miércoles, 12 de diciembre de 2012

La terapia combinada ayuda a disminuir los síntomas de la apnea del sueño


El uso de una terapia de combinación mejoró síntomas como el insomnio reducida y un mejor control de la apnea obstructiva del sueño (OSA, en sus siglas en inglés) en aquellas personas con la enfermedad que viajan a altitudes más altas, algo que puede esacerbar los síntomas, según un estudio preliminar publicado en 'The Journal of the American Medical Association'.

   Viajar a zonas de montaña altas puede exponer a estos pacientes a la hipoxemia (niveles anormalmente bajos de oxígeno en la sangre) y la exacerbación de la apnea del sueño, explican los autores de la investigación, quienes alertan de que aún no hay un tratamiento para estos enfermos en este contexto.
   Tsogyal D. Latshang, de la Universidad de Zurich (Suiza) y sus colegas realizaron un estudio para evaluar si la toma de la droga acetazolamida, un estimulante respiratorio utilizado para tratar el mal de montaña agudo y de respiración periódica a gran altitud, combinado con autoajuste de la presión respiratoria positiva continua (autoCPAP, controlando el ajusto continuo de la presión de la mascarilla por ordenador) proporcionaría una mejor oxigenación y control de los trastornos del sueño en pacientes con AOS en altitud moderada.
   El ensayo aleatorizado incluyó 51 pacientes con AOS que viven por debajo de una altitud de 800 metros y que reciben terapia CPAP que se sometieron a estudios en un hospital universitario de 490 metros y alojamientos en aldeas de las montañas suizas a 1.630 metros y 2.590 metros en el verano de 2009. Los pacientes fueron estudiados durante dos estancias de 3 días cada uno en los pueblos de montaña, en donde tomaron acetazolamida (750 mg / día) o placebo además de autoCPAP.
   Los investigadores encontraron que en 1.630 metros y 2.590 metros, acetazolamida y el tratamiento combinado autoCPAP se asoció con mayor saturación de oxígeno y un menor apnea/index hipopnea (IAH, en sus siglas en inglés) en comparación con placebo y autoCPAP. AutoCPAP con acetazolamida aumentó el punto medio de saturación de oxígeno nocturna en un 1 por ciento, a 1.630 metros y un 2 por ciento, a 2.590 metros.
   También, acetazolamida y autoCPAP consiguieron controlar mejor la apnea del sueño en estas alturas que el placebo y autoCPAP: la mediana de apnea/hipopnea fue de 5,8 eventos por hora (5,8 por h) y 6,8 por h frente a 10,7 por h y 19,3 por h, respectivamente; mientras que la reducción media fue de 3,2 por h y 9,2 por h. La media noche-tiempo con una saturación de oxígeno inferior al 90 por ciento, a 2.590 metros fue del 13 por ciento frente a 57 por ciento.
   "Los datos muestran que la terapia combinada con acetazolamida y autoCPAP proporciona una mejor oxigenación durante el sueño y la vigilia, impide una exacerbación de apnea del sueño en la altura y reduce el tiempo despierto durante las noches en comparación con autoCPAP solo. También demuestran que autoCPAP solo es una terapia eficaz para las apneas/hipopneas obstructivas incluso en altitudes donde las apneas/hipopneas centrales emergen", escriben los autores.

Reirse mejora la salud del corazón

Al reírse se activan los sistemas respiratorio, neurológico y cardiovascular en el organismo que desencadena un proceso que libera endorfinas facilitando la vasodilatación y reduciendo la arterioesclerosis y, en consecuencia, "es beneficiosa para la salud cardiovascular", señala el vicepresidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), el doctor José Luis Palma Gámiz.

