats Brannstrom, profesor de obstetricia y ginecología de la universidad.
   "Ambas pacientes que recibieron los nuevos úteros están bien, aunque cansadas por la operación. Las madres donantes están levantadas y caminando y serán dadas de alta del hospital en pocos días", agregó.
   El equipo médico manifestó que la calidad del útero era controlada por los ovarios y las hormonas, y que en teoría un útero posmenopáusico trasplantado podría albergar un bebé. Asimismo, ha admitido que las cirugías se llevaron a cabo sin complicaciones.
   Una de las dos receptoras, identificada solamente con el nombre Anna, ha afirmado que sabe que algunos criticarían la práctica en términos éticos, pero para ella simplemente esta intervención implica restaurar una función del cuerpo de la que se había visto privada por el cáncer.
   La paciente ha afirmado que es "increíble poder experimentar esto", y, aunque entiende que aún no hay garantías de que ella y su novio puedan concebir a partir de ahora, esta operación es "una oportunidad maravillosa, y si funciona será un plus encantador".

Aumento de casos de tuberculosis y VIH por el recorte de fondos

Las principales organizaciones europeas no gubernamentales de salud han publicado un informe en el que alertan de un posible aumento de casos de tuberculosis (TB) y de VIH/sida y de resistencias a los medicamentos, por el recorte en fondos que financiaban la lucha de estas enfermedades en  Europa Oriental y Asia Central. 

   Ante esta posible situación, se ha hecho un llamamiento a la Unión Europea para que intervenga y llene el vacío dejado por los donantes internacionales a los países vecinos y dentro de sus fronteras. "Las enfermedades no respetan fronteras", ha advertido Patrick Bertrand de Global Health Advocates Francia, una de las ONG que respaldan el informe.
   "Para hacer frente a los problemas mundiales de salud como la tuberculosis y el VIH, la Unión Europea debe prestar atención a lo que está sucediendo dentro de sus estados miembros y sus vecinos. Ahora no es el momento de vacilar", ha añadido.
   La tuberculosis ya mata a siete personas cada hora en Europa, mientras que 1,4 millones de personas en Europa tienen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida.
    Los países de Europa del Este y Asia Central son donde se ha producido un mayor crecimiento en el mundo de la epidemia del VIH; además  Europa es donde mayores se han registrado las tasas documentadas a la tuberculosis farmacorresistente.
   Informe presentado recuerda que el Fondo Mundial público-privada para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, el que acciones financia en el mundo contra estas tres enfermedades infecciosas, afirmó en noviembre del año pasado que se habían visto obligados a cancelar una ronda de nuevas subvenciones y no haría ninguna nueva financiación disponible hasta 2014.
   Esta situación "inevitablemente contribuirá" a que aumenten las tasas de enfermedades y la resistencia a los medicamentos. "Esto va a costar vidas y causar un enorme desgaste en la economía debido al aumento de los costos de tratamiento y pérdida de productividad de la región europea", señala.
"Este es un problema por el que la Unión Europea tiene una oportunidad única para demostrar liderazgo y garantizar a estas poblaciones vulnerables que no están abandonados",  ha explicado Aaron Oxley, director de Results UK, otra organización ONG involucrada en el informe.

Millones de europeos están en riesgo por el alto contenido de grasas trans en ciertos alimentos

  La salud cardiaca de millones de europeos aún se encuentra en riesgo debido a la persistencia de un alto contenido de ácidos grasos trans (AGT) en la comida rápida y procesada, según indica una investigación publicada en el 'British Medical Journal' (BMJ), llevada a cabo por el equipo de investigadores del profesor Steen Stender, del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca).

