MADRID.- Investigadores españoles del Grupo de Oncología Experimental del Centro de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderados por el reconocido doctor Mariano Barbacid, han conseguido, por primera vez, que desaparezcan tumores de páncreas en ratones, lo que puede suponer un gran avance tanto en el abordaje como en el tratamiento de esta enfermedad tan agresiva.
De hecho, la curación del cáncer de páncreas se limita actualmente
a aquellos casos en los que el tumor está localizado y puede ser
eliminado quirúrgicamente, algo que sucede en menos del 10% de los
pacientes.
En España se producen 4.000 diagnósticos anuales. Es, por tanto, el cuarto cáncer en incidencia pero el tercero en mortalidad,
dado que sólo el 5% de los enfermos sobreviven cinco años después del
primer diagnóstico.
Por todo ello, "urge encontrar tratamientos", según
reclamó Marta Puyol, directora de investigación de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que ha financiado parte de la investigación, durante la presentación de los resultados.
En este difícil contexto, el trabajo titulado 'Regresión completa
de los adenocarcinomas ductales pancreáticos avanzados tras la
inhibición combinada de EGFR y C-RAF' "abre nuevas puertas para
que, algún día, se pueda hacer medicina personalizada" con los
pacientes afectados, según destacó el doctor Barbacid, quien quiso dejar
claro a los enfermos actuales que, "desgraciadamente" las nuevas
terapias "no les van a servir" porque, para que el estudio tenga
aplicación en humanos es necesario, al menos, cinco años más de investigación.
"No quiero generar falsas esperanzas", explicó.
Aún así, los investigadores están muy satisfechos con
los resultados, dado que la batalla contra otros tipos de cáncer va
"ganando terreno" pero tanto la incidencia como la mortalidad del tumor
de páncreas "sigue subiendo", según subrayó el jefe del servicio de
oncología del hospital madrileño Ramón y Cajal, Alfredo Carrato.
El 95% de los tumores de páncreas tienen su origen en una mutación del oncogén KRAS.
No son los únicos, la quinta parte de los cánceres tienen el mismo
origen. El problema es que todavía no se ha podido desarrollar un
fármaco que inhiba este proceso, por lo que las investigaciones se
centran en atacar las rutas que transforman las células, en este caso
las dianas moleculares EGFR y C-RAF, según explicó Barbacid.
Tras cinco años de pruebas, el equipo investigador ha conseguido eliminar ambas dianas en la mitad de los ratones que
han participado en el estudio y de forma sistémica, es decir, en todo
su organismo.
Por primera vez, se ha observado en animales manipulados
genéticamente que el tumor no sólo dejó de crecer, como suele suceder en
la mayoría de modelos experimentales, sino que en unas semanas
desapareció completamente. El tratamiento empleado generó, además, una
toxicidad menor y consistente en una dermatitis "fácilmente controlable".
En la actualidad ya existen inibidores contra la
molécula EGFR y el reto de la próxima década será descubrir bloqueadores
del C-RAF, que también está presente en el 20% de los cánceres de
pulmón.
El trabajo calcula que, por tanto, la inhibición de ambas dianas
evitará la proliferación de 9 de cada 10 tumores de páncreas en humanos.
"Es un paso importante para el futuro", aseguró
Barbacid, quien dibujó un escenario en el que, si todo funciona, el
cáncer de páncreas no serán tratado con quimioterapia sino con tratamientos personalizados y mucho más eficaces.