martes, 5 de junio de 2012

El 90% de los personas trasplantadas de corazón lo acepta y logra tener una vida normal

MADRID.- El 90 por ciento de las personas que reciben un nuevo corazón lo acepta correctamente y logra tener una vida normal si consigue controlar sus factores de riesgo, según informa la Fundación Española del Corazón (FEC) con motivo de la conmemoración del Día Mundial de los Trasplantados, el próximo 6 de junio. 

    Y es que, la esperanza de vida de un paciente trasplantado de corazón suele ser de unos doce años tras la operación, aunque en muchos casos esta cifra es muy superior ya que la media tiene en cuenta a los pacientes que pueden fallecer en cualquier momento de la evolución del trasplante, incluyendo el periodo perioperatorio inmediato.
   No obstante, según comenta el miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante del Servicio de Cardiología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, Juan Delgado, se debe tener también en cuenta que los pacientes que reciben el trasplante cardiaco suelen estar por encima de los 60 años, por lo que su esperanza de vida es la que le corresponde a esa persona por edad.
   Sin embargo, diversos estudios demuestran que la calidad de vida de la persona trasplantada es superior a la de pacientes que sufren enfermedades crónicas, como es el caso de la diabetes. En este sentido, Delgado reconoce que este tipo de pacientes sí que tienen más probabilidades de padecer otros problemas cardiovasculares aunque, ha apostillado, con una adecuada prevención y tratamiento suelen superar este riesgo.
   "Desde la FEC queremos recordar a los trasplantados una actitud cardiosaludable les permitirá llevar una vida normal. Por ello, deben seguir una dieta sana, realizar actividad física regular, seguir estrictamente los horarios en la toma de su medicación, evitar hábitos tóxicos como el tabaquismo y protegerse de la exposición directa al sol", recomienda este experto.
   Asimismo, en pacientes crónicos al figura del cuidador es "muy importante" pero, si se compara con otras enfermedades crónicas, la sobrecarga que recibe "no es muy importante".
 "En general, la familia debe facilitar una relación de normalidad con el paciente trasplantado y estar dispuesta a ayudar como lo harían en cualquier otro proceso. Es recomendable evitar el contacto directo con el paciente cuando padecen un proceso catarral, gripe o gastroenteritis aguda, por la posibilidad de contagiar el proceso", concluye Delgado.

Un estudio avala un cambio en el tratamiento del cáncer colorrectal avanzado

El tratamiento estándar del cáncer colorrectal avanzado, que combina el uso de quimioterapia y una terapia biológica, puede sufrir ciertas modificaciones próximamente después de que un estudio internacional con participación española haya demostrado que cuando el tumor comienza a progresar no es necesario cambiar todos los medicamentos que se estén utilizando.

