jueves, 9 de enero de 2014

Una prueba sencilla puede detectar cáncer de cuello de útero

WASHINGTON.- Investigadores de la Universidad de Louisville, en Kentucky, Estados Unidos, han confirmado que el uso del perfil de temperatura de la sangre de una persona, llamado termograma de plasma, puede servir como un indicador de la presencia o ausencia de cáncer cervical, incluso la etapa en la que está el tumor. El equipo, dirigido por Nichola Garbett, ha publicado sus hallazgos en la edición digital de 'Plos One'.
 
   "Hemos sido capaces de hallar una prueba más conveniente y menos intrusiva para la detección y estadificación del cáncer de cuello uterino", destaca Garbett. Para hacer un termograma de plasma, una muestra de plasma sanguíneo se "derrite" produciendo una firma única que indica el estado de salud de una persona.
   Esta firma representa las principales proteínas en el plasma sanguíneo, medidos por calorimetría diferencial de barrido (DSC). El equipo, formado por Brad Chaires, Ben Jenson, William Helm, Michael Merchant y Jon Klein, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville, ha demostrado que el perfil del termograma de plasma varía cuando una persona tiene o no la enfermedad.
   El equipo cree que las moléculas asociadas a la presencia de la enfermedad, llamados biomarcadores, pueden afectar el termograma de una persona con enfermedad cervical. Estos expertos utilizaron espectrometría de masas para mostrar que los biomarcadores asociados con el cáncer de cuello de útero existían en el plasma.
"La clave no es la temperatura de fusión real del termograma, sino la forma del perfil de calor", concreta Garbett. "Hemos sido capaces de establecer termogramas para una serie de enfermedades. Comparando muestras de sangre de los pacientes que están siendo analizados y tratados en los termogramas nos debe permitir un mejor seguimiento de los pacientes. Esta será una oportunidad para que ajustemos los tratamientos de forma que sean más eficaces", añade.
   Chaires observó que los termogramas de plasma tienen diferentes patrones asociados con distintos grupos demográficos, así como para diferentes enfermedades. La prueba no es invasiva y requiere sólo una simple extracción de sangre.

Descubrimiento en EE.UU. genera esperanza en la lucha contra el cáncer

WASHINGTON.- Científicos estadounidenses son responsables de un avance médico que podría evitar el 90% de las muertes de los enfermos de cáncer: las células cancerosas pueden ser destruidas en el torrente sanguíneo, impidiendo que lleguen a los órganos sanos.

Actualmente la cirugía y la radioterapia son efectivas en el tratamiento de los tumores en las primeras etapas de la enfermedad, pero a menudo es difícil de detectar el cáncer secundario en otras partes del cuerpo, hasta que es demasiado tarde para un tratamiento.

Los investigadores de la Universidad de Cornell, EE.UU., han descubierto que la inyección de proteínas en la sangre atrae y mata las células cancerosas antes de que puedan propagarse de los tumores primarios a órganos sanos, informa 'The Telegraph'.

El principio del nuevo método, descrito en el estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', es unir proteínas que matan el cáncer con los glóbulos blancos de la sangre que viajan a través del torrente sanguíneo. Cuando una célula cancerosa entra en contacto con proteínas adhesivas, que es casi inevitable en el flujo frenético de la sangre, esto supone su eliminación.
"Alrededor del 90% de las muertes por cáncer están relacionadas con la metástasis, pero ahora hemos encontrado una manera de enviar un ejército de asesinos de glóbulos blancos que causan apoptosis (la propia muerte de las células cancerosas), borrándolas del torrente sanguíneo", explica el ingeniero biomédico de la Universidad de Cornell, Michael King. "Rodeados de estos chicos, es casi imposible que las células cancerosas escapen", aseguró.
El científico ha especificado que el mecanismo es sorprendente e inesperado, ya que ha demostrado que la inyección de glóbulos blancos en la sangre es más eficaz que inyectar directamente en las células cancerosas liposomas o proteína soluble.
Los investigadores han estimado que el nuevo tratamiento mata con éxito a las células cancerosas en el 60% de los casos. Por ahora la investigación se ha realizado en sangre humana en el laboratorio y en ratones vivos, pero no en pacientes.
"Se necesita mucha más investigación para ver si la técnica podría realmente detener la propagación del cáncer en los seres humanos", admitió King.