   Este experto, quien destaca también tener una actitud positiva ante la vida, ya que los aspectos psicológicos son factores determinantes que afectan a la salud y el bienestar, recuerda que, "por el contrario, los estados de estrés producen alteraciones en la pared vascular y favorecen la aparición de arteriosclerosis".
   Además, esta comprobado que la risa disminuye los niveles de hormonas asociadas con el estrés, se aumentan los niveles de óxido nítrico y la cantidad de colesterol bueno, y se potencia la actividad de los linfocitos, agentes que ayudan al sistema inmunológico ante el ataque de células tumorales.
   Según explica Palma, "el óxido nítrico es el vasodilatador natural más potente que se conoce. Cuando actúan conjuntamente sustancias como la serotonina y el óxido nítrico se producen las condiciones óptimas para una mayor vasodilatación, especialmente en los pequeños vasos sanguíneos, y, por tanto, disminuye la posibilidad de que se produzca una alteración del endotelio".
   Por el contrario, "el estrés permanente condiciona la presencia de hormonas vasoconstrictoras que afectan al endotelio y facilitan que las sustancias que arrastra la sangre, como por ejemplo el colesterol, penetren en la pared interior de los vasos sanguíneos, dando lugar a distintas enfermedades cardiovasculares".
   En definitiva, aunque "la salud es algo muy complejo que depende tanto de aspectos ambientales como físicos", son diversos estudios los que, recuerda Palma, "demuestran que la actitud ante la vida también influye, y mucho, en el bienestar de nuestro corazón".  
   "Estar en paz uno mismo y con su entorno y tener una actitud positiva frente a la vida, viendo los aspectos buenos y quitando aquellos que nos la complican, ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares", concluye.
   Son diversos estudios los que han demostrado los beneficios de la risa en el sistema cardiovascular, uno de ellos, realizado por la Unidad de Cardiología Preventiva del Centro Médico de la Universidad de Maryland (EEUU), que demostró que las personas que han sufrido un infarto agudo de miocardio ríen hasta un 40 por ciento menos que las personas que no han sufrido ningún tipo de enfermedad cardiovascular.
   Este mismo centro realizó otro estudio en el que sometió a los participantes a situaciones cómicas y estresantes, como ver películas de uno u otro género. Tras analizar su reacción fisiológica, se comprobó que la diferencia diametral arterial ente estas dos situaciones opuestas oscilaba entre un 30 y un 50 por ciento.
   Así, en el caso de las películas estresantes, las arterias se contraen dificultando el aporte sanguíneo y aumentando el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, mientras que en situaciones cómicas, estas se dilatan, mejorando así la circulación de la sangre.

Asocian los atracones de comida al inicio en el abuso de drogas y alcohol

  Los atracones de comida, es decir, comer una cantidad de alimentos más grande que la que comería la mayoría de la gente en un período similar en circunstancias similares y sentir una falta de control sobre la ingesta durante el episodio, pueden estar asociados con el inicio del uso de la marihuana y otras drogas, según los resultados de un estudio de adolescentes y adultos jóvenes publicado en 'Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine'.

   Kendrin R. Sonneville, del Hospital de Niños de Boston (Estados Unidos), y sus colegas examinaron la asociación entre comer en exceso (sin pérdida de control) y el trastorno por atracón (comer en exceso, con pérdida de control) y los resultados adversos, tales como, los síntomas del sobrepeso depresivo, borracheras frecuentes, el uso de marihuana y otras drogas.
   El estudio incluyó a 16.882 niños y niñas de entre 9 y 15 años de edad en 1996 cuya evaluación de comidas en exceso se realizó mediante cuestionarios cada 12 a 24 meses entre 1996 y 2005. Los atracones de comida eran más comunes entre las mujeres que entre los hombres, con entre un 2,3 por ciento y 3,1 por ciento de mujeres y entre un 0,3 por ciento y 1 por ciento de hombres que dijeron haberse dado atracones entre las edades de 16 y 24 años, de acuerdo con los resultados del estudio.
"En resumen, encontramos que la ingesta compulsiva, pero no comer en exceso, predijo la aparición de los síntomas depresivos con sobrepeso / obesidad y el empeoramiento. Asimismo, observó que cualquier exceso de comida, con o sin [pérdida de control], predijo el inicio del consumo de marihuana y otras drogas ", destacan los autores. Ni los atracones ni comer en exceso parecen estar asociados con el inicio del consumo abusivo de alcohol.
"Dado que el trastorno por atracón es el único predictivo de algunos resultados adversos y porque el trabajo previo ha descubierto que comer en exceso es susceptible de intervención, los médicos deben alentar a los adolescentes a frenar los atracones", concluyen los investigadores.