   Mientras que el contenido total de AGT de los alimentos ha disminuido, algunos países europeos permiten comprar ciertos alimentos que todavía contienen niveles muy altos.
   Los AGT están producidos principalmente por la hidrogenación industrial de aceites vegetales, un proceso que ayuda a prolongar la vida útil de los productos horneados. Según la nueva investigación, que analizó los datos de cuatro grandes estudios, la ingesta diaria de 5 gramos de AGT se asoció con un riesgo un 23% mayor de enfermedad cardiaca coronaria.
   Los autores analizaron el contenido de AGT en alimentos de consumo popular en 16 países miembros de la Unión Europea (UE) en 2005 y, de nuevo, en varios países en 2009.  En el estudio se incluyeron solo alimentos que contenían "grasa vegetal parcialmente hidrogenada", y más de 15 gramos de grasa por cada 100 gramos.
   En total, el análisis incluyó 70 porciones de patatas fritas y 'nuggets' de pollo, 90 paquetes de palomitas de maíz para microondas, y 442 muestras de tartas, bizcochos, barquillos y obleas: en 2005, una porción grande de papas fritas y 'nuggets', 100 gramos de palomitas de maíz para microondas, y 100 gramos de tarta o galletas u obleas, proporcionaban más de 30g/100g de AGT, en cinco países de la UE en el Este de Europa y entre 20g y 30g en ocho países de Europa Occidental; en 2009, el análisis reveló que el contenido de AGT en las papas fritas y 'nuggets' había caído sustancialmente en todos los países europeos estudiados.
   Sin embargo, aunque el contenido de AGT en palomitas de maíz, pasteles y galletas había caído en los países de Europa occidental, este no fue el caso en Europa del Este, donde se mantuvo alto.
   Un etiquetado más claro de los alimentos es una forma de limitar el consumo de ácidos grasos trans, pero la mayoría de los países todavía dependen de que los fabricantes de alimentos reduzcan voluntariamente el contenido de AGT de sus productos. Sólo unos pocos países - Dinamarca, Austria, Suiza e Islandia - han obligado a la industria a limitar la cantidad de AGT utilizada en los alimentos, y el 2% de la grasa total.
   A pesar de todo, los alimentos que contienen grasas trans aún pueden ser vendidos legalmente como productos envasados o sin envasar en restaurantes y establecimientos de comida rápida, según subrayan los autores.

La obesidad impide el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares

La obesidad contribuye a la enfermedad cardiaca impidiendo sustancialmente el diagnóstico correcto de la enfermedad y su tratamiento, según el cardiólogo Sheldon Litwin, quien investiga el impacto de la obesidad y la pérdida de peso en la salud del corazón en la Universidad de Georgia. El estudio ha sido publicado en el 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).

   Alrededor de la mitad de los pacientes de Litwin en la Universidad de Ciencias de la Salud de Georgia tiene enfermedades cardiacas relacionadas con la obesidad, destacando la falta de aire, hipertensión y diabetes como factores contribuyentes.
   "El problema es de una magnitud enorme. Todo, desde el diagnóstico de la enfermedad cardiaca hasta su tratamiento se ve afectado por la obesidad", señala Litwin.
   Según el investigador, una solución puede ser la cirugía de 'bypass' gástrico, que estimula la pérdida de peso mucho más rápido que las modificaciones en el estilo de vida, disminuyendo así el riesgo de enfermedad cardiaca.
   El Utah Obesity Study siguió a más de 1.000 personas con obesidad severa durante seis años. Alrededor de un tercio recibió una cirugía de 'bypass' gástrico. Tras la cirugía, estos pacientes experimentaron una pérdida de peso del 30 por ciento en comparación con los controles y tuvieron reducciones significativas en los factores de riesgo cardiovascular. Así, los sujetos sometidos a cirugía experimentaron una reducción sana de la cámara de bombeo de su corazón y una profunda reducción en la incidencia de diabetes, presión arterial alta, los niveles elevados de lípidos y apnea del sueño.
   Litwin señala que, aunque lo mejor para combatir la obesidad es el ejercicio físico y los hábitos de vida saludables, la cirugía puede ser la única opción para que muchas personas obesas realicen estos cambios de estilo de vida saludables.
   El exceso de grasa, literalmente, se interpone en el camino de las ondas sonoras o de los rayos X utilizados para diagnosticar enfermedades del corazón, así que las imágenes resultantes son a menudo poco concluyentes. Además, las camillas donde se recuestan los pacientes para realizarse un cateterismo cardíaco, que puede ayudar al diagnóstico y tratamiento, por lo general, no tienen capacidad para pacientes que pesen más de 180 kilos. Aunque los equipos se están adaptando para pacientes más grandes, la imagen resultante probablemente no va a mejorar, apunta Litwin.
   Los pacientes que no son candidatos para la cirugía u otros tratamientos invasivos suelen recibir un régimen de medicamentos basado en los síntomas. Sin embargo, los medicamentos en ocasiones no funcionan debido a que la administración aún no ha sido ajustada por peso.
   "Este estudio a largo plazo proporciona una evaluación objetiva de lo que vemos todos los días: la cirugía bariátrica ayuda a muchos pacientes a experimentar una transformación saludable por dentro y por fuera", afirma Michael A. Edwards, jefe de la sección de Cirugía Mínimamente Invasiva para las Enfermedades Digestivas en Georgia.
   Edwards apunta que "una adecuada selección es vital para obtener resultados exitosos, con el fin de identificar a los mejores candidatos para la cirugía y la disponibilidad de un equipo integral de pérdida de peso para completar una evaluación de salud completa, proporcionar opciones de cirugía bariátrica y apoyo e información para realizar cambios saludables a largo plazo".
   En las últimas dos décadas se ha producido un aumento espectacular de la obesidad en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Hoy, más de un tercio de los adultos y el 17 por ciento de los niños y adolescentes son obesos.

