lunes, 17 de diciembre de 2012

Convierten células ordinarias del corazón en marcapasos biológicos

  Investigadores del Cedars-Sinai Heart Institute han reprogramado las células normales del corazón para convertirlas en réplicas exactas de las células marcapasos altamente especializadas mediante la inyección de un solo gen (Tbx18), lo que supone un importante paso adelante en la búsqueda de una terapia biológica para corregir los latidos cardiacos irregulares y fallando, según explican los autores en la edición del 8 de enero de 'Nature Biotechnology' y que avanza su web.

   "A pesar de que se han creado primitivos marcapasos biológicos antes, este estudio es el primero en demostrar que un solo gen puede dirigir la conversión de las células musculares del corazón a células marcapasos genuinas. Las nuevas células generaron impulsos eléctricos espontáneamente y eran indistinguibles de las células marcapasos nativos", explicó Cho Hee Cheol, científico del Instituto de Investigación del Corazón.
   Las células marcapasos generan actividad eléctrica que se propaga a otras células del corazón en un patrón ordenado para crear contracciones musculares rítmicas. Si estas células van mal, el corazón bombea de forma errática, en el mejor de los casos, y los pacientes deben someterse a cirugía para que se les coloque un marcapasos electrónico como la única opción de supervivencia.
   El latido del corazón se origina en el nódulo sinoauricular (SAN) de la cavidad superior derecha del corazón, donde se agrupan las células marcapasos y de 10.000 millones de células del corazón, menos de 10.000 son células marcapasos, a menudo conocidas como células SAN. Una vez reprogramadas por el gen Tbx18, las células marcapasos de nueva creación (SAN células inducidas o células ISAN) tenían todas las características clave de marcapasos nativos y mantuvieron sus SAN como características incluso después de que los efectos del gen Tbx18 se desvaneció.
   Los investigadores de Cedars-Sinai, empleando un virus diseñado para llevar un solo gen (Tbx18) que desempeñara un papel clave en el desarrollo embrionario de células marcapasos, directamente reprogramaron células del músculo cardiaco (cardiomiocitos) a las células marcapasos especializadas. Las nuevas células tomaron las características distintivas y la función de las células marcapasos nativas, tanto en células reprogramadas ene laboratorio como en estudios de cobaya.
   "Esta es la culminación de diez años de trabajo en nuestro laboratorio para construir un marcapasos biológico como una alternativa a los dispositivos electrónicos de estimulación", dijo Eduardo Marbán, director del Instituto Cedars-Sinai Heart. Si la investigación posterior confirma y avala los resultados de los estudios de células marcapasos, los investigadores creen que la terapia puede ser administrada por una inyección Tbx18 en el corazón de un paciente o mediante la creación de las células marcapasos en el laboratorio y trasplantarlas en el corazón.

Hallan un mecanismo para impedir que el sistema inmune destruya el hígado

Un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), dirigidos por la investigadora Guadalupe Sabio, ha descubierto un mecanismo para impedir que el sistema inmune destruya el hígado en caso de infección.

