lunes, 12 de noviembre de 2012

Los seres humanos están perdiendo poco a poco sus capacidades emocionales e intelectuales

Una hipótesis provocadora publicada en 'Trends in Genetics' sugiere que los seres humanos están perdiendo sus capacidades intelectuales y emocionales debido a que la intrincada red de genes que les dotan de su capacidad cerebral es particularmente susceptible a las mutaciones y que en la sociedad moderna estas mutaciones no están siendo seleccionadas.

   "El desarrollo de nuestras capacidades intelectuales y la optimización de miles de genes de inteligencia probablemente ocurrió en grupos dispersos de los pueblos antes de que nuestros ancestros emergieron de África", dice el autor de los informes, el doctor Gerald Crabtree, de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos).
   Este investigador explica que en ese entorno, la inteligencia era crítica para la supervivencia, y no era probable que hubiera una inmensa presión selectiva que actuase sobre los genes requeridos para el desarrollo intelectual, que conduce a un pico en la inteligencia humana. A partir de ese momento, es probable que poco a poco empezara a perder terreno.
   Con el desarrollo de la agricultura, vino la urbanización, que pudo haber debilitado el poder de la selección para eliminar mutaciones que conducen a la discapacidad intelectual. El doctor Crabtree sostiene que la combinación de una menor presión selectiva y el gran número de genes afectados fácilmente erosionan la capacidad intelectual y emocional del ser humano.
   En base a cálculos de la frecuencia con la que aparecen mutaciones deletéreas en el genoma humano y la suposición de que se necesitan entre 2.000 y 5.000 genes para la capacidad intelectual, el doctor Crabtree estima que dentro de 3.000 años (aproximadamente unas 120 generaciones) todas las personas han vivido dos o más mutaciones perjudiciales para su estabilidad emocional o intelectual.
   "Creo que vamos a conocer cada una de las millones de mutaciones humanas que pueden comprometer nuestra función intelectual y cómo cada una de estas mutaciones interactúan con otros procesos, como las influencias ambientales", afirma Crabtree, quien asegura que en ese momento se puede corregir cualquier mutación que se ha producido en todas las células de cualquier organismo en cualquier etapa de desarrollo. "Así, el proceso brutal de la selección natural no será necesario", sentenció.

Los síntomas de las enfermedades reumáticas se recrudecen con el frio

Las bajas presiones intensifican el dolor de las enfermedades reumáticas, como "la artritis, la artrosis y otras patologías de las articulaciones", según ha explicado el reumatólogo de la Clínica La Luz, el doctor José Félix Solano.

   En concreto, indica que estas afecciones "se recrudecen" con la llegada del mal tiempo, aunque confirma que éste no aumenta su gravedad. Lo que si puede provocar el frío y la humedad es la necesidad de "reajustar los tratamientos en algunos casos", lamenta.
   Todo ello provoca todos los años que, por estas fechas, las consultas de reumatología "registren un aumento de pacientes en busca de ayuda", asegura Solano. Éstos acuden a ellas porque, con los cambios meteorológicos, "se produce un repunte de la sintomatología dolorosa", indica.
   "Los propios pacientes en las consultas nos dicen que notan cuando va a cambiar la presión atmosférica, cuando viene la borrasca, porque les duelen más sus articulaciones enfermas", afirma el especialista. Para él, estas dolencias "parecen estar relacionados con un desorden del equilibrio magnético intraarticular, inducido por el descenso de la presión atmosférica".
   Por ello, Solano confirma que "no se trata, por tanto, de que el cambio de tiempo agrave el proceso de fondo, sino que el paciente lo vive con más sufrimiento porque le duele más". No obstante, éste es superado "haciendo los reajustes del tratamiento farmacológico y fisioterapéutico", señala.
   En cuanto al tipo de enfermedad que suele afectar al paciente, el experto de la Clínica La Luz subraya que las degenerativas, como la artrosis, que suelen aparecer entre la cuarta y quinta década de la vida, "son las más frecuentes". Tras ellas, se encuentran los reumatismos de partes blandas, que "aparecen a edades más tempranas y afectan a estructuras periarticulares como los tendones, las bursas, los músculos o las fascias", explica.
   Por último, señala como patologías con alta incidencia a la fibromialgia a las enfermedades metabólicas óseas y a las inflamatorias u autoinmunes, "cuyos máximos exponentes son la artritis reumatoide y las enfermedades del colágeno". Para evitarlas, lo mejor es "mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio de forma regular y ordenada", concluye.

El 30% de los españoles sufre algún trastorno del sueño

En España cerca de un 30 por ciento de la población vive con algún trastorno del sueño, lo que, en función de su severidad, puede llegar a derivar en enfermedades psiquiátricas o importantes complicaciones cardiovasculares.

