MADRID.- El sistema endocrino de la vitamina D tiene un doble efecto sobre la Covid-19 a través de la estimulación de la inmunidad innata facilitando la defensa del organismo y disminuyendo la respuesta de citoquinas pro-inflamatorias que mejora la afectación pulmonar y el estatus protrombótico de la enfermedad.
Además, reduciendo angiotensina (hormona
que causa vasoconstricción) y bradiquininas (vasodilatador), podría
bloquear el mantenimiento y agravamiento de la afectación pulmonar
desencadenada por la tormenta de citoquinas producidas por la Covid, según recoge Redacción Médica.
Así lo ha puesto de manifiesto José Manuel Quesada,
endocrinólogo del Imibic, Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba,
en el marco del III Curso de Osteoporosis y Patología Metabólica Ósea
de la Sociedad Española de Reumatología, que se ha celebrado este fin de
semana en formato virtual, con la colaboración de la biofarmacéutica
UCB y la biotecnológica Amgen.
Desde el inicio de la pandemia por Covid-19 se
han ido sucediendo múltiples publicaciones en las que se observa una
asociación entre el déficit de los niveles de 25 hidroxivitamina D (lo
que coloquialmente se conoce como niveles de vitamina D) y la incidencia y gravedad de la enfermedad.
En este sentido, se concluye que los pacientes con Covid-19 con
expresión más grave presentan un 65 por ciento más deficiencia frente a
aquellos con la enfermedad más leve. Además, esta deficiencia intensa
está muy vinculada con el ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos y
muerte (más del 80 por ciento). “Por eso es crítico, que dichos niveles sean adecuados en todo momento, desde la infección por SARS-CoV-2 hasta el desarrollo de la enfermedad”, señala Quesada.
Además de los estudios de asociación, apunta el especialista, ha habido otros de intervención que han demostrado un efecto beneficioso de la suplementación con vitamina D,
propiamente dicha, pero sobre todo con el tratamiento de calcifediol
(un metabolito del sistema endocrino de la vitamina D) en la evolución
de los pacientes infectados por el virus.
Respecto a los niveles recomendados, en opinión de Quesada, “ningún
paciente debería tener niveles de 25 hidroxivitamina D menores de 20
ng/ml, siendo incluso aconsejable que los pacientes osteoporóticos tengan niveles por encima de 30 ng/ml en orden a conseguir una buena salud ósea y posibilitar una respuesta óptima de los tratamientos”.
En este sentido, insiste en que los pacientes no abandonen por ningún
motivo los tratamientos de fármacos anti-osteoporóticos, para no perder
lo logrado de mejoría en la cantidad y calidad de sus huesos, después de
mucho tiempo de tratamiento. Además, es fundamental que continúen
tomando el tratamiento con vitamina D3 o calcifediol que tienen
prescrito,.
La Covid-19 ha afectado de forma directa al paciente con osteoporosis
Casado sostiene que ni la osteoporosis ni ninguno de los tratamientos que reciben los pacientes aumenta el riesgo de infección por coronavirus ni empeora el pronóstico de la enfermedad.