Los obesos con grasa abdominal visceral tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2

Las personas obesas con exceso de grasa visceral (la grasa abdominal que rodea los órganos internos del cuerpo) tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según un nuevo estudio publicado en 'JAMA', realizado por investigadores de la Universidad Southwestern de Texas. Por el contrario, las personas con exceso de grasa abdominal subcutánea (grasa debajo de la piel) no están en mayor riesgo de diabetes.

   Este estudio es uno de los mayores de su tipo en evaluar a una población multiétnica de personas obesas en Estados Unidos utilizando imágenes de tejido adiposo.
   "Entre los individuos obesos, no es necesariamente la cantidad de grasa, sino la localización de ésta, lo que conduce a la diabetes", afirma el autor principal del artículo, James de Lemos, profesor de Medicina Interna en Southwestern.
   Mediante métodos por imagen para determinar la ubicación y función de la grasa corporal, los investigadores pudieron identificar a las personas obesas con un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 2, años antes de que apareciera la enfermedad.
   "La comprensión de las diferencias biológicas entre la grasa visceral y la grasa subcutánea puede ayudar a los médicos a combatir más eficazmente la epidemia de obesidad que asola Estados Unidos", afirma de Lemos, quien agrega que "el riesgo de diabetes varía ampliamente entre los diferentes individuos obesos y este estudio sugiere que al predecir quién padecerá diabetes será posible orientar el estilo de vida y los tratamientos de los que están en un riesgo más alto".
   El estudio, que recopiló información del Estudio del Corazón de Southwestern, muestreó a 732 adultos obesos entre los 30 y 65 años de edad, sin diabetes o enfermedad cardiovascular.
   Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética (MRI) y energía dual de rayos X (DEXA) para determinar en lugar en el que la grasa se almacena en el cuerpo.
   Cuando los participantes regresaron para un seguimiento, después de siete años, los investigadores observaron que el 11 por ciento de las personas muestreadas habían desarrollado diabetes. Entre los participantes con glucosa normal en las pruebas de referencia, el 39 por ciento desarrolló prediabetes o diabetes. Aquellos que desarrollaron prediabetes y diabetes tenían mayores cantidades de grasa visceral y una mayor resistencia a la insulina, en comparación con aquellos que permanecieron sanos.
   Según Ian Neeland, primer autor del artículo, "este hallazgo sugiere que el exceso de grasa visceral y la resistencia a la insulina pueden contribuir a la enfermedad cardiovascular en personas obesas".