   Por esta razón, la Sociedad Española de Sueño (SES) ha denunciado que, a pesar de estos datos, en la actualidad se está demorando más de un año el diagnóstico y el tratamiento de estos trastornos en los centros sanitarios debido a la "falta" de un plan estratégico nacional.  
   "Para los especialistas en trastornos del sueño nos resulta altamente preocupante la gran demora asistencial para el diagnóstico y el tratamiento de estas condiciones ya que, además, la ausencia de un plan de actuación global hace que no exista la posibilidad de reducir y normalizar las abultadas listas de espera de más de un año en muchos de los centros sanitarios", ha advertido el vicepresidente de la Sociedad Española de Sueño, Joaquín Terán.
   Y es que, más allá del descanso físico y mental que supone, el sueño es un estado de reposo del organismo que permite el desarrollo de procesos metabólicos fundamentales para garantizar la capacidad de concentración, memoria y autocontrol de las personas a lo largo del día.
   De hecho, numerosos estudios han demostrado científicamente la relación de los trastornos del sueño no tratados con el desarrollo de enfermedades psiquiátricas o con el aumento del riesgo de problemas cardiovasculares como cardiopatía isquémica o accidentes cerebrovasculares.
   Además, en la población pediátrica, el diagnóstico precoz de las alteraciones del sueño es fundamental para prevenir aspectos tan relevantes como el inadecuado desarrollo neurosicológico, alteraciones como el déficit de atención o la aparición de mayor frecuencia de obesidad.
   Por esta razón, en los últimos años, la SES, en colaboración con otras sociedades médicas nacionales, ha elaborado una serie de documentos para la mejora del diagnostico y tratamiento de los trastornos del sueño en base al mayor nivel de evidencia científica. Al mismo tiempo, ha desarrollado un documento de estándares de calidad para las Unidades de Sueño, de la mano del Ministerio de Sanidad, y se ha completado un mapa de recursos de Unidades de Sueño en España.
   En este sentido, la Sociedad Española de Sueño ha reclamado a la Administración una mayor atención sociosanitaria que permita establecer un plan de choque para acelerar el diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sueño.
   "Mientras la Unión Europea se plantea el desarrollo de directivas comunitarias para garantizar la aptitud de los conductores con enfermedades como la apnea de sueño en la conducción de vehículos, en la práctica clínica de España el acceso al diagnostico y al tratamiento es altamente dificultoso", ha lamentado el experto, para zanjar asegurando que este hecho es "el que impide que miles de pacientes accedan a una terapia adecuada".

Más de un millón de niños menores de cinco años murieron por neumonía en 2011

En el año 2011, alrededor de 1,3 millones de niños menores de cinco años murieron como consecuencia de la neumonía en todo el mundo, enfermedad causante de la muerte de casi uno de cada cinco niños. Por ello, y con motivo de la conmemoración del cuarto Día Mundial de la Neumonía, este lunes, expertos de todo el mundo y la Coalición Mundial contra la Neumonía Infantil han solicitado mayores esfuerzos en la lucha contra la neumonía infantil.

   "La neumonía puede prevenirse y curarse. Sin embargo, desde hace mucho tiempo es la principal causa de mortalidad infantil en el mundo. Sabemos qué hacer, y hemos logrado un avance importante, pero tenemos que hacer más. Debemos aumentar los tratamientos y asegurarnos de que llegan a todos los niños que los necesitan", ha dicho el secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, quien encabeza la iniciativa 'Cada Mujer Cada Niño'.
   A pesar de que las inversiones realizadas en prevención, tratamiento y protección de los niños contra la neumonía han contribuido a disminuir de manera significativa la mortalidad infantil durante la última década, el acceso a servicios sanitarios y tratamientos sigue estando fuera del alcance de muchos niños de países en desarrollo, donde se produce el 99 por ciento de las muertes por neumonía.
   Por ello, la Coalición Mundial contra la Neumonía Infantil --compuesta  por más de 140 organizaciones no gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas, agencias gubernamentales y fundaciones-- ha destacado la necesidad de que los líderes y donantes prioricen los esfuerzos y las inversiones en intervenciones de eficacia demostrada, como el suministro de vacunas y de tratamientos con antibióticos adecuados, así como la mejora del saneamiento, la promoción de prácticas como la lactancia materna exclusiva, el lavado frecuente de manos, la atención adecuada y el uso de aparatos destinados a limpiar el aire contaminado del interior de las casas.
   Varias de estas intervenciones también ayudan a tratar la segunda causa de mortalidad infantil: la diarrea. Además, los expertos han recordado que los antibióticos como la amoxicilina son uno de los métodos más sencillos y baratos para combatir la neumonía. Sin embargo, según han denunciado, se administran antibióticos a menos de un tercio de los niños con síntomas de neumonía, y sólo una pequeña minoría recibe la amoxicilina de la manera indicada para niños pequeños.
   En este sentido, la Comisión de la ONU sobre suministros vitales para mujeres y niños ha asegurado que administrando amoxicilina en forma de pastillas solubles, a los niños que se encuentran en riesgo de muerte, se podría evitar la muerte de aproximadamente 1,56 millones de niños mayores de cinco años.
   Según el Informe de Progreso de la Neumonía difundido por el Centro Internacional de Acceso a Vacunas (IVAC, por sus siglas en inglés) de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland (Estados Unidos), el 75 por ciento de todas las muertes de niños provocadas por neumonía se producen en sólo 15 países, lo que demuestra el impacto que puede tener la concentración de esfuerzos.
   Asimismo, el informe también señala que ninguno de estos países ha alcanzado el 90 por ciento de cobertura de intervenciones clave contra la neumonía, como recomienda el Plan de Acción Global para la Prevención y Control de la Neumonía (GAPP, por sus siglas en inglés).
   De hecho, el plan GAPP, publicado en 2009 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señaló que se podrían reducir dos terceras partes de las muertes de niños si se llevasen a cabo tres intervenciones en salud infantil en el 90 por ciento de los niños del mundo: lactancia materna, vacunación y atención adecuada, que incluye la administración de antibióticos.
   En los tres últimos años, la Alianza GAVI ha apoyado a más de 20 países en la introducción de la vacuna neumocócica conjugada, que evita la principal causa de neumonía infantil. Si bien, se han producido avances, en la actualidad sólo 7 de los 15 países analizados en el informe del IVAC tienen niveles de cobertura de vacunación situados en el 80 por ciento o por encima.
   Además, la cobertura referente a la lactancia materna o el acceso a antibióticos es igualmente baja en la mayoría de los países. Por tanto, los expertos han recordado que la clave para conseguir que las vacunas y los tratamientos lleguen a los niños que más los necesitan es hacerlos llegar a través de los trabajadores sanitarios, ya que para muchos niños son el primer, y a menudo único, cuidado sanitario que reciben.
   No obstante, la OMS estima que actualmente hay un déficit de por lo menos un millón de trabajadores sanitarios de primera línea, especialmente en África y algunas zonas de Asia. En este sentido, iniciativas como la campaña 'Cada Latido Cuenta', de Save the Children, está llamando la atención sobre esta escasez de profesionales, lo que anima a atajar el problema.
   El cuarto Día Mundial de la Neumonía se va a conmemorar en casi una docena de países, como Argentina, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Ghana, Haití, India, Nigeria, Filipinas, Estados Unidos y Zambia. En Estados Unidos, los monumentos históricos de 15 ciudades van a ser iluminados con luces azules para concienciar sobre los efectos de la neumonía en la infancia y para informar sobre cómo pueden ayudar los ciudadanos. Algunos edificios participantes son el Edificio Wrigley (Chicago), las Torres Trump SoHo (Nueva York) y el Centro Científico del Pacifico (Seattle), entre otros.

