miércoles, 13 de marzo de 2019

Un brote de gonorrea multirresistente con origen en Ibiza pone en alerta a la UE

LONDRES/MADRID.- El Reino Unido investiga desde hace unos meses un brote con al menos cuatro casos de una variante de la gonorrea resistente a casi todos los antibióticos. Tres de los cuatro infectados son británicos que fueron a Ibiza en verano y tuvieron relaciones sexuales sin protección con compatriotas, según un estudio que aparece en la revista ‘Eurosurveillance’. 

El otro infectado tuvo relaciones en Reino Unido con una de las mujeres que estuvo en Ibiza y que ya estaba afectada. La cepa implicada es la FC428, surgida en China o el sudeste asiático y que hasta ahora solo había causado casos esporádicos fuera del continente. Los investigadores alertan ahora del peligro de que la gonorrea se propague por Europa. 
“Es muy posible que la transmisión entre nuestros casos haya ocurrido entre los residentes del Reino Unido que visitan Ibiza, un destino de fiesta europeo muy conocido, por lo que existe el riesgo de que se produzca una transmisión no detectada”, advierten. La enfermedad afecta a genitales, boca y recto, que pueden doler o supurar.
Según informa ‘El País’, el primer caso fue detectado en octubre en una clínica de salud sexual del Reino Unido. La paciente, que sufría molestias en el aparato urinario, pasó unos días en Ibiza y mantuvo relaciones sexuales sin protección con más de un compatriota. Luego hubo un segundo caso en el que una mujer también mantuvo sexo sin protección con un hombre. En ese momento, los investigadores descubrieron que la primera y segunda mujer habían tenido relaciones con el mismo hombre, que sin embargo dio negativo en los análisis.
El cuarto infectado del brote es otro hombre, con quien la mujer del segundo caso mantuvo relaciones en Reino Unido cuando aún estaba asintomática.
En todos los pacientes, la bacteria mostró su resistencia a los antibióticos y fue muy difícil de eliminar. 
Londres emitió tras investigar lo sucedido una alerta internacional por los contagios producidos de manera circunstancial en Ibiza y avisó a España y en concreto a Baleares.
Hace aproximadamente un mes, la Dirección General de Salud Pública del Govern balear confirmó que en ninguno de los hospitales de Ibiza se registró ningún caso de gonorrea perteneciente a la cepa sobre la que se emitió la alerta.
La Consellería de Salud detectó durante 2017 un total de 485 casos de infección gonocócica, un 66%más que en 2016, y 207 casos de sífilis, un 17,8% más que el año anterior.  Así lo revela el informe de la Red de Vigilancia Epidemiológica de Baleares correspondiente a 2017, que señala que estas dos enfermedades “presentan aumentos considerables de la incidencia afectando prácticamente a todos los ámbitos”, todas las Islas y Palma.
La tasa de infección gonocócica en Baleares se situó en 43,5 casos por cada 100.000 habitantes en 2017, mientras que en el año 2016 era de 26,4 puntos, y un índice epidémico de 2,74 puntos, “indicativo de incidencia por encima de los valores esperados”, según el informe, que detalla que tras una tendencia descendente en los años 80 y 90, desde 2010 la tasa ha ido aumentando progresivamente. 
Del total de casos, 300 corresponden a Palma, lo que marca una tasa por encima de 70. La mayor parte de los casos de gonorrea detectados en 2017 se notificaron desde centros específicos de atención a infecciones de transmisión sexual (215), 159 fueron notificados desde atención primaria y otros 111 por hospitales. El 82% de los pacientes eran hombres.
La resistencia a uno de los agentes que integran el actual tratamiento de la gonorrea, la azitromicina, amenaza la efectividad de la terapia contra la enfermedad, según los resultados del Programa Europeo de Vigilancia de Antimicrobianos Gonocócicos (Euro-GASP, por sus siglas en inglés) del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
Los países del espacio económico europeo analizaron 3.248 aislamientos gonocócicos en 2017 que revelaron que la resistencia a la azitromicina se situaba en un 7,5 por ciento, mientras que la de la cefixima, otro tratamiento para la gonorrea, se situaba en un 1,9 por ciento. Estos porcentajes se mantenían invariables respecto a los datos de 2016, que cifraban esta resistencia en un 7,5 por ciento y un 2,1 por ciento, respectivamente.
Además, el número de países que informaron acerca de aislamientos resistentes para cada antimicrobiano aumentó. Pero, por segundo año consecutivo, no se detectaron aislamientos con resistencia a la ceftriaxona, otro agente del tratamiento, en comparación con uno en 2015, cinco en 2014 y siete en 2013.
Según los resultados, el 86 por ciento de los pacientes recibieron ceftriaxona con o sin azitromicina. El uso de dos antimicrobianos para el tratamiento de la gonorrea, que se introdujo en 2012, probablemente contribuyó a una mayor susceptibilidad a la ceftriaxona, según el informe.
“El hecho de que no hayamos visto resistencia a la ceftriaxona en los aislamientos analizados en dos años consecutivos es prometedor. Pero, al mismo tiempo, el persistente nivel de resistencia a la azitromicina en Europa es una preocupación mayor para nosotros porque compromete la terapia dual con ceftriaxona recomendada”, ha explicado el experto del ECDC Gianfranco Spiteri.
“No hay una vacuna disponible y la capacidad para vigilar patrones de resistencia es insuficiente en algunas regiones. Si los antibióticos comunes dejan de funcionar por la resistencia, tenemos alternativas muy limitadas para tratar la gonorrea de forma exitosa”, ha avisado Spiteri.
Tratar la gonorrea con antibióticos eficaces reduce el riesgo de complicaciones de la enfermedad, como enfermedad pélvica inflamatoria, embarazos ectópicos, infertilidad y un aumento de la transmisión del VIH y análisis regulares para diagnosticar y tratar infecciones por la enfermedad en un estadio precoz, es una de las principales estrategias de salud pública para reducir la transmisión de la gonorrea. Se diagnosticaron casi 500.000 casos de gonorrea entre 2007 y 2016 en los países del espacio económico europeo.
No obstante, la integridad de los datos de los aislamientos del Euro-GASP con respecto al curso de tratamiento utilizado debe mejorar, puesto que la información sobre los mismos sólo estuvo disponible para el 37 por ciento de los aislamientos analizados en 2017.