Las conmociones cerebrales afectan a los cerebros de los niños

Los cambios cerebrales en los niños que han sufrido una lesión cerebral traumática leve o concusión persisten durante meses después de la lesión aún incluso cuando los síntomas de la lesión ya no están, según revela un estudio publicado en la edición de 'The Journal of Neuroscience'. 

Los resultados ponen de relieve el beneficio potencial del uso de técnicas de imagen avanzadas para supervisar la recuperación de los niños después de una conmoción cerebral.
   Las conmociones cerebrales alteran la materia blanca del cerebro, las fibras largas que transportan información desde un área del cerebro a otra, según los resultados de la investigación. Algunos datos recientes sugieren que los cerebros en desarrollo de los niños pueden ser más vulnerables a los efectos de la lesión cerebral traumática leve.
   En el presente estudio, Andrew Mayer y sus colegas de la Red de Investigación de la Mente de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque (Estados Unidos) estudiaron específicamente a niños mayores (10-17 años) con lesión cerebral traumática leve y encontraron que los cambios estructurales en la sustancia blanca de los niños vistas unas dos semanas después de la lesión fueron evidentes más de tres meses después, a pesar de la desaparición de los síntomas relacionados con la lesión.
"Estos hallazgos pueden tener implicaciones importantes sobre cuándo es realmente seguro para un niño reanudar las actividades físicas que pueden producir una segunda conmoción cerebral, lo que podría dañar aún más un cerebro ya vulnerable", explicó el profesor Mayer.
   Los investigadores realizaron pruebas cognitivas y utilizaron una técnica de imagen avanzada conocido como tensor de difusión (DTI, en sus siglas en inglés) para examinar los cerebros de 15 niños que tuvieron recientemente (tras los 21 días desde la lesión) una conmoción cerebral y 15 niños no afectados. Durante una visita de seguimiento aproximadamente cuatro meses después de la lesión, los científicos repitieron las pruebas cognitivas y de imagen.
   Las pruebas iniciales revelaron que los niños con la lesión cerebral leve tenían déficits cognitivos sutiles y cambios en la materia blanca en comparación con sus homólogos sanos. Mientras que los niños no reportaron síntomas de la lesión durante los meses de visita del seguimiento posterior, las imágenes de DTI revelaron que los cambios estructurales en el cerebro se mantuvieron.
"La magnitud de los cambios en la materia blanca en los niños con lesión cerebral traumática leve era más grande de lo que se ha sabido previamente para los pacientes adultos con lesión cerebral traumática leve --dijo Mayer--. Esto sugiere que las diferencias de desarrollo en el cerebro o en el sistema músculoesquelético puede hacer que los pacientes pediátricos sean más susceptibles a la lesión".
   Basado en los datos de imagen obtenidos durante el estudio, los investigadores fueron capaces de distinguir con precisión los cerebros de los pacientes que tenían lesiones cerebrales traumáticas leves de los que estaban sanos el 90 por ciento del tiempo. Tales hallazgos sugieren que el DTI, que no requiere el uso de radiación ionizante, un día podría ser utilizado para diagnosticar la lesión y para caracterizar mejor el proceso de recuperación en el cerebro.
   Christopher Giza, especialista en lesiones cerebrales de desarrollo del Hospital de Niños de Mattel y del Centro de Investigación de la Lesión de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos), que no participó en el estudio, señaló que si bien el número de pacientes en el estudio fue pequeño, los resultados marcan "un importante paso adelante en la comprensión de los efectos de la lesión cerebral traumática leve en el cerebro en desarrollo".
   "Es necesario seguir trabajando para determinar si los cambios en la materia blanca presentes a los cuatro meses representan un proceso de recuperación prolongado o cambio permanente en el cerebro. La determinación de la duración de los cambios estructurales y si estos tienen implicaciones clínicas siguen siendo las áreas críticas para futuros estudios", resumió Giza.