Los alcohólicos tienen una visión distorsionada de la ironía

Los alcohólicos crónicos masculinos sufren disfunciones en la empatía y dificultades para reconocer el componente emocional de la ironía, según una investigación que se publicará en febrero en 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research', actualmente disponible en 'Early View'. Los efectos neurotóxicos del alcohol son particularmente dañinos para la corteza prefrontal, que desempeña un papel fundamental en el procesamiento de humor, según los investigadores. 

  "El abuso crónico del alcohol parece tener efectos sobre la percepción y decodificación de las expresiones emocionales --dijo Simona Amenta, investigadora postdoctoral en la Universidad de Milano-Bicocca, profesora de la Universidad Católica de Milán (Italia) y autora principal del estudio--. Se ha asociado con una mayor frecuencia de alexitimia (déficit en el reconocimiento de emociones y la verbalización), dando lugar a dificultades para distinguir y comprender los estados emocionales de las personas y usar la información emocional para planificar actos sociales e interactivos".
   Así, esta investigadora alerta de que la capacidad de reconocer las señales sociales y emocionales de las expresiones faciales de una persona está "particularmente afectada" en las personas alcohólicas. "Mientras que la empatía se refiere a una visión de los estados emocionales de los demás, la capacidad empática es una inferencia psicológica más compleja, que implica la observación y el reconocimiento de las señales emocionales, expresiones faciales y especialmente prosodia vocal", concretó.
   En este sentido, explicó que, como fenómeno comunicativo, el humor conserva dos componentes fundamentales: el primero es cognitivo y se ocupa de la comprensión del material humorístico y el segundo es afectivo y se relaciona con la apreciación bromas. En el caso de los alcohólicos, hay alteraciones de ambos, tan necesarios en el procesamiento de humor.
   Además, a los pacientes analizados en el estudio, 44 hombres (22 pacientes varones alcohólicos y 22 de sus amistades masculinas o "controles") se les hizo leer cuentos con una ironía o una conclusión no irónica y luego rellenar un cuestionario sobre las intenciones comunicativas y los estados emocionales de los personajes de las historias, además de evaluar la ironía a través de un cuestionario en relación con un cociente de empatía que había sido medida durante una fase de preexperimental.
  "Pudimos observar que una debilitada capacidad emocional y empática afectó a la manera en la que los alcohólicos entendieron los contenidos lingüísticos. Además, vimos un deterioro en su comprensión de las posturas irónicas", resume la principal investigadora, quien agrega que la ironía es sólo un ejemplo del "gran número" de formas implícitas de comunicación que se usan todos los días implicando un razonamiento inferencial complejo, con lo que los alcohólicos podrían tener un deterioro general en la comprensión de las formas de comunicación complejas.