lunes, 5 de abril de 2021

Un estudio identifica un nuevo vínculo genético con la infertilidad masculina


LONDRES.- Los hombres con este subtipo inestable del cromosoma Y tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir reordenamientos genómicos, según un gran estudio realizado por la Universidad de Tartu (Estonia), el Centro de Andrología del Hospital Universitario de Tartu y el Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido).

Estos reordenamientos afectan al proceso de producción de esperma (espermatogénesis) y, en consecuencia, estos hombres pueden tener hasta nueve veces más probabilidades de tener problemas de fertilidad. En la actualidad, se desconoce la causa exacta de la infertilidad en más de la mitad de los hombres con deficiencias espermatogénicas.

En este estudio a gran escala, publicado en la revista científica eLife, se analizaron los cromosomas Y de más de 2.300 hombres estonios. La región cromosómica Y estudiada en este trabajo ya se había asociado a la infertilidad masculina, pero es la primera vez que se investiga la variación genética de una muestra clínica tan amplia. Se trata del análisis en profundidad más sofisticado de la variación genética del cromosoma Y en pacientes con deficiencias espermatogénicas.

"En un momento de la evolución, el 'ancestro' de estos cromosomas Y experimentó la inversión de un largo segmento de ADN, lo que provocó inestabilidad en este cromosoma Y y predispuso a la eliminación de los segmentos de ADN circundantes", explica uno de los líderes de la investigación, Maris Laan.

Esta variante del cromosoma Y invertido es relativamente común y no siempre conduce a la eliminación parcial del ADN o a problemas de fertilidad. Por tanto, puede transmitirse en las familias y pasar desapercibida hasta que un descendiente tenga problemas de infertilidad. Según las estimaciones, en este linaje Y, la deleción de material genético que perjudica la espermatogénesis se produce en aproximadamente uno de cada diez hombres o incluso con menos frecuencia.

Este subtipo lo porta un número importante de hombres de ascendencia europea, pero no se encuentra tan ampliamente en otros continentes. En Estonia, puede encontrarse en el 5-6 por ciento de los hombres, pero en Polonia y Chequia la cifra es de casi el 20 por ciento.

Hallan una pista sobre cómo se esconden algunos tumores de crecimiento rápido que podría mejorar las inmunoterapias


LONDRES.- Los virus producen material genético en partes de la célula donde no debería estar y las células cancerosas hacen lo mismo, Un nuevo estudio demuestra que una enzima supresora de tumores llamada DAPK3 es un componente esencial de un sistema multiproteico que detecta el material genético mal colocado en las células tumorales y frena el crecimiento del tumor activando la feroz vía STING.

El sistema inmunitario innato es el sistema de alerta temprana del organismo. Explora constantemente las células en busca de señales de que un patógeno o una mutación peligrosa podrían causar una enfermedad en busca de material genético mal colocado.

Los bloques de construcción del ADN, llamados ácidos nucleicos, se supone que están escondidos en el núcleo de la célula. Las enfermedades pueden cambiar eso. Los virus producen material genético en partes de la célula donde no debería estar. Las células cancerosas también lo hacen.

"Las células cancerosas albergan ADN dañado --explica la doctora Sonia Sharma, profesora asociada del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI)--. El ADN mal localizado o el ADN aberrante es una señal de peligro para la célula. Le dicen a la célula: 'Aquí hay un problema'. Es como el primer toque de alarma para el sistema inmunitario".

Ahora Sharma y sus colegas han publicado un nuevo estudio en la revista 'Nature Immunology' en el que describen el proceso que activa este sistema de alerta directamente en el interior de las células tumorales.

Su investigación demuestra que una enzima supresora de tumores llamada DAPK3 es un componente esencial de un sistema multiproteico que detecta el material genético mal colocado en las células tumorales y frena el crecimiento del tumor activando la feroz vía STING.