   Así se desprende de los resultados del estudio 'TML' presentados en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO, en sus siglas en inglés) que se celebra en Chicago (EE.UU), que han demostrado que mantener el biológico y cambiar únicamente la quimioterapia permite retrasar casi dos meses la progresión de la enfermedad.
   El cáncer colorrectal sigue siendo el segundo tumor más letal en Europa y España, donde se diagnostican cada año unos 25.000 nuevos casos. De todos ellos, se estima que entre un 40 y 50 por ciento tendrá metástasis en a lo largo de su vida, de ahí que los expertos hayan incidido en la importancia de definir la pauta mas adecuada para estos casos.
   El estudio incluyó a más de 800 pacientes tratados con la terapia estándar para estos tumores, que actualmente comprende el uso de quimioterapia más el antiangiogénico bevacizumab, que Roche comercializa como 'Avastin', y cuando la enfermedad progresó se pasó a un segundo ciclo de quimioterapia pero se mantuvo el biológico.
   "Lo normal cuando el tumor progresaba era quitar toda la medicación e iniciar una nueva pauta de tratamiento", ha explicado el coordinador del estudio en España, Javier Sastre, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que ha destacado que los pacientes que se mantuvieron con 'Avastin' consiguieron estar hasta 5,7 meses sin que la enfermedad progrese, frente a los que 4,1 de quienes cambiaron todo el tratamiento, lo que supone "una mejora significativa" de lo que se conoce como supervivencia libre de progresión.
   Además, el riesgo de fallecimiento se redujo un 19 por ciento, ya que la mediana de supervivencia global desde la progresión fue de 11,2 meses en quienes mantuvieron el biológico frente a los 9,8 meses del grupo que no lo hizo.
   "Los datos son científicamente importantes y abren nuevas puertas", ha admitido este experto, que sin embargo duda si las autoridades reguladoras, como la FDA americana o la EMA en Europa, lo considerarán "coste-eficaz" para aumentar esta supervivencia y darán luz verde a esta nueva indicación.
   Lo que sí demuestra, ha añadido, es que mantener el antiangiogénico tanto en primera como en segunda línea es "clave para que los pacientes vivan más", al mismo tiempo que también apunta hacia la quimioterapia como responsable más directo de la primera recaída.
   No obstante, el antiangiogénico también acaba provocando resistencia,"aunque no sea a la vez que la quimioterapia", de ahí que tras estos resultados el siguiente paso sea investigar mejor los mecanismos de resistencia a estas terapias biológicas para tratar de revertirlas, bien combinándola entre sí o administrándolas de forma secuencial.
   España ha sido el segundo reclutador de pacientes a nivel mundial para este estudio gracias a la implicación del Grupo de Tumores Digestivos (TTD), aportando 158 pacientes de 39 hospitales españoles. La comunidad con más participación ha sido la Comunidad Valenciana, con 10 centros (Elche, Sagunto, Castellón, Torrevieja, Elda, el General de Alicante, el Doctor Peset, La Fe el Arnau de Vilanova y el General de Valencia), seguida de Madrid (los hospitales de Alcorcón, Fuenlabrada, Clínico San Carlos, Ramón y Cajal, La Princesa, Gregorio Marañón, 12 de Octubre e Infanta Cristina) y Cataluña, con siete (Parc Taulí, Hospitalet, Joan de Reus, Santa Creu i Sant Pau, Josep Trueta, Arnau de Vilanova de Lleida y el General de Catalunya).
   También han participado cuatro hospitales andaluces (el Virgen de las Nieves de Granada, el Valme de Sevilla, el Reina Sofía de Córdoba y el Juan Ramón Jiménez de Huelva), dos del País Vasco (Basurto y Donostia) y Aragón (el Miguel Servet y el Lozano Blesa), además del Marqués de Valdecilla de Cantabria, el HUCA de Asturias, el Hospital de Navarra, el Son Llatzer de Baleares, el General Yagüe de Burgos y el Juan Canalejo de Coruña.

Un 12% de las mujeres españolas están en la fase inicial de la menopausia

Los expertos reunidos en el doce Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que desde este martes se celebra en Alicante, han advertido que un doce por ciento de la población femenina española se encuentra en una etapa en la que comienza a disminuir la función ovárica y aparecen los primeros síntomas de la menopausia, lo que hace necesario unas pautas de cuidado específicas, según ha informado en un comunicado la organización del evento.

