MADRID.- Durante décadas, y con escaso éxito, las empresas de tecnología han
buscado formas para que los diabéticos puedan comprobar sus niveles de
azúcar en la sangre con facilidad y de forma no invasiva. Ahora, entre
estas empresas se cuentan algunos gigantes como Apple, Samsung o Google,
que participan activamente en la búsqueda de aplicaciones de
monitorización de glucosa para adaptarlas a sus nuevos relojes o
pulseras inteligentes.
Estas compañías están contratando científicos
médicos e ingenieros, y preguntando a los reguladores estadounidenses
sobre la posibilidad de incluir o desarrollar sistemas de supervisión y
medición de glucosa en sus futuros dispositivos portátiles.
Con el porcentaje de diabéticos tipo 2 -los adultos- aumentando cada
año, según la consultora Global Data, el mercado del seguimiento del
azúcar en sangre podría rondar los 12.000 millones de dólares en 2017.
Sólo en Norteamérica, la diabetes afecta a 29 millones de personas y le
supuso a la economía nacional un desembolso de 245.000 millones en 2012,
un 41 por ciento más que cinco años antes.
Muchos diabéticos se pinchan los dedos hasta 10 veces al día para
comprobar su glucemia en sangre. Lo próximo, la tecnología no invasiva,
podría tomar muchas formas, por ejemplo, la medición a través de la piel
mediante electricidad o ultrasonido, con un punto de luz y un
espectroscopio.
"Todas las grandes quieren medidores de glucosa en sus teléfonos",
dijo John Smith, ex director científico de LifeScan, división
de Johnson&Johnson encargada de fabricar dispositivos de
monitorización de glucosa. "Hay una enorme recompensa por hacer las
cosas bien".
En una reunión con los ejecutivos de Apple en diciembre de 2013, la
Food and Drug Administration (FDA) describió cómo regular un glucómetro
para medir el azúcar en la sangre. Tal dispositivo podría evitar la
regulación si se utiliza para, por ejemplo, la nutrición, pero si se
comercializa para un público diabético, sería probablemente regulado
como un dispositivo médico.
Las empresas de tecnología son propensos a empezar en este terreno
centrándose en aplicaciones no médicas, como la gimnasia o la educación
nutricional. Incluso un dispositivo educativo tendría un gran avance de
la tecnología actual, sin embargo, algunos actores de la industria
médica sostienen que estas empresas de tecnología, nuevas en el mundo de
la medicina, no entienden los retos fundamentales.
"Hay un cementerio lleno de esfuerzos" por medir la glucosa de una
manera no invasiva, dijo a la agencia norteamericana Terrance Gregg,
presidente ejecutivo de la firma DexCom. Para tener éxito, dice,
requerirían invertir "varios cientos de millones de dólares o incluso de
miles de millones de dólares". Pero esto no parece suponer un gran
problema para este tipo de empresas.
Stephen Oesterle, vicepresidente Senior de Medicina y Tecnología de
Medtronic, fabricante de, por ejemplo, bombas de insulina inalámbricas,
dijo recientemente que considera a Google como el próximo gran rival de
esta firma de dispositivos médicos, gracias a su financiación para la
investigación y el desarrollo. "En Medtronic gastamos 1.500 millones al
año en I+D, y es sobre todo desarrollo", dijo a la audiencia en una
conferencia reciente. "Google está gastando unos ocho mil millones al
año en I+D y, en la medida de lo que puedo decir, es sobre todo
investigación". Google ha hecho ya públicos algunos de sus planes, por
ejemplo, la lente de contacto inteligente que mide la glucosa.
Apple, por su parte, centra sus esfuerzos en el iWatch, que se supone
llegará en octubre. Aún no está claro si la versión inicial incorporará
sensores de glucosa, sin embargo, sí es notorio que ha contratado a
ejecutivos e ingenieros de empresas biomédicas como Vital Connect o C8
MediSensors. "Ha fichado a muchas de las personas con más talento y
experiencia en lo relativo a la glucosa", confirmó a Reuters George
Palikaras, CEO de Mediwise, una joven empresa que pretende medir los
niveles de azúcar en la sangre mediante la transmisión de ondas de radio
a través de una sección del cuerpo humano.
Por su parte, otras fuentes -particularmente blogs en internet- han
especulado con que Samsung está trabajando con nuevas empresas para
poner en práctica, en los próximos relojes inteligentes Galaxy, una
especie de "semáforo" capaz de lanzar alertar sobre el azúcar en sangre,
cuando esté alta o baja. Sí es público en cambio que Samsung Ventures
ha realizado una serie de inversiones en empresas como Glooko, que ayuda
a los médicos a acceder a lecturas de glucosa de sus pacientes.
Después de décadas de intentos y fracasos, muchos científicos y
médicos confían en que estas empresas hagan posible un gran avance en la
monitorización de la glucosa. A esto se une el poder de los
procesadores actuales, la miniaturización de los sensores, el bajo costo
de la electrónica y la rápida proliferación de dispositivos móviles han
dado lugar a nuevas oportunidades que se materializan en docenas de
nuevas start-up dedicadas, en exclusiva, a intentar medir la glucosa en
sangre de un modo revolucionario. ¿Será este el año?
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