   Según informa en su último número la revista 'Journal of Clinical Investigation', esto es posible gracias una nueva vía de señalización que controla la producción de TNF, una citoquina implicada en distintos procesos patológicos, como la sepsis o la artritis, entre otros.
   Cuando el sistema inmune tiene que luchar contra algún tipo de infección pone en marcha una serie de células encargadas de localizar y destruir los microorganismos que están atacando al organismo. Para ello, como explica Sabio, es necesario que aumente el nivel en sangre de la proteína TNF-alfa.
   "Como todo en esta vida, el exceso es perjudicial y demasiada TNF-alfa puede llegar a destruir el hígado y causar la muerte", afirma la autora principal del hallazgo.
   El equipo que dirige esta científica, galardonada con el último Premio Impulsa de Ciencias, ha logrado descubrir una estrategia que evita el exceso de la proteína y, por lo tanto, el consecuente daño al hígado. En concreto, los investigadores han demostrado que las kinasas p38-gamma y la p38-delta regulan la cantidad de TNF-alfa que producen los ribosomas de la célula.
   Esto tiene importantes implicaciones prácticas, ya que se podría lograr reducir los niveles en sangre de la proteína sin modificar la actividad del gen del TNF-alfa.
   "Cualquier fármaco que impida la actividad de dichas kinasas conseguiría que los niveles de la proteína se rebajaran lo suficiente como para dejar de ser letales", subraya Sabio.
   Los investigadores han demostrado que se puede retrasar la muerte por 'shock' séptico mediante el uso de un inhibidor de estas kinasas ya conocido. Además, han descubierto que el factor determinante en este evento es la proteína eF2 regula la cantidad de TNF que se produce en el ribosoma. Además, las kinasas p38-gamma y la p38-delta controlan la actividad del llamado factor de elongacion eF2.
   Además, el equipo dirigido por la doctora Sabio ha conseguido en ratones silenciar la expresión de este factor de elongación, con el uso de virus modificados genéticamente, lo que ha provocado que los animales presenten una protección parcial frente al 'shock' séptico. "Debido al potencial que consideramos que tiene esta aproximación terapéutica, la hemos patentado", concluye Sabio.

Bajos niveles de adiponectina están asociados con mayor riesgo de cáncer de páncreas

Investigadores han encontrado una relación inversa estadísticamente significativa entre los niveles prediagnósticos de adiponectina plasmática, una hormona secretada por las células de grasa que tiene propiedades sensibilizantes a la insulina y antiinflamatorios, y el riesgo de cáncer de páncreas, según un estudio publicado este jueves en 'Journal of the National Cancer Institute'.

   Los niveles bajos de adiponectina en plasma están asociados con la resistencia a la insulina que se manifiesta en la obesidad y la diabetes mellitus, ambos de los cuales son factores de riesgo para el cáncer de páncreas. Con el fin de determinar si los niveles prediagnósticos plasmáticos de adiponectina tienen relación con un mayor riesgo de cáncer de páncreas, los científicos reunieron los datos de cinco estudios prospectivos de cohortes de Estados Unidos, pareados y 468 casos de cáncer de páncreas sujetos con 1.080 sujetos de control sanos por cohorte, año de nacimiento, tabaquismo, estado de ayuno y mes de la extracción de sangre.
"Nuestros datos proporcionan evidencia adicional de un vínculo biológico entre la obesidad, la resistencia a la insulina y el riesgo de cáncer de páncreas y también sugieren un papel independiente de la adiponectina en el desarrollo del cáncer de páncreas", escriben los autores, Ying Bao, del 'Channing Laboratory del Hospital Brigham and Women y de la Escuela de Medicina de Harvard y sus colegas.
   En un editorial acompañante, Jianliang Zhang, profesor asociado de Oncología y Steven N. Hochwald, del Departamento de Oncología Quirúrgica del 'Roswell Park Cancer Institute': "La detección temprana de la evaluación de la adiponectina tiene el potencial de mejorar las tasas de supervivencia de los pacientes con tumores de páncreas. También se invita a especular que las intervenciones terapéuticas para aumentar los niveles circulantes de adiponectina puede prevenir el desarrollo de cáncer de páncreas".

Una nueva técnica podría hacer terapias basadas en células inmunes más eficaces contra el cáncer

Un equipo dirigido por Michel Sadelain, director del Departamento de Ingeniería Celular del Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering en Nueva York (Estados Unidos) ha demostrado la eficacia de una nueva técnica que podría permitir el desarrollo más específico de terapias inmunológicas contra el cáncer basadas en las células, hallazgo que publica la revista 'Nature Biotechnology'.