Tener una televisión en el dormitorio puede aumentar el riesgo de obesidad en los niños

Tener una televisión en el dormitorio puede aumentar el riesgo de obesidad en los niños, según ha evidenciado un estudio de del Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge de Los Angeles (Estados Unidos) que ha sido publicada en 'American Journal of Medicine'.

En concreto, el autor principal de este trabajo, el doctor Peter T. Katzmarzyk, plantea la hipótesis de que "los altos niveles de audiencia televisiva y la presencia de un televisor en el dormitorio se asocian con un depósito específico de adiposidad y con el riesgo cardiometabólico".
Para él, la asociación establecida entre la televisión y la obesidad se basaba hasta ahora en el índice de masa corporal, sin embargo, la asociación entre la televisión y la masa grasa "es menos conocida". Por ella, y tras concluir el estudio, indica que "más de dos horas de televisión al día aumentan significativamente el tamaño de la cintura de los niños".
No obstante, los menores estadounidenses de entre 8 y 18 años se pasan una media de 4,5 horas delante del televisor, explica. De ellos, "el setenta por ciento tienen una televisión en el dormitorio y alrededor de un tercio de los que tienen entre 6 y 19 años tienen obesidad", expone.
Además, tal y como evidencian trabajos anteriores, el tiempo de ver la televisión durante la infancia y la adolescencia continúa en la edad adulta, "lo que se traduce en exceso de peso y colesterol elevado", indica. Por ello, se decidió a evaluar a 369 niños de entre cinco y 18 años entre el año 2010 y el 2011.
Estos menores presentaban un índice de masa corporal elevado a causa de "la circunferencia de sus cintura, su presión arterial en reposo, sus triglicéridos en ayunas, sus lipoproteínas de alta densidad de colesterol y glucosa, su masa grasa y su grasa del estómago", señala. De todos los participantes, lo que afirmaron tener televisor en su habitación presentaron "más grasa y masa de tejido adiposo subcutáneo, así como una mayor circunferencia de la cintura", observa Katzmarzyk.
Por ello, se deduce que los menores con un aparato de televisión en su dormitorio y que ven la televisión más de dos horas al día "tienen hasta 2,5 más probabilidades de tener altos niveles de masa grasa", manifiesta. Sin embargo, poseer una televisión en la habitación no sólo está relacionado con la obesidad, ya que también puede provocar "una menor cantidad de sueño".
Así lo explica la coautora del estudio, la doctora Amanda Staiano, que concluye afirmando que un televisor en el dormitorio de un menor "puede crear perturbaciones adicionales a los hábitos saludables".

La ingesta de alimentos grasos podría desembocar en ansiedad o depresión

La ingesta de alimentos azucarados y grasos podría provocar cambios químicos en el cerebro, similares a un periodo de abstinencia, y generar ansiedad o depresión, según un estudio, realizado en ratones, y publicado en 'International Journal of Obesity'.

