domingo, 30 de julio de 2023

¿Cuál es la inquietante «enfermedad X»?


ROMA.- La «enfermedad X» es un término utilizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para describir una enfermedad infecciosa desconocida que podría causar una pandemia grave en el futuro. El término fue utilizado por primera vez en 2018 durante la Asamblea Mundial de la Salud, cuando la OMS incluyó la «enfermedad X» en su lista de enfermedades prioritarias para la investigación y el desarrollo de vacunas.

La OMS utiliza el término «enfermedad X» para referirse a una enfermedad desconocida que podría surgir repentinamente y propagarse rápidamente, causando una grave epidemia o pandemia. En otras palabras, la «enfermedad X» es una enfermedad infecciosa hipotética que representa una amenaza potencial para la salud pública mundial.

La OMS incluye la «enfermedad X» en su lista de enfermedades prioritarias para asegurarse de que los investigadores estén preparados para enfrentar cualquier amenaza futura y puedan desarrollar rápidamente las herramientas necesarias para prevenir y tratar la enfermedad si surge.

Algunos especialistas opinan que podría transmitirse por un parásito o insecto, provocando una epidemia mortal. Se quiere establecer analogía con la peste que todavía existe en algunas partes del mundo y puede causar brotes epidémicos en humanos.

La peste es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Yersinia pestis, que se transmite principalmente por las pulgas de roedores infectados. La peste se presenta en tres formas principales: bubónica, septicémica y neumónica.

La forma bubónica de la peste es la más común y provoca inflamación y dolor en los ganglios linfáticos. La forma septicémica de la enfermedad puede causar una infección generalizada en todo el cuerpo y la forma neumónica de la peste puede causar una infección pulmonar grave y ser altamente contagiosa.

Aunque la peste se considera una enfermedad histórica, todavía hay brotes de peste en algunas partes del mundo, especialmente en áreas donde la higiene es deficiente y hay una alta densidad de roedores.

Los brotes de peste generalmente ocurren en áreas rurales y pueden ser controlados mediante la aplicación de medidas de control de vectores, como la eliminación de roedores y la fumigación de áreas afectadas.

Aunque la peste es una enfermedad histórica, la enfermedad todavía existe en algunas partes del mundo y puede causar brotes epidémicos en humanos. Los brotes de peste pueden ser controlados mediante la aplicación de medidas de control de vectores y mejorando la higiene en las áreas afectadas. ¿Será una especie de peste la “enfermedad X” o será más similar a la pandemia vivida? 

Es algo que aún no sabemos y que, esperemos, tardemos mucho tiempo en descubrir.

La metformina podría favorecer una longevidad saludable


LONDRES.- Un equipo de investigación de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina LKS de la Universidad de Hong Kong ha aportado pruebas genéticas de que la metformina podría favorecer un envejecimiento saludable.

Mediante un estudio de cohortes de más de 300.000 participantes de ascendencia europea (UK Biobank), este trabajo respalda nuevas investigaciones clínicas sobre el reposicionamiento farmacológico de la metformina en la longevidad saludable.

La metformina es un medicamento de primera línea para la diabetes de tipo 2. Cada vez hay más pruebas que sugieren que los beneficios de la metformina van más allá de la diabetes y pueden promover un envejecimiento saludable.

Sin embargo, los estudios observacionales anteriores pueden estar sesgados, mientras que los ensayos clínicos de la metformina en la longevidad están en marcha y algunos estudios genéticos sugieren que la metformina puede tener efectos protectores contra otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como el cáncer y la enfermedad de Alzheimer.

Para abordar el papel de la metformina en la longevidad saludable, el equipo de investigación se propuso investigar esta cuestión de investigación mediante la exploración del efecto específico de la metformina sobre los biomarcadores del envejecimiento utilizando la genética (es decir, la aleatorización mendeliana fármaco-objetivo) en un gran estudio de cohortes.

Dado que las variantes genéticas se asignan aleatoriamente en el momento de la concepción, esto proporciona una evaluación potencialmente menos sesgada sobre si la metformina puede promover una longevidad saludable en comparación con los estudios farmacoepidemiológicos convencionales.

En el estudio, publicado en la revista científica ‘The Lancet Healthy Longevity’, participaron 321.412 británicos blancos del Biobanco del Reino Unido con datos genómicos y fenotípicos válidos. Los investigadores obtuvieron métricas de envejecimiento de interés, incluyendo la edad fenotípica derivada de la edad cronológica y nueve marcadores clínicos, y la longitud de los telómeros leucocitarios (LTL).

Para evaluar el efecto específico de la metformina en los biomarcadores del envejecimiento, los investigadores identificaron variantes en los genes codificadores de proteínas relacionados con la metformina utilizando datos del proyecto Genotipo-Expresión Tisular (GTEx) y del Biobanco del Reino Unido, con enfoques estadísticos pertinentes (es decir, aleatorización mendeliana y colocalización).

Los investigadores también utilizaron un diseño observacional convencional para comparar los biomarcadores de envejecimiento de los usuarios de metformina únicamente con los usuarios de otros fármacos antidiabéticos mediante emparejamiento por puntuación de propensión en el Biobanco del Reino Unido.

El equipo de investigadores descubrió que la reducción de la hemoglobina glucosilada (HbA1c) inducida por la diana de la metformina GPD13 se asociaba con una edad fenotípica más joven y una LTL más larga, mientras que AMPK-2 (PRKAG2)4 se asociaba únicamente con una edad fenotípica más joven.

Estos efectos podrían deberse en parte a la propiedad glucémica de la metformina. Estos hallazgos de los análisis genéticos fueron corroborados por los análisis de emparejamiento de puntuación de propensión.