domingo, 26 de enero de 2014

Nuevos antibióticos más eficaces contra la tuberculosis

MADRID.- Un equipo internacional de investigadores, con participación española, ha logrado que los antibióticos contra la tuberculosis sean más eficaces, al modificar su estructura química y evitar que las bacterias los rechacen o exporten continuamente al exterior.

La investigación, realizada en ratones, se publica la revista Nature Medicine, en la que sus autores describen una nueva familia de fármacos que son activos para matar a "Mycobacterium tuberculosis", la bacteria que causa la tuberculosis.
"Se trata de una nueva familia de antibióticos que no tienen ninguna relación, ni química ni estructural, con los que ya existen", ha confirmado José Antonio Aínsa, de la Universidad de Zaragoza y firmante de este artículo.
El estudio ha sido coordinado por el Hospital de Memphis (EEUU) y en él ha participado por parte española, además de Aínsa, Cristina Villellas, también de la Universidad de Zaragoza (ambos pertenecen al Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias, dependiente del Instituto de Salud Carlos III).
Según una nota de este centro, este nuevo paso contra la tuberculosis, una de las enfermedades infecciosas con mayor incidencia a nivel mundial con 8,6 millones de enfermos en 2012, "permitirá diseñar antibióticos más eficaces, al modificar su estructura química y evitar de este modo que las bacterias los rechacen o exporten al exterior continuamente".
Este logro evitará que las bacterias puedan utilizar sus propios mecanismos de resistencia frente a estos nuevos antibióticos.
El estudio comenzó hace casi dos décadas, de la mano de Aínsa, al iniciar una nueva línea de trabajo sobre el desarrollo de antimicrobianos y mecanismos de resistencia.
Aínsa comenzó estudiando unas proteínas de M. tuberculosis denominadas bombas de eflujo, que reconocen los antibióticos que penetran en la bacteria y los expulsan al exterior, con lo que los antibióticos pierden actividad y la bacteria puede volverse resistente a ellos.
"Este estudio demuestra que una variación en la estructura química de los antibióticos puede ser determinante para su actividad, ya que influye de modo importante a la hora de ser reconocidos o no por las bombas de eflujo (expulsión) que tienen las bacterias", según la misma nota.
En concreto, los nuevos fármacos se llaman espectinamidas y se han obtenido a partir del antibiótico natural espectinomicina -proveniente de una bacteria-, mediante síntesis química.
En su diseño se ha tenido en cuenta la estructura del ribosoma, el orgánulo bacteriano al que se unen e inactivan para llevar a cabo su acción antibacteriana.
Sus características son: actividad casi exclusiva frente a la bacteria que causa la tuberculosis (incluso contra las cepas que han desarrollado resistencia a los fármacos), bajos niveles de toxicidad y su eficacia para frenar el desarrollo de la tuberculosis en animales de experimentación.
En España, según datos del Centro Nacional de Epidemiología, la incidencia de la tuberculosis fue de 13,10 casos por cien mil habitantes en 2012, (4,3 en Francia y 3,9 en Alemania).
Las cifras de tuberculosis multirresistente (MDR), una peligrosa variante de la tuberculosis que no responde al tratamiento con los escasos fármacos disponibles, causó 450.000 nuevos casos en 2012, y un total de 170.000 muertos en todo el mundo.
Por estos motivos, es prioritario desarrollar nuevos fármacos que permitan tratar la tuberculosis, y sobre todo, las variantes MDR: Las espectinamidas descritas en este trabajo suponen un "gran avance", pero aún queda camino por recorrer (experimentos con animales superiores y ensayos clínicos).
Al menos 10 o 12 años más para que estos fármacos puedan ser una realidad, ha concluido Aínsa.

Una molécula podría mejorar el tratamiento de la sepsis

BARCELONA.- Una infección grave puede desencadenar una sepsis, que es una reacción inflamatoria exacerbada que provoque un fallo multi-orgánico, shock y la muerte en el 30-50% de los afectados. 