"Al trabajar con ratones, cuyos cerebros son, en muchos aspectos similares al nuestro, descubrimos que la neuroquímica de los animales que habían sido alimentados con una dieta rica en azúcar y grasa eran diferentes de los que habían sido alimentados con una dieta saludable", ha resumido una de las autoras, la doctora Stephanie Fulton de la Facultad de Medicina de Montreal (Canadá).
Dicho esto, ha asegurado que las sustancias químicas modificadas por la dieta se asocian con depresión. "Un cambio de dieta provoca síntomas de abstinencia y un mayor riesgo de padecer situaciones de estrés", ha señalado.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación estableció una dieta pobre en grasa a un grupo de ratones y otra rica en grasa a un segundo grupo durante más de seis semanas para ver cómo influía en su comportamiento.
Tras observar la liberación de dopamina, sustancia química relacionada con el bienestar --que también tienen las personas-- y la molécula CREB, que controla la activación de genes implicados en el funcionamiento del cerebro, se encontraron síntomas de ansiedad en los ratones que habían seguido una dieta rica en grasa.
"Estos ratones también tienen niveles más altos de corticosterona, una hormona que se asocia con el estrés, lo que explica la depresión y un comportamiento negativo", ha señalado Fulton.

Asocian fumar moderadamente con el riesgo de muerte súbita en mujeres

Las mujeres que fuman entre leve y moderadamente pueden ser significativamente más propensas que las no fumadoras a sufrir la muerte súbita cardiaca, según un nuevo estudio epublicado en la revista de la Asociación Americana del Corazón 'Arrhythmia & Electrophysiology'. Los resultados indican que los fumadores a largo plazo pueden tener un riesgo aún mayor pero que dejar de fumar puede reducir y eliminar las posibilidades con el tiempo.

   "Fumar cigarrillos es un factor de riesgo conocido para la muerte cardiaca súbita, pero hasta ahora, no sabíamos cómo afectaba la cantidad y la duración del tabaquismo en el riesgo entre mujeres aparentemente sanas, ni tampoco teníamos un seguimiento a largo plazo", afirma Roopinder K. Sandhu, autor principal del estudio y electrofisiólogo cardiaco del Instituto del Corazón de la la Universidad de Alberta Mazankowski en Edmonton, Alberta (Canadá).
   Los investigadores examinaron la incidencia de muerte súbita cardiaca entre más de 101.000 mujeres sanas en el Estudio de Salud de Enfermeras, que recogió los cuestionarios bianuales de salud de las enfermeras en todo el país desde 1976, entre los que figuraban los registros que había desde 1980, con 30 años de seguimiento. La mayoría de las participantes eran blancas y todas tenían entre 30 y 55 años de edad al inicio del estudio, siendo en la adolescencia la edad media de inicio al tabaco.
   Durante el estudio, 351 participantes murieron de muerte cardíaca súbita. Entre los hallazgos, destaca que las que fumaban entre leve y moderadamente, es decir, entre uno y 14 cigarrillos al día, tenían casi dos veces el riesgo de muerte súbita cardíaca que las que que no fumaban y aquellas sin antecedentes de enfermedad cardíaca, cáncer o derrame cerebral que fumaban tenían casi dos veces y media más de riesgo de muerte súbita cardiaca en comparación con las mujeres sanas que nunca habían fumado.
   Por cada cinco años de hábito tabáquico, el riesgo aumentó un 8 por ciento, mientras que entre las mujeres con enfermedad cardiaca, el riesgo de muerte cardiaca súbita se redujo a la de una no fumadora de 15 a 20 años después de dejar el tabaco. En ausencia de enfermedad del corazón, se observó una reducción inmediata en el riesgo de muerte súbita cardiaca, algo que ocurrió en menos de cinco años tras dejar de fumar.
   "La muerte súbita cardiaca es a menudo el primer signo de la enfermedad cardiaca en las mujeres, por lo que los cambios de estilo de vida que reduzcan ese riesgo son particularmente importantes", dijo Sandhu, quien también es un científico visitante en el Hospital Brigham and Women de Boston, Massachusetts (Estados Unidos). "Nuestro estudio muestra que el tabaquismo es un importante factor de riesgo modificable para la muerte cardiaca súbita entre todas las mujeres", concluye.