   Este porcentaje equivale a más de un millón de mujeres de la Comunitat Valenciana, cuya edad supera los 40 años, mientras que en el ámbito nacional alcanza a los cuatro millones. "Las diversas manifestaciones endocrinas, biológicas y clínicas asociadas a esta época de transición hacen necesarias unas pautas de cuidado específicas, tanto a nivel de calidad de vida como en lo que respecta al tratamiento hormonal", han apuntado los responsables del Congreso, que tendrá lugar en la capital alicantina hasta el próximo viernes.
   La duración de la perimenopausia varía entre los dos y cinco años y coincide con alteraciones relacionadas con el nivel de estrógenos causante de la redistribución de la grasa corporal debido al descenso de la actividad física durante esta fase, lo que produce, en consecuencia, un aumento del riesgo de síndrome metabólico y de eventos cardiovasculares.
   Por esta razón, el doctor y presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego, ha subrayado que "es fundamental seguir los principios de un estilo de vida saludable centrándose en la práctica de ejercicio físico, acompañado de una dieta adecuada, la supresión o restricción de hábitos tóxicos y otras medidas de autocuidado".
   En su opinión, "los cambios en el estilo de vida durante esta etapa pueden tener un potencial impacto sobre la morbilidad y, eventualmente, sobre la mortalidad". Así, incrementar la actividad física a 30 minutos diarios, dejar de fumar y seguir una dieta cardiosaludable incorporando suplementos dietéticos de calcio y vitamina D son los principales factores que ayudarían a modificar el riesgo de patologías.
   Para la edición del congreso de este año se ha escogido el lema 'Rumbo al Bienestar', con el objetivo de que durante la cita se diseñe un panorama terapéutico y preventivo que garantice el bienestar y la salud en las mujeres mayores de 40 años, así como un envejecimiento saludable.
   "Con este congreso queremos, desde una perspectiva integral y multidisciplinar, mejorar aún más la calidad de vida de la mujer durante esta etapa, siempre sin olvidarnos de que es la propia mujer la que debe participar en las decisiones clínicas y de tratamiento", ha resaltado Sánchez Borrego.
   En esta fase de primeros desequilibrios ováricos surgen también algunos síntomas que son habituales al final de la transición menopáusica y en la posmenopausia temprana, como los sofocos, que suelen estar asociados con trastornos del sueño, episodios depresivos y cambios en el estado de ánimo.
   En estos casos, "la mayoría de las mujeres posmenopáusicas, con la excepción de las mujeres con cáncer de mama o enfermedad cardiovascular conocida, que tienen síntomas de atrofia vaginal y/o la inestabilidad vasomotora, son buenas candidatas para la terapia de estrógenos", ha expuesto el presidente del Congreso, el doctor Francisco Quereda.
   Igualmente, los expertos que se han dado cita en Alicante también han incidido en los riesgos de la gestación durante la perimenopausia o menopausia temprana, ya que, en los últimos años, la edad de la maternidad se ha retrasado hasta superar en algunas ocasiones los 40 años, tal y como han apuntado al respecto.
   "La aplicación de técnicas de reproducción asistida se ha popularizado en los últimos años en esta franja de edad, pero hay que tener en cuenta las complicaciones que pueden surgir durante el embarazo, como la diabetes gestacional, la hipertensión, el crecimiento intrauterino restringido y la prematuridad, que siguen dependiendo de la edad de la madre. Como consecuencia, tanto el número de partos operatorios o instrumentales como la morbi-mortalidad perinatal y materna aumentan durante la perimenopausia", ha comentado el doctor Quereda.
   En cuanto al uso de anticonceptivos, a juicio del doctor Quereda, "la relación entre el tabaquismo, uso de anticonceptivos orales y la enfermedad cardiovascular es considerada un importante factor de riesgo durante esta etapa de la vida". "Sin embargo, para una mujer sana no fumadora, la prescripción de anticonceptivos hormonales no supone ningún problema si no hay contraindicación", ha aclarado.
   En relación a las dudas que pueden surgir entre la población femenina ante la llegada de esta fase, la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia ha creado por primera vez manuales prácticos denominados 'menoguías' sobre algunas de las patologías asociadas a la menopausia, como la osteoporosis, y en las que se incluye, además, un capítulo enfocado a las mujeres, para que los expertos conozcan qué información deben dar a sus pacientes.

En el año 2030 podría haber en España 42.738 nuevos casos de cáncer colorrectal

MADRID.-   Expertos sanitarios han avisado de que en el año 2030 pueden haber 42.738 nuevos casos de cáncer colorrectal que, a su vez, provoquen 28.388 muertes. Esto se debe a que esta enfermedad es el tumor maligno más frecuente en España, si se tienen en cuenta ambos sexos, y representa la segunda causa de muerte por cáncer. 