A pesar de la peligrosidad de la sepsis y de afectar a 20 millones de personas en el mundo, sin embargo, no existen terapias eficaces debido al aumento de la resistencia a los antibióticos, junto con el hecho de que estos medicamentos pueden combatir determinadas bacterias pero no los efectos pro-inflamatorios de éstas y de sus toxinas.
Un trabajo publicado en Journal of Infectious Diseases, demuestra que una molécula procedente de nuestros propios linfocitos, llamada CD6, “podría ser una alternativa o un complemento eficaz a los antibióticos en casos de sepsis por bacterias tanto Gram-positivas como Gram-negativas, e independientemente de que se trate de cepas resistentes a antibióticos o productoras de toxinas letales”, según los investigadores Mario Martínez-Florensa y Marta Consuegra-Fernández, primeros firmantes del estudio, y el doctor Francisco Lozano, consultor sénior del Servicio de Inmunología del Hospital Clínic y jefe del equipo de investigación Inmunoreceptores del Sistema Innato y Adaptativo del IDIBAPS y de la Universidad de Barcelona.
Para la prevención y tratamiento de modelos animales de sepsis monomicrobiana de origen abdominal, la investigación utilizó una dosis única de la molécula CD6, procedente de células del sistema inmune humanas, para tratar a ratones a los que se había inoculado una dosis letal de bacterias (multiresistentes o no) o sus toxinas. 
El resultado fue exitoso, según el artículo: “la molécula, que se une a partes muy conservadas de las bacterias y por tanto tiene un amplio espectro antibacteriano, evitó la sobreactivación de la respuesta inflamatoria antiinfecciosa y facilitó la eliminación de bacterias y toxinas, aumentando de forma significativa la supervivencia de los animales”.
La posibilidad de desarrollar una terapia no antibiótica es un paso importante para combatir la sepsis, que causa más muertes que el cáncer de mama, el cáncer de próstata y el SIDA juntos, y que es la principal causa de muerte materno-infantil en los países en vías de desarrollo.

Científicos uruguayos estudiarán efectos de cannabis sobre el sueño

MONTEVIDEO.- Científicos uruguayos investigarán en los próximos meses los posibles efectos del cannabis sobre el sueño y la vigilia, un área de estudio que promete extenderse en los próximos años gracias a la regulación del mercado de marihuana que se aprobó en diciembre, informó el domingo un medio local.

Un grupo multidisciplinario de investigadores de la Universidad de la República uruguaya (estatal) esperan la regulación de la ley que legaliza la producción y venta de marihuana para iniciar un estudio sobre cuáles de los 500 componentes de la planta promueven el sueño y la vigilia, informó el diario El Observador.
"Tenemos una oportunidad histórica interesante porque está el marco legal que lo habilita", señaló Búrix Mechoso, magíster en Ciencias Biológicas.
Uruguay se convirtió en diciembre en el primer país en aprobar el control del mercado del cannabis y sus derivados, un inédito proyecto promovido por el presidente izquierdista José Mujica.
La reglamentación de la polémica ley -que tiene que estar finalizada para abril- será la que determine qué variedades de la droga se producirán, el grado de concentración y cómo se otorgarán las licencias para plantar incluyendo los casos en los que el cannabis cosechado tenga como fin la investigación o la industrialización para uso farmacéutico.
"Hay usos y efectos que se le adjudican al cannabis que nos interesa analizar por las temáticas que trabajamos", afirmó Atilio Falconi, que es profesor del Laboratorio de Neurobiología del Sueño en la universidad estatal.
En principio, la investigación estará enfocada a la ciencia básica, pero los investigadores no descartan en un futuro trasladar las conclusiones de su estudio a interesados que provengan de la medicina clínica.
La aprobación de la norma puso al pequeño país sudamericano en el foco de atención mundial y ha atraído a laboratorios extranjeros que han consultado al gobierno local sobre cómo se implementará la producción y si podrán adquirir la droga.
Laboratorios de Canadá, Israel y Chile, son algunos interesados según fuentes oficiales. Las mismas consideran que la puesta en marcha de la producción de cannabis atraerá la inversión del sector farmacéutico, en momentos en que los posibles beneficios de la droga con fines medicinales ganan terreno a nivel global.
Tras su reglamentación, los mayores de 18 años podrán acceder a la marihuana mediante el autocultivo, clubes de consumidores o comprándola en farmacias, en todos los casos con límites y previo registro ante el Estado.