Además, mantiene sus propiedades de filtración durante más tiempo respecto a las FFP2 convencionales y adicionalmente tiene otras ventajas añadidas como una mejor evacuación del calor, de la humedad y el CO2 causados por la respiración, por tanto, genera un mayor confort.

Este avance, según explica José María Lagarón, Investigador de CSIC y líder del grupo de investigadores que ha desarrollado junto a Bioinicia el filtro de nanofibras 'Proveil', destaca porque son "mascarillas con propiedades antimicrobianas que protegen frente a bacterias y virus".

"En nuestros ensayos no solamente hemos analizado microorganismos patógenos, bacterias, como hacen algunas empresas que dan por válido el pensar que si mata bacterias también mata al coronavirus. No, nosotros hemos analizado la capacidad de matar bacterias comunes a las que nos enfrentamos y que habitualmente se encuentran en mascarillas y que se pueden respirar también en quirófanos, en espacios sanitarios etc, y además el comportamiento frente al virus modelo del coronavirus", señala.

Para probar la efectividad del componente del filtro viricida, se ha hecho con un tipo específico de coronavirus, un modelo equivalente del coronavirus que afecta a los humanosPara probar la efectividad del componente del filtro viricida, se ha hecho con un tipo específico de coronavirus, un modelo equivalente del coronavirus que afecta a los humanos, el Feline Corona Virus, Strain Munich. 

"La clave de su efectividad es precisamente esta: aplicamos el tratamiento donde es más efectivo, en el filtro, porque es ahí donde se paran los microorganismos", explica.

Estos microorganismos se quedan varados porque no pueden pasar por la barrera mecánica de las nanofibras del filtro y mientras están ahí retenidos, empieza a actuar el viricida. "Lo que hemos visto es que el coronavirus se inactiva hasta en un 97%, en dos horas de contacto. Mientras que, en el caso de las bacterias, el filtro 'Proveil' con propiedades viricidas en tres horas de contacto inactiva al 99,9%", afirman.

Este modelo de mascarillas mantiene sus propiedades de filtración durante más tiempo respecto a las FFP2 convencionales y adicionalmente tiene otras ventajas añadidas como una mejor evacuación del calor, de la humedad y el CO2 causados por la respiración, por lo que generan un mayor confort, según explican sus creadores.

"Hemos analizado la capacidad de matar bacterias comunes a las que nos enfrentamos y que habitualmente se encuentran en mascarillas y que se pueden respirar también en quirófanos o en espacios sanitarios, además del comportamiento frente al virus modelo del coronavirus", relata el investigador del CSIC, José María Lagarón.

La efectividad de estas mascarillas ante la COVID-19 ha sido comprobada empleando el Feline Corona Virus, un modelo equivalente al que afecta a los seres humanos. "La clave de su efectividad es que aplicamos el tratamiento donde es más efectivo, en el filtro, porque es ahí donde se paran los microorganismos", explica José María Lagarón.

"Lo que hemos visto es que el coronavirus se inactiva hasta en un 97%, en dos horas de contacto. Mientras que, en el caso de las bacterias, el filtro 'Proveil' con propiedades viricidas en tres horas de contacto inactiva al 99,9%", añade el investigador del CSIC.

Según explica José María Lagarón, Investigador de CSIC y líder del grupo de investigadores que ha desarrollado junto a Bioinicia el filtro de nanofibras Proveil, destaca porque son “mascarillas con propiedades antimicrobianas que protegen frente a bacterias y virus. En nuestros ensayos no solamente hemos analizado microorganismos patógenos, bacterias, como hacen algunas empresas que dan por válido el pensar que si mata bacterias también mata al coronavirus. No, nosotros hemos analizado la capacidad de matar bacterias comunes a las que nos enfrentamos y que habitualmente se encuentran en mascarillas y que se pueden respirar también en quirófanos, en espacios sanitarios etc, y además el comportamiento frente al virus modelo del coronavirus”.

La clave de la efectividad pasiva y activa de las mascarillas Proveil con propiedades viricidas se encuentra en su filtro, según afirma Lagarón. “Además, también nos han medido, en un centro inglés (Microbiological Solutions Ltd) siguiendo la norma ISO 18184:2019, la capacidad que tiene nuestra sustancia sólida grado farmacéutico que hemos añadido al filtro para inactivar el modelo del virus que causa la covid-19. En este caso, para probar la efectividad del componente del filtro viricida, lo hemos hecho con un tipo específico de coronavirus, un modelo equivalente del coronavirus que afecta a los humanos, el Feline Corona Virus, Strain Munich. Lo que dicho laboratorio ha medido nos ha sorprendido muy gratamente: el agente viricida que va incluido dentro del filtro de la mascarilla empieza a actuar en el mismo momento en el que entra en contacto con el virus. La clave de su efectividad es precisamente esta: aplicamos el tratamiento donde es más efectivo, en el filtro, porque es ahí donde se paran los microorganismos. Se quedan ahí varados porque no pueden pasar por la barrera mecánica de las nanofibras del filtro y mientras están ahí retenidos, empieza a actuar el viricida. Lo que hemos visto es que el coronavirus se inactiva hasta en un 97%, en dos horas de contacto. Mientras que, en el caso de las bacterias, el filtro Proveil con propiedades viricidas en tres horas de contacto inactiva al 99,9%”.

Para Lagarón “es un producto muy eficaz diseñado de una manera diferente a lo que hay en el mercado, donde los agentes antimicrobianos se suelen colocar como un recubrimiento sobre el exterior, pero claro, los aerosoles infectivos pueden atravesar fácilmente la capa donde está el tratamiento viricida, ya que esta no tiene propiedades de filtración. De esta manera, los microorganismos pasan la primera capa quedándose en el filtro, si este tiene unas capacidades buenas y certificadas de filtración. Por este motivo nosotros, los científicos participantes, pensamos que el procedimiento antimicrobiano eficaz es aquel en el cual el tratamiento actúa cuando el virus o la bacteria se queda retenido y quieto, y esto ocurre principalmente en el filtro. Este tratamiento antimicrobiano propio del filtro, combinado con la capacidad total de filtración frente a los aerosoles con carga viral infectiva, un buen ajuste de la mascarilla, y una pulverización con disolución alcohólica de las capas internas y externas entre uso y uso, garantizan la seguridad óptima para nuestras EPIs.