El uso de técnicas mínimamente invasivas es
cada vez más habitual en los quirófanos y poco a poco comienza a
aplicarse también en operaciones de corazón, donde además de reducir las
cicatrices también puede servir para acortar el tiempo de recuperación
de los pacientes, según ha destacado el cirujano Jacobo Silva, del
Departamento de Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos
de Madrid.
Este experto ha explicado que el
uso de la cirugía cardiaca mininvasiva permite "reducir e incluso
evitar" la esternotomía completa, como se conoce al corte completo y
separación del esternón, la incisión habitual en operaciones de corazón.
De este modo, en lugar de realizar una incisión de entre 20 y 25
centímetros puede haber casos en los que sea suficiente con una incisión
de "apenas siete centímetros".
Una vez realizada la incisión, se usan cámaras endoscopicas que
ayudan a mejorar la visión y en un último paso también se puede usar un
robot controlado por cirujano.
"Para la reparación de la válvula mitral en una chica joven, basta
con una incisión debajo del surco mamario. Y la chica se va a poder
poner incluso bikini sin que se note su cicatriz", ha defendido.
Este experto reconoce que "potencialmente" se podría aplicar a
entre el 50 y 60 por ciento de las operaciones de corazón, ya que es
posible realizar sustituciones valvulares, bypass coronarios e incluso
tratar algunos tumores o cardiopatías congénitas.
Sin embargo, en España apenas se utiliza en un 3 por ciento de las
operaciones de corazón y en los países donde ya está más extendido su
uso, como Estados Unidos, Francia o Alemania, su uso representa entre el
10 y 15 por ciento del total de estas intervenciones.
Pese a ello, Silva tiene claro que se trata de una alternativa "con enormes beneficios, y no sólo estéticos".
"También se reduce el tiempo de recuperación", ha explicado este
experto, ya que mientras que un paciente suele irse a casa a los 7 días,
con esta técnica puede hacerlo tras 4 o 5 días. De igual modo, la
incorporación al trabajo también es menor dependiendo de la intervención
realizada.
Por ello, y aunque parte del procedimiento requiere una importante
inversión inicial, este experto considera que el esfuerzo económico "se
compensa con la estancia postoperatoria y hospitalaria".
"En la sanidad pública debemos buscar ideas en esta época de
crisis para mejorar la eficiencia, y con esta técnica reducimos la
estancia con un coste muy similar y conseguimos que el paciente se
incorpore antes a su actividad habitual", ha defendido.
De hecho, y como ha explicado este cirujano, desde la Sociedad
Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) a la que pertenece ya
se ha planteado la posibilidad de crear cursos formativos para que los
cirujanos cardiovasculares puedan ampliar el uso de esta técnica.