La contaminación del aire mata más gente que fumar, según los científicos


LONDRES.- La polución del aire mata a más personas cada año que fumar, según una investigación publicada el martes que pide medidas urgentes para detener la utilización de combustibles fósiles. 

Investigadores en Alemania y Chipre estimaron que la contaminación del aire causó 8,8 millones de muertes en 2015, casi el doble de los 4,5 millones estimados anteriormente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que fumar mata a unos 7 millones de personas al año en todo el mundo.
Los investigadores concluyeron que en Europa, la estrategia clave de la investigación de la Sociedad Europea de Cardiología, la contaminación del aire causó aproximadamente 790.000 muertes, entre 40 y 80 por ciento de ellas por enfermedades cardiovasculares como ataques al corazón e ictus.
“Dado que la mayoría de las partículas y otros contaminantes del aire en Europa provienen de la quema de combustibles fósiles, necesitamos cambiar a otras fuentes de energía de manera urgente”, dijo el coautor del artículo, el profesor Jos Lelieveld, del Instituto Max-Plank para Química en Maguncia y el chipriota Cyprus Institute.
“Cuando usamos energía limpia y renovable, no solo estamos cumpliendo con el Acuerdo de París para mitigar los efectos del cambio climático, también podríamos reducir las tasas de mortalidad relacionadas con la contaminación del aire en Europa hasta en un 55 por ciento”.
El estudio, publicado en el European Heart Journal, se centró en el ozono y las partículas de contaminación más pequeñas, conocidas como PM2.5, que son particularmente dañinas para la salud, ya que pueden penetrar en los pulmones e incluso pueden llegar a la sangre.
Los investigadores dijeron que los nuevos datos indicaban que el impacto peligroso para la salud de las PM2.5, principal causa de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, era mucho peor de lo que se pensaba.
Instaron a una reducción en el límite superior de las PM2.5 en la Unión Europea, que actualmente se sitúa en 25 microgramos por metro cúbico, 2,5 veces más alta que la directriz establecida por la OMS.
“En Europa, el valor máximo permisible (...) es demasiado alto”, dijo Lelieveld y el coautor, el profesor Thomas Munzel, del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de Maguncia en Alemania, en una declaración conjunta.
“En Estados Unidos, Australia y Canadá, la directriz de la OMS se toma como base para la legislación, algo que también es necesario en la UE”.
En todo el mundo, la contaminación del aire causó 120 muertes en cada 100.000 personas al año, y en algunas partes de Europa esta tasa sube hasta 200 por cada 100.000.
“Para poner esto en perspectiva, significa que la contaminación del aire causa más muertes al año que fumar tabaco”, dijo Munzel.
“Fumar es evitable, pero la contaminación del aire no lo es”.