Los padres que aún siguen controlando los horarios de clase, la
lavandería y las vacaciones de sus hijos universitarios, no estarían
haciéndoles ningún favor: un estudio demuestra que esos estudiantes eran
más propensos a estar deprimidos e insatisfechos con la vida.
La investigadora Holly Schiffrin, de la Universidad Mary de
Washington, Virginia, descubrió que tener los llamados padres
"helicóptero" estaba asociado con la depresión de estudiantes
universitarios, cuya necesidad de autonomía se veía potencialmente
afectada.
El estudio descubrió que los estudiantes con padres excesivamente
controladores eran más propensos a sentirse más deprimidos y menos
satisfechos con sus vidas, mientras que aumentaba la cantidad de padres
sobreprotectores con temores económicos, que alimentaban su preocupación
por las posibilidades de éxito de sus hijos.
"Encontrar padres tan presentes en la vida universitaria de sus
hijos, que se comunican con sus tutores y que dirigen sus horarios es
algo nuevo y está creciendo. Eso impide la independencia y la
posibilidad de aprender de los errores", dijo Schiffrin, profesora
asociada de psicología.
Su estudio, publicado en Journal of Child and Family Studies,
surge de una encuesta online realizada a 297 estudiantes universitarios
de Estados Unidos que describieron las conductas de crianza de sus
madres y su propia autonomía. Los investigadores evaluaron sus niveles
de felicidad y satisfacción.
Schiffrin dijo que el avance de la tecnología modificó la
participación de los padres en la vida universitaria de sus hijos como
los mensajes de texto reemplazaron las llamadas telefónicas semanales a
casa.
El mercado competitivo y la búsqueda de un lugar en las mejores
universidades y los mejores puestos de trabajo también potenciaron la
participación de los padres en la vida universitaria.
Para contrarrestarlo, dijo que cada vez más universidades están
empezando a ofrecer días de orientación sobre crianza con actos
estudiantiles para que los padres les den más libertad a sus hijos.
En Reino Unido, el Eton College participa en una campaña para que
los padres se relajen un poco con la excusa de que la sobreprotección
desmotiva a los hijos y hasta causa daños psicológicos.
Mike Grenier consideró que el aumento de los padres "helicóptero"
en la última década se produjo con un cambio de actitud hacia la niñez,
con más ansiedad y temor en los niños, que ahora se consideran en
riesgo y vulnerables si tuvieran que enfrentarse a un problema. En esto
influyó una mayor atención a las evaluaciones y la aprobación de los
exámenes, lo que a la vez siguió elevando los niveles de ansiedad.
"Hay una línea muy fina entre los padres 'helicóptero' y los
padres atentos a las necesidades de sus hijos, mientras que en el otro
extremo están los padres negligentes, que son aún más peligrosos", dijo
Grenier, que expresó su desconcierto al ver padres que elegían tutores
para sus hijos de 3 ó 4 años para asegurarse de que pudieran ingresar en
las mejores escuelas y, así, obtener una vacante en las principales
universidades.
"Existe el temor de que si no los envían a la escuela adecuada ni
a la mejor universidad, sus hijos no tendrán la oportunidad de pelear
para lograr los mejores trabajos", dijo.
Grenier es un defensor de la llamada "educación lenta", un
concepto adaptado del movimiento culinario italiano que generó un
enfoque filosófico más amplio para los viajes, los negocios, la vida y,
ahora, la enseñanza. "El peligro real de la sobreprotección es que es
intrusiva y los padres no permiten que sus hijos tomen sus propias
decisiones, acepten riesgos y aprendan por sí mismos", sostuvo.