   Las inmunoterapias, que hacen uso de los propias células inmunes de los pacientes aumentadas en el laboratorio, han mostrado algún éxito temprano en el tratamiento de cánceres de la sangre, incluyendo ciertos tipos de leucemia. Para la mayoría de los cánceres, sin embargo, las terapias celulares han sido más difíciles de desarrollar, en gran parte debido a que los investigadores no han podido desarrollar las células inmunes para atacar específicamente a las cancerosas sin dañar las células normales y saludables en el cuerpo.
   El enfoque de tratamiento, conocido como transferencia celular adoptiva (ACT), implica la ingeniería de una célula inmune llamada célula T, que se retiran de un paciente y se les agrega un gen para permitir que reconozcan un determinado antígeno en la superfcie de una célula cancerosa. Las células mejoradas se cultivan en el laboratorio y luego se vuelven a inyectar en el paciente para buscar y atacar las células cancerosas.
"Estamos mejorando en el trabajo con estas células T y su mejora para que podamos obtener una respuesta inmunológica potente contra el cáncer. El dilema ahora es que estamos preocupados con la limitación de estas respuestas y hacerlas lo más centradas posible para evitar efectos secundarios potencialmente dañinos", explica el doctor Sadelain.
   Las células de cáncer sobreproducen ciertos antígenos que pueden ayudar a reconocer las células T, pero esos mismos antígenos a menudo se encuentran en los niveles más bajos sobre las células sanas. "Hay muy pocos antígenos que se encuentren sólo en las células cancerosas", explica Sadelain, quien añade que ahora están introduciendo un concepto completamente nuevo.
   La nueva técnica hace uso de receptores conocidos como receptores de antígenos quiméricos (CARs), que permiten a las células T dirigir antígenos en la superficie de una célula tumoral, junto con otro tipo de receptor llamado receptor quimérico coestimulador (CCR), por el cual las células T pueden reconocer un segundo antígeno.
   En este estudio, el equipo creó células T que llevan un CAR para un antígeno llamado PSMA y CCR a un antígeno llamado LCSP. Tanto PSMA y PSCA se encuentra en las células de cáncer de próstata. Los investigadores entonces generaron modelos de ratón de cáncer de próstata y se les infundieron células manipuladas, por lo que los investigadores hallaron que las células T atacaron sólo tumores que llevan antígenos tanto para PSMA y PSCA.
"Somos los primeros en probar este concepto y demostrar que funciona", concluye Sadelain. Y añade: "Tenemos la intención de desarrollar ensayos clínicos basados en esta aproximación, aunque todavía no hemos decidido si el primer estudio será una prueba para el cáncer de próstata o de un tipo diferente de cáncer utilizando otros dos antígenos. En última instancia, nuestro objetivo es crear inmunoterapias específicas que son a la vez potentes y seguras para los pacientes. "

Asocian bajos niveles de vitamina D con excesiva somnolencia durante el día

  Niveles bajos de vitamina D pueden causar o contribuir a una somnolencia excesiva durante el día, ya sea directamente o por medio de dolor crónico, según las conclusiones de un estudio publicado este sábado en 'Journal of Clinical Sleep Medicine'. Sorprendentemente, esta correlación fue observada en una relación directa entre los pacientes de raza negra, es decir, mayores niveles de vitamina D asociados con un mayor nivel de somnolencia en estos individuos.

   "Si bien hemos encontrado una correlación significativa entre la vitamina D y la somnolencia, la relación parece ser más compleja de lo que habíamos pensado en un principio", explica David McCarty, investigador principal del estudio, quien aboga por realizar ahora un estudio de seguimiento y profundizar en esta relación.
   El estudio incluyó una serie consecutiva de 81 pacientes en clínicas del sueño que se quejaban de problemas de sueño y dolor inespecífico, todos ellos diagnosticados eventualmente con un trastorno del sueño, que en la mayoría fue de apnea obstructiva del sueño. Su nivel de vitamina D se midió por muestreo de sangre y la somnolencia se determinó con la Escala de Somnolencia de Epworth.
   Según los autores, este es el primer estudio que demuestra una relación significativa entre la somnolencia y la vitamina D. A su juicio, se observó que es lógica esta relación por raza porque una mayor pigmentación de la piel es un factor de riesgo para un bajo nivel de vitamina D.
   La investigación no fue diseñada para examinar la causalidad. Sin embargo, la investigación de los autores anterior y actual sugiere que los niveles por debajo de los considerados como óptimos de vitamina D pueden causar o contribuir a una somnolencia excesiva durante el día, ya sea directamente o por medio de dolor crónico.