La calvicie masculina está vinculada a un
mayor riesgo de enfermedad cardiaca coronaria, pero sólo si está en la
parte superior, es decir, en la coronilla, en lugar de en la parte
delantera, según un análisis 'on line' publicado en la revista 'British
Medical Journal'. Así, un retroceso de cabello no está asociado a una
mayor probabilidad de padecer la patología.
Los investigadores escrutaron Medline, un servicio de la
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, y 'The Cochrane
Library' sobre la investigación publicada acerca de la calvicie de
patrón masculino y la enfermedad cardiaca coronaria, y se detectaron 850
posibles estudios, publicados entre 1950 y 2012, pero sólo seis
cumplieron con los criterios de elegibilidad. Todos habían sido
publicados entre 1993 y 2008 e involucraron un poco menos de 40.000
hombres.
Tres de los estudios fueron estudios de cohortes, lo que significa
que la salud de los hombres calvos fue seguida durante al menos 11
años. El análisis de sus resultados mostró que los hombres que habían
perdido la mayoría de su pelo eran un tercio más propensos (32 por
ciento) a desarrollar enfermedad de las arterias coronarias que sus
compañeros que mantuvieron una cabeza llena de cabello.
Cuando el análisis se limitó a los hombres menores de 55-60 años,
emergió un patrón. Los hombres calvos o con calvicie amplia tenían un 44
por ciento más de probabilidades de desarrollar la enfermedad de la
arteria coronaria, según se desprende de esos tres primeros estudios.
El análisis de los otros tres que compararon la salud del corazón
de los que eran calvos con los que no lo eran pintó un panorama similar,
al demostrar que los calvos tenían un 70 por ciento más probabilidades
de tener enfermedades del corazón y los de los grupos de menor edad
fueron un 84 por ciento más propensos a hacerlo.
Tres estudios evaluaron el grado de calvicie mediante una escala
validada (escala de Hamilton). El análisis de estos resultados indicó
que el riesgo de enfermedad de la arteria coronaria depende de la
gravedad de la calvicie, pero sólo si se centraba en la parte superior o
corona de la cabeza, conocida como el vértice.
La calvicie vértice amplia impulsó el riesgo de enfermedad
coronaria a un 48 por ciento; la moderada, un 36 por ciento, y la leve,
un 18 por ciento. Por el contrario, un retroceso de cabello supuso muy
poca diferencia en el riesgo, según las conclusiones del análisis.
Para compensar las diferencias en los métodos de evaluación de la
calvicie en los estudios incluidos en el análisis, los autores
estudiaron cuatro grados diferentes de la calvicie: ninguna, frontal,
corona-superior y combinada. Una vez más, se halló que la gravedad de la
calvicie afectó al riesgo de enfermedad cardiaca coronaria.
Los hombres con calvicie frontal y en la corona fueron un 69 por
ciento más propensos a tener enfermedad de las arterias coronarias que
los que tenían la cabeza llena de cabello, mientras que aquellos con
calvicie sólo en la coronilla fueron un 52 por ciento más propensos y
las personas con calvicie frontal sólo un 22 por ciento más.
Las explicaciones de las razones detrás de la asociación varían,
pero incluyen la posibilidad de que la calvicie puede indicar
resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes; un estado de
inflamación crónica, o aumento de la sensibilidad a la testosterona,
todos ellos involucrados directa o indirectamente en la promoción de
enfermedad cardiovascular, señalan los autores.
"Nuestros hallazgos sugieren que la calvicie vértice está más
estrechamente asociada con la aterosclerosis sistémica que la calvicie
frontal. Así, los factores de riesgo cardiovascular deben ser revisados cuidadosamente en los hombres con calvicie vértice, especialmente los
más jóvenes", concluyen los investigadores.