lunes, 23 de junio de 2014

Apple, Google y Samsung invierten en la medición de glucosa en sangre

MADRID.- Durante décadas, y con escaso éxito, las empresas de tecnología han buscado formas para que los diabéticos puedan comprobar sus niveles de azúcar en la sangre con facilidad y de forma no invasiva. Ahora, entre estas empresas se cuentan algunos gigantes como Apple, Samsung o Google, que participan activamente en la búsqueda de aplicaciones de monitorización de glucosa para adaptarlas a sus nuevos relojes o pulseras inteligentes.

Estas compañías están contratando científicos médicos e ingenieros, y preguntando a los reguladores estadounidenses sobre la posibilidad de incluir o desarrollar sistemas de supervisión y medición de glucosa en sus futuros dispositivos portátiles.
Con el porcentaje de diabéticos tipo 2 -los adultos- aumentando cada año, según la consultora Global Data, el mercado del seguimiento del azúcar en sangre podría rondar los 12.000 millones de dólares en 2017. Sólo en Norteamérica, la diabetes afecta a 29 millones de personas y le supuso a la economía nacional un desembolso de 245.000 millones en 2012, un 41 por ciento más que cinco años antes.
Muchos diabéticos se pinchan los dedos hasta 10 veces al día para comprobar su glucemia en sangre. Lo próximo, la tecnología no invasiva, podría tomar muchas formas, por ejemplo, la medición a través de la piel mediante electricidad o ultrasonido, con un punto de luz y un espectroscopio.
"Todas las grandes quieren medidores de glucosa en sus teléfonos", dijo John Smith, ex director científico de LifeScan, división de Johnson&Johnson encargada de fabricar dispositivos de monitorización de glucosa. "Hay una enorme recompensa por hacer las cosas bien".
En una reunión con los ejecutivos de Apple en diciembre de 2013, la Food and Drug Administration (FDA) describió cómo regular un glucómetro para medir el azúcar en la sangre. Tal dispositivo podría evitar la regulación si se utiliza para, por ejemplo, la nutrición, pero si se comercializa para un público diabético, sería probablemente regulado como un dispositivo médico.
Las empresas de tecnología son propensos a empezar en este terreno centrándose en aplicaciones no médicas, como la gimnasia o la educación nutricional. Incluso un dispositivo educativo tendría un gran avance de la tecnología actual, sin embargo, algunos actores de la industria médica sostienen que estas empresas de tecnología, nuevas en el mundo de la medicina, no entienden los retos fundamentales.
"Hay un cementerio lleno de esfuerzos" por medir la glucosa de una manera no invasiva, dijo a la agencia norteamericana Terrance Gregg, presidente ejecutivo de la firma DexCom. Para tener éxito, dice, requerirían invertir "varios cientos de millones de dólares o incluso de miles de millones de dólares". Pero esto no parece suponer un gran problema para este tipo de empresas.
Stephen Oesterle, vicepresidente Senior de Medicina y Tecnología de Medtronic, fabricante de, por ejemplo, bombas de insulina inalámbricas, dijo recientemente que considera a Google como el próximo gran rival de esta firma de dispositivos médicos, gracias a su financiación para la investigación y el desarrollo. "En Medtronic gastamos 1.500 millones al año en I+D, y es sobre todo desarrollo", dijo a la audiencia en una conferencia reciente. "Google está gastando unos ocho mil millones al año en I+D y, en la medida de lo que puedo decir, es sobre todo investigación". Google ha hecho ya públicos algunos de sus planes, por ejemplo, la lente de contacto inteligente que mide la glucosa.
Apple, por su parte, centra sus esfuerzos en el iWatch, que se supone llegará en octubre. Aún no está claro si la versión inicial incorporará sensores de glucosa, sin embargo, sí es notorio que ha contratado a ejecutivos e ingenieros de empresas biomédicas como Vital Connect o C8 MediSensors. "Ha fichado a muchas de las personas con más talento y experiencia en lo relativo a la glucosa", confirmó a Reuters George Palikaras, CEO de Mediwise, una joven empresa que pretende medir los niveles de azúcar en la sangre mediante la transmisión de ondas de radio a través de una sección del cuerpo humano.
Por su parte, otras fuentes -particularmente blogs en internet- han especulado con que Samsung está trabajando con nuevas empresas para poner en práctica, en los próximos relojes inteligentes Galaxy, una especie de "semáforo" capaz de lanzar alertar sobre el azúcar en sangre, cuando esté alta o baja. Sí es público en cambio que Samsung Ventures ha realizado una serie de inversiones en empresas como Glooko, que ayuda a los médicos a acceder a lecturas de glucosa de sus pacientes.
Después de décadas de intentos y fracasos, muchos científicos y médicos confían en que estas empresas hagan posible un gran avance en la monitorización de la glucosa. A esto se une el poder de los procesadores actuales, la miniaturización de los sensores, el bajo costo de la electrónica y la rápida proliferación de dispositivos móviles han dado lugar a nuevas oportunidades que se materializan en docenas de nuevas start-up dedicadas, en exclusiva, a intentar medir la glucosa en sangre de un modo revolucionario. ¿Será este el año?

Una terapia española contra la leucemia

MADRID.- El Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ya tiene una nueva diana terapéutica. Un nuevo camino para intentar atajar algunas neoplasias mieloproliferativas, enfermedades provocadas porque la médula ósea produce demasiados glóbulos blancos. 

En el caso del CNIC, sus objetivos son la leucemia mielomonocítica crónica, la leucemia mielomonocítica juvenil y la leucemia mielógena crónica atípica. ¿Cómo? Gracias a la investigación del grupo de Fisiopatología del nicho de células madre dirigido por el doctor Simón Méndez-Ferrer, que ha descubierto que el microambiente que controla las células madre hematopoyéticas puede ser una diana terapéutica para estas enfermedades.
El descubrimiento del CNIC, publicado ayer en Nature, demuestra que estas leucemias solo se manifiestan tras producirse un daño en el microambiente que sustenta y controla a las células troncales productoras de las células sanguíneas y del sistema inmunitario, es decir, las llamadas células madre hematopoyéticas. Por lo tanto, proteger este microambiente o 'nicho' supondría una nueva vía para tratar estas enfermedades, para las que hasta ahora no existe un tratamiento totalmente efectivo. «En condiciones normales, el microambiente es capaz de controlar la proliferación, diferenciación y migración de la célula madre hematopoyética. Cuando esta célula sufre una mutación determinada, se produce un daño inflamatorio en el microambiente y se pierde el control sobre ella. El estudio demuestra que este daño puede prevenirse o revertirse mediante tratamientos dirigidos sobre el nicho», explicó Méndez-Ferrer.
Los investigadores que han impulsado este proyecto también demostraron la eficacia de un potencial tratamiento novedoso para estas enfermedades, que ha sido patentado desde el CNIC. Se trata de un nuevo uso de fármacos clínicamente aprobados para el tratamiento de otras enfermedades, por lo que, según los autores, «no debería estar asociado con efectos secundarios adversos».
La nueva vía terapéutica ha sido probada en animales y se ha obtenido la financiación necesaria para realizar un ensayo clínico multicéntrico en fase II. «Es muy relevante el potencial traslacional y clínico de este estudio, ya que los actuales tratamientos están dirigidos a prevenir la trombosis y los episodios cardiovasculares fatales», destaca la doctora Lorena Arranz, primera autora del trabajo.