lunes, 3 de junio de 2013

La dieta que siguen los españoles en la actualidad sólo se adhiere a la mediterránea en menos de un 50%

La dieta que siguen los españoles en la actualidad sólo se adhiere a la mediterránea en menos de un 50 por ciento, según ha señalado la profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Carmen Cuadrado.

   Así lo ha explicado la experta con motivo de la celebración de la jornada 'Verdades y mentiras sobre las dietas de adelgazamiento' que han organizado conjuntamente el Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud, y la Universidad CEU San Pablo de Madrid en las dependencias de esta última.
   A su juicio, según señala el Ministerio de Agricultura en su página web, el hábito alimenticio que siguen los españoles tiene una valoración de 4 sobre 9 en cuanto a su adhesión a esta dieta. Por ello, sostiene que "es un error pensar que la dieta española es una dieta mediterránea tradicional".
   Además, sostiene que los profesionales sanitarios han "fallado" a la hora de dar el mensaje a la población, ya que se ha obviado en algunas ocasiones que este régimen "es una dieta de combinación de alimentos". En este sentido, Cuadrado explica que el aceite, que es uno de sus elementos principales, "no es nadie por sí sólo", por lo que destaca la importancia "del pan, las legumbres o el tomate".
   No obstante, para ella, la mejor dieta es "la que se puede mantener toda la vida", debiendo ser ésta "moderada, equilibrada y variada". Por ello, destierra las denominadas dieta milagro, como es "la de las seis semanas".
   Otro elemento de debate es el de los productos milagro, los cuales se encuentran en las farmacias y clasifica en "diuréticos, laxantes y quemagrasas". En su opinión, éstos "pueden ser interesantes si son prescritos por un médico para determinadas patologías", pero utilizarlos con fines de adelgazamiento "no es recomendable con fines de salud".
   De cualquier forma, sí reconoce que "algunos pueden ayudar como placebo", pero nunca por sí solos, ya que deben estar acompañados "de un plan de adelgazamiento y de ejercicio". Aunque indica que como farmacéutica debe denunciar este hecho, sostiene que estos profesionales "hacen mucha caja con ellos, ese es el problema".
   En la misma línea se muestra el dietista y nutricionista Juan Revenga, que afirma que el mal uso de los productos milagro es "un peligro", y es que, "la mayor parte de ellos incumplen la legislación publicitaria y no tienen que demostrar su eficacia", algo que sí deben hacer los fármacos.
   Ciñéndose a las dietas milagro, el experto manifiesta que éstas son "mitos inabarcables", entre los que encuentra los regímenes por grupos de alimentos, como "el pan, la fruta o el alcohol". Así, expone que éstos "tienen su prospecto", por lo que cada uno tiene "su frecuencia de consumo recomendada".
   En cuanto a las hiperprotéicas, Revenga sostiene que están "en la cresta de la ola, aunque bajando un poco". Sobre éstas subraya que, además de que provocan "efecto yoyó y estrés metabólico", no hay evidencia científica de que sirvan para adelgazar "a largo plazo", afirmación por la que recomienda no hacer una dieta de adelgazamiento de este tipo "nunca".
   A su parecer, las restricciones de estas dietas desembocan en que se vuelva a la antigua, que es la que ha provocado "la ganancia de peso". Por ello, apuesta por escudriñar qué es lo que ha hecho que se haya llegado al sobrepeso o la obesidad "y plantear estrategias de por vida para que no vuelva a suceder".
   De este modo, y aunque asegura que no se ha llegado a un consenso todavía en relación al número de comidas que deben hacerse al día, aconseja a nivel personal que las personas organicen su alimentación diaria". Este hábito "evitará un hambre especial".
   Por su parte, el catedrático de Nutrición y Bromatología del centro universitario anfitrión de esta jornada que el mismo dirige, Gregorio Varela, indica que las tasas de sobrepeso y obesidad que hay en España hacen que haya "un semáforo en naranja o rojo", y es que, según la Encuesta Nacional de Salud, estos problemas afectan "a un 65 por ciento de los hombres adultos, a un 45 por ciento de las mujeres y a uno de cada tres niños".
   Por ello, y porque hace años "no se llegaba al 10 por ciento en los menores", advierte de cuanto puede crecer esta problemática si no se frena. De ahí la importancia del evento, que ha reunido a más de 300 personas para tratar temas como "qué es lo que hace engordar o adelgazar, cómo ven los padres a sus hijos o las barreras actuales para perder peso", explica.
   Además, se va a debatir acerca del problema de la no socialización actual que se hace con los alimentos. Para Varela, ya no se come en torno a una mesa y "más del 10 por ciento de las cenas se hacen en el sofá o delante de una pantalla", lo que hace que las personas se alimenten "sin racionalizar".
   Por último, el director de Proyectos del Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud, Alfonso Perote, expone la importancia que tiene "la forma de cocinar".
 "Ahora el estofado tiene un mínimo de verduras y mucha carne, cuando antes era el revés", concluye como ejemplo.

El Alzheimer deja pistas en la sangre

Investigadores españoles expertos en Alzheimer han dado un paso más cerca de encontrar una prueba de sangre para ayudar en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer, al encontrar pistas de unos péptidos vinculados a esta patología en la sangre, según los resultados de un estudio publicados en 'Journal of Alzheimer's Disease'.

   Con aproximadamente el 75 por ciento de los cerca de 36 millones de enfermos de Alzheimer en todo el mundo sin recibir todavía un diagnóstico fiable, el posible impacto en las vidas de las víctimas presentes y futuras, podría ser enorme.
   La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta con más frecuencia a los ancianos y cuyo síntoma más comúnmente asociado es una pérdida progresiva de la memoria en la etapa en la que el paciente es completamente dependiente de los cuidadores para sus necesidades diarias.
   Hay una gran cantidad de investigación que apoya la teoría de que un grupo de péptidos llamados beta-amiloide, que se encuentran de forma natural en el cuerpo, son los principales contribuyentes de esta patología. A través de un proceso, hasta ahora poco claro para la ciencia, hay una acumulación de estos péptidos en el cerebro que durante un periodo de años causa problemas de memoria y otros síntomas asociados con la enfermedad.
   El profesor Manuel Sarasa, fundador de la compañía de investigación española Araclon Biotech, y su equipo han estado perfeccionando los análisis de sangre "ABtest40" y "ABtest42" para medir cantidades muy pequeñas de estos péptidos en la sangre.
   "El estudio ha demostrado que nuestras pruebas para beta-amiloide en sangre encuentran un alto grado de asociación entre los niveles de péptido y de la enfermedad cuando se comparan personas sanas e individuos con deterioro cognitivo leve", explica este exprto.
   "Mediante la medición de tres niveles diferentes en la sangre, libres en el plasma, con destino a los componentes del plasma y unidos a las células de sangre, de dos de los péptidos más importantes, beta-amiloide 40 y beta-amiloide 42, en comparación con las proporciones de los niveles con los métodos diagnósticos establecidos, hemos sido capaces de mostrar constantemente una relación entre los niveles de beta-amiloide y la enfermedad", dice.
   "Esto significa que se está más cerca de tener un biomarcador fiable y mínimamente invasivo para la enfermedad de Alzheimer", celebra el profesor Sarasa.