    Además, a pesar de los innegables avances en los tratamientos quirúrgicos y oncológicos, las tasas de supervivencia en estadios avanzados no se han modificado de forma sustancial en los últimos años. Por ello, la implementación de programas de cribado a gran escala presenta importantes retos.
   En este sentido, los expertos señalan la necesidad de que el coste de estos programas sea asumible por el sistema sanitario y su impacto sobre la salud de la población tenga una magnitud suficiente para justificar la inversión en un contexto de recursos económicos limitados.
   "La experiencia de países con larga tradición en la prevención de este cáncer mediante cribado poblacional demuestra que es posible reducir su incidencia y mortalidad. La mayor esperanza para reducir la tendencia en España es la prevención primaria y el cribado poblacional", recalcan desde la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD).
   Por ello, con motivo de la Semana de las Enfermedades Digestivas (SED 2012), organizada por la SEPD y que acoge su LXXI Congreso Nacional, se ha desarrollado la conferencia 'Prevenir o Curar en época de crisis', que ha contado con el director general de Osakidetza, Julián Pérez Gil, Director General, la directora de Salud Pública del Gobierno de Navarra, Marisol Aranguren, el coordinador de la Comisión de Excelencia de la SEPD, Fernando Carballo, y el presidente electo de la SEPD, Miguel Muñoz-Navas.
   Todos ellos, han abordado la pertinencia del cribado bienal de cáncer colorrectal y han recordado que uno de los retos planteados, en el contexto de la grave crisis actual, es el de asegurar la extensión de los programas de cribado de cáncer colorrectal a la población como medida de prevención eficaz para reducir la mortalidad e incidencia, dados los gastos inmediatos que estos generan y que necesitan ser asumibles por el Sistema Nacional de Salud (SNS).
   Asimismo, durante la conferencia se ha puesto de manifiesto que extender los programas de cribado en esta enfermedad en España forma parte de los objetivos aprobados en la Estrategia Nacional del Cáncer del Sistema Nacional de Salud, que es una acción pertinente, es coste-efectiva y puede ahorrar en el futuro costes directos e indirectos muy importantes.
   "No hay justificación para no actuar en prevención del cáncer colorrectal y especialmente no la hay en época de crisis, ya que no hay coste social mejor invertido que el que ahorra sufrimiento, muertes e incluso dinero", ha asegurado Carballo.
   Diversas investigaciones han demostrado que todas las estrategias de cribado para este tipo de cáncer, excepto la colonoscopia virtual, son en la actualidad coste-efectivas, si bien los métodos basados en la determinación de sangre oculta en heces lo son en mayor medida.
   "Los costes del cribado son importantes, sus retos de sostenibilidad para sus programas también, pero son mucho mayores los inasumibles costes del cáncer colorrectal, cifrados para España en euros de 2003 en la impactante cifra de 1.051.199.326 euros, que si se trasladan a 2012, simplemente teniendo en cuenta la evolución del índice de precios de consumo (IPC) asciende a 1.331.572.198 euros", ha comentado Carballo.
   Asimismo, rigurosos análisis de coste-efectividad realizados en nuestro medio y procedentes de ámbitos institucionales establecen que el coste-efectividad incremental para el cribado bienal de este cáncer con la prueba inmunológica de sangre oculta en heces, el seleccionado en nuestro SNS, fue de 2.265 euros por año de vida ajustado por calidad ganado, frente a no cribado, cifra "extraordinariamente" baja para los umbrales normalmente aceptados de coste-efectividad que tienden a situarse en los 30.000 euros por AVAC.
   Por otra parte, desde finales de 2009 en España quedó establecido en la actualización de la Estrategia Nacional del Cáncer del Sistema Nacional de Salud, el objetivo de implantación de programas de cribado de cáncer colorrectal para población de riesgo medio-bajo organizados con carácter poblacional.
   Estos programas deben tener como bases una población objetivo: entre 50 y 69 años, en una primera etapa y la 'sangre oculta en heces' (SOH) como prueba de cribado, realizada con un intervalo de exploración de 2 años. "En esa misma actualización se establece que para el año 2015 se alcanzará una cobertura a nivel nacional para este grupo de edad del 50 por ciento", comenta Carballo.
   Igualmente se ha establecido como objetivo el implantar sistemas de vigilancia y evaluación de calidad de estos programas, impulsando el desarrollo y puesta en marcha de sistemas de información que permitan la evaluación conjunta y por comunidades autónomas, tanto del proceso en sí como del impacto de los mismos de acuerdo a los estándares establecidos en las guías de control de calidad europeas, asignando dicha evaluación a la Red de Programas de Cribado de Cáncer de España.
   Actualmente, unas nueve comunidades autónomas cuentan con programas estables o pilotos, y la cobertura en 2012 ya alcanza a casi el 15 por ciento del total de la población diana del conjunto del país y los resultados de estos programas son excelentes.