En el mundo de la inmunoterapia contra el cáncer, la vía STING es bien conocida como un activador crítico de las células T que matan el cáncer y que pone en marcha la potente respuesta inmunitaria adaptativa del organismo. El nuevo estudio demuestra que, a través de DAPK3 y STING, el propio sistema inmunitario innato del tumor desempeña un papel más importante en la inmunidad contra el cáncer de lo que se pensaba hasta ahora.

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"La respuesta inmunitaria innata intrínseca al tumor desempeña un papel importante en el crecimiento natural del tumor y en la respuesta a la inmunoterapia contra el cáncer", afirma Sharma.

Los tumores desarrollan mutaciones en los genes supresores de tumores que les permiten crecer más rápido que el tejido normal. El descubrimiento del papel crítico que desempeña DAPK3 en la vía STING pone de manifiesto un problema distinto en el cáncer y la inmunoterapia del cáncer. Las células tumorales pueden adquirir mutaciones que les permiten eludir el sistema inmunitario al impedir que las células detecten señales de alarma como el ADN mal colocado.

Sharma y sus colegas del Centro LJI de Inmunoterapia contra el Cáncer, el Instituto Max-Planck de Bioquímica y la Universidad de California en San Diego descubrieron que la pérdida de la expresión o la función de DAPK3 en las células tumorales dificultaba gravemente la activación de STING.

Su investigación en modelos de ratón muestra que estos tumores estaban ocultos al sistema inmunitario, y los investigadores observaron muy pocas células T "asesinas" CD8+ dirigidas al cáncer en los tumores deficientes en DAPK3. Como resultado, la pérdida de DAPK3 en los tumores disminuyó la capacidad de respuesta a la inmunoterapia contra el cáncer.

"Los tumores que carecen de DAPK3 crecen más rápido in vivo porque evaden el sistema inmunitario. También son resistentes a ciertos regímenes de inmunoterapia, incluidas las terapias combinadas que utilizan el bloqueador de puntos de control inmunitario anti-PD1 para atacar a las células T antitumorales", afirma Sharma.

Las empresas farmacéuticas están buscando inmunoterapias para activar STING, que están destinadas a ser utilizadas en combinación con los bloqueadores de puntos de control inmunitarios. Los nuevos hallazgos subrayan la importancia de activar STING en las propias células tumorales, para poner en marcha adecuadamente ese sistema de alerta temprana.

"Las respuestas inmunitarias intrínsecas a los tumores son importantes", afirma la coautora del estudio, la doctora Mariko Takahashi, antigua asociada postdoctoral del LJI que ahora trabaja en el Centro Oncológico del Hospital General de Massachusetts.

Los investigadores están buscando ahora otras proteínas que desempeñen un papel en la respuesta inmunitaria innata temprana al cáncer. "Hay muchos actores en el microambiente tumoral", dice Takahashi.

La comunidad científica española cree que el coronavirus será un virus respiratorio endémico, como la gripe


MADRID/BARCELONA.- La comunidad científica española coincide en señalar que el SARS-CoV-2, el coronavirus que ocasiona la enfermedad conocida como Covid-19, se convertirá en un virus respiratorio endémico, como ya lo es, por ejemplo, la gripe estacional.

   "Probablemente veremos una evolución del virus. El virus se irá adaptando", ha dicho la especialista del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol en Badalona (Barcelona), Beatriz Mothe, según recoge la plataforma Sinc.

   Los motivos de que el coronavirus siga existiendo se explican, a juicio de los expertos, porque la vacunación no eliminará por completo el SARS-CoV-2 y probablemente el virus evolucionará para seguir contagiando de forma más leve, aunque "sin matar al huésped.

   Por un lado, las vacunas previenen de las formas más graves del Covid-19, pero aún no han demostrado que sean capaces de cortar de raíz la transmisión del virus, ni cuánto durará la inmunidad provocada por la vacuna. 

En este sentido, los científicos han recordado que a lo largo de la historia los programas de vacunación sólo han logrado acabar por completo con dos enfermedades: la viruela y la peste bovina, que no afectaba a los humanos, pero provocó una gran escasez de alimentos.