Activan la grasa buena corporal aplicando frío

  Investigadores del Centro de Diabetes Joslin, en Estados Unidos, han observado que la 'grasa buena' se activa con el frío, y no con efedrina. El hallazgo podría ayudar a luchar contra la epidemia actual de obesidad. Los científicos han demostrado que, mientras que un tipo de 'grasa buena' en el cuerpo puede ser activada por las bajas temperaturas, el medicamento efedrina no causa los mismos efectos. 

   El estudio, publicado en 'PNAS', puede conducir al desarrollo de fármacos, u otros métodos, destinados a la activación de la grasa buena, conocida como grasa parda -cuando se activa, la grasa parda quema calorías, y puede ayudar en la batalla contra la obesidad.
   "Creemos que los agentes que trabajan de manera similar al frío, en la activación de la grasa marrón, pueden proporcionar enfoques prometedores en la lucha contra la obesidad, y reducir al mínimo otros efectos secundarios", afirma Aaron Cypess, investigador y médico en el Centro Joslin, y autor principal del artículo. Cypess añade que, "también, hemos observado que la efedrina no consigue lo mismo que el frío".
   La grasa parda se encuentra en los seres humanos, de forma natural, y consume calorías para generar calor. Estudios previos han mostrado que la grasa parda puede ser activada por exposición al frío, en un proceso llamado 'termogénesis sin temblor'.
  Los investigadores han intentado, durante años, encontrar maneras de activar la grasa parda. La efedrina, un descongestionante y broncodilatador, se ha utilizado para la pérdida de peso, debido a que aumenta el número de calorías quemadas.
   Sin embargo, tiene efectos secundarios. En este estudio, el equipo del Centro Joslin trabajó con 10 participantes, que recibieron inyecciones de efedrina, inyecciones de solución salina (control), o tuvieron que llevar chalecos de enfriamiento. Después de cada intervención, la actividad de la grasa parda se midió utilizando Tomografía por Emisión de Positrones/Tomografía Computarizada (PET / CT, por sus siglas en inglés).
   Los investigadores observaron entonces que la actividad de la grasa parda no mostró cambios tras la inyección de efedrina y las inyecciones de solución salina. Sin embargo, después de que los sujetos llevaran chalecos de refrigeración durante dos horas, la actividad de esta grasa cambió de manera significativa.
"Ambas intervenciones, las inyecciones de efedrina, y el uso de los chalecos de refrigeración, dieron lugar a la misma pérdida de calorías", según señala Cypess; quien añade que, "sin embargo, observamos que la efedrina no estaba usando la grasa parda para quemar calorías -esta es la primera vez que se observa que la efedrina no activa la grasa parda".
   La exposición al frío estimula el gasto de energía a través de la grasa parda, lo que sugiere que el frío activa vías simpáticas específicas. Los agentes que imitan la activación de la grasa parda mediante el frío podrían proporcionar un enfoque prometedor para el tratamiento de la obesidad, y reducir al mínimo los efectos secundarios.
   Como resultado de los hallazgos, las compañías farmacéuticas lo tendrán más fácil para encontrar encontrar agentes que estimulen la grasa marrón, y ayudar, así, a las personas a perder peso. Un método podría ser, simplemente, el diseño de chalecos de enfriamiento para ayudar a la pérdida de peso. Un estudio futuro probará los chalecos en sujetos, durante varias semanas, para comprobar si, así, pueden obtener los mismos beneficios para la salud que proporcionan varias semanas de ejercicio.