   Al mismo tiempo, han explicado que los virus necesitan un huésped como los humanos para replicarse y sobrevivir, por lo que su lógica evolutiva no es la de matar al huésped, sino la de continuar infectando para reproducirse en él. 

"Este virus ha venido para quedarse, vamos a seguir conviviendo con él", ha aseverado la viróloga del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC), Sonia Zúñiga.

   Algunos de los factores que incidirán en la conversión del nuevo coronavirus en un viejo conocido son su velocidad de propagación y el ritmo de vacunación. De hecho, un artículo publicado en la revista 'Nature' añadía otros argumentos que respaldan la tesis de que el coronavirus no desaparecerá de las vidas.

   Al respecto, los expertos consideran también que algunos de los factores que pueden reforzar la circulación del SARS-CoV-2 en el planeta son las reticencias de algunas personas a vacunarse y un posible cambio de comportamiento de las ya vacunadas al sentirse más seguras. Por eso, han destacado la importancia de que tras vacunarse se sigan manteniendo las medidas de protección: mascarilla, higiene, ventilación y limitación de las interacciones sociales.

   Además, los expertos han señalado que el final de la fase aguda de la pandemia llegará con la generalización de la vacunación, que debe extenderse a todo el mundo. Y es que, hay estudios que calculan que esto no sucederá hasta 2024 por la distribución desigual de dosis, según el Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke (Estados Unidos).

   A partir de entonces, según la hipótesis de una proyección publicada a principios de 2021 en la revista 'Science', el virus circularía menos y causaría síntomas menos graves. Los autores de este estudio asemejan el SARS-CoV-2 a otros cuatro coronavirus, 'primos hermanos' suyos, que causan el resfriado común; y lo diferencian de sus antecesores SARS-CoV y MERS-CoV, que emergieron en 2002 y 2012.

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   La fase pospandémica estará influenciada por factores como la reinfección, la estacionalidad y la competición con otros virus para imponerse sobre ellos, según otro trabajo publicado a finales de 2020, también en 'Science'.

   Por otra parte, los científicos han avisado de que la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2 puede "complicar el panorama". A pesar de que muta menos que otros virus, como el de la gripe o el del VIH, ya han surgido nuevas variantes más contagiosas, pero no más mortales, cuyas mutaciones se concentran en la proteína S de su corona para engancharse mejor a las células humanas y continuar infectando.

   "En cierto sentido, le estamos dando oportunidades al virus para ir adquiriendo nuevas mutaciones y ventajas evolutivas, como nuevas variantes que se transmiten mejor y son capaces de evadir la respuesta inmune", ha dicho el investigador del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (CNM-ISCIII), Francisco Díez.

   Por ejemplo, la mutación D614G apareció en enero de 2020 y en medio año acabó siendo la variante dominante en todo el mundo, sustituyendo al virus original que se detectó en China, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esa nueva versión del virus era más infecciosa y transmisible que la anterior. Ahora, todas las variantes actuales provienen de esta.

   Una de ellas, y según la OMS, es la VOC-202012/01, que suma la mutación N501Y, identificada por primera vez en el sudeste de Inglaterra, que, en menos de dos semanas, ya se había extendido por todo Reino Unido.

   O en Sudáfrica, donde la variante viral 501Y.V2, que incluye otras mutaciones adicionales en la proteína S de la corona, como la E484K y la K417N, se ha asociado con una mayor carga vírica, lo que se traduciría en una capacidad de transmisión mucho mayor.

   "Estas son las armas que tiene el virus para sobrevivir: modificar su genoma", ha argumentado Díez, que ha estudiado la diversidad genética del nuevo coronavirus en España desde el inicio de la pandemia. Si el virus continúa en esta línea, subraya Zúñiga, es muy difícil de eliminar, como pasa con el virus de la gripe. 

"Por eso, esperamos que conviva con nosotros y los casos graves que cause sean cada vez menos", ha zanjado.