sábado, 23 de abril de 2011

Los roncadores tienen tres veces más probabilidades de padecer diabetes


Las personas que roncan mientras duermen tienen tres veces más probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2 que los no roncadores. De hecho, todos los trastornos respiratorios del sueño, que engloban el síndrome de resistencia de vía aérea severa, la apnea del sueño y los ronquidos-- están relacionados con padecer patología. 

   Así lo asegura un estudio publicado el pasado mes de enero en la revista científica 'Sleep Breath', donde se explica que esta relación entre enfermedades se debe a que estas personas tienen pausas en su respiración mientras duermen debido a la relajación de la musculatura que estrecha las vías respiratorias y se dificulta así la entrada de oxígeno a los pulmones y, con ello, se interrumpe la cadena metabólica de la glucosa.
   El experto en trastornos del sueño y odontólogo Pedro Mayoral ha asegurado que se trata de un "problema de salud pública equivalente al tabaco" al que "todavía no se le ha dado la importancia que tiene" y que afecta a más hombres (60 por ciento) que mujeres, aunque el porcentaje se iguala a partir de la menopausia.
   "El ronquido puede ser la causa en personas sanas para generar diabetes y, en diabéticos, puede complicar sus manifestaciones clínicas", ha matizado.
   No obstante, ha aportado diferentes vías de tratamiento "efectivas" para corregir estos trastornos respiratorios. A su juicio, los dispositivos de avance mandibular --como 'Lirón', del que es creador-- son "la mejor alternativa, la más simple y la de menor coste", ya que adelantan suavemente la mandíbula acercando la base de la lengua --causante de todos estos problemas--.
   En caso de no funcionar, Mayoral ha apuntado al sistema CTAP (presión continua de aire positivo, en sus siglas en inglés), una mascarilla que inyecta aire a presión que hiperbloquea el ronquido y la apnea.
"Es tremendamente efectivo pero muy incómodo", ha afirmado. Por último, ha mencionado la cirugía aunque considera que hay que estudiarlo "muy a fondo" por estar indicado solamente "en un 2 o 3 por ciento y para pacientes con apneas severas".

Se triplican los trasplantes capilares en España para corregir la calvicie

Cada año se realizan alrededor de 250.000 trasplantes capilares en todo el mundo, según los datos publicados por la International Society of Hair Restoration Surgery. En el caso de España se ha triplicado en los últimos años su uso tanto entre hombres como en mujeres, y el 93 por ciento de ellos se realizan en el cuero cabelludo para corregir la falta de pelo. 

   "Casi el 93 por ciento de los microinjertos capilares se realizan en el cuero cabelludo, pero se ha experimentado una tendencia al alza de la aplicación de estos procedimientos en otras partes del cuerpo", explica el doctor de la clínica Svenson, el especialista Víctor Salagaray, quien achaca este aumento al 'efecto Bono', un caso que saltó a la prensa en 2009, después de que se especulara que el actual presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, se había realizado este tratamiento.
   En general, explica, se trata de una intervención que se realiza sobre todo en población masculina, aunque cada vez son más las mujeres que lo solicitan. En 2009, era un 86 por ciento de hombres los que llegaban solicitando una intervención de microinjerto. Actualmente, esa cifra se ha visto reducida a un 70 por ciento aproximadamente, y el número de mujeres que la solicitan ha aumentado hasta casi un 30 por ciento.
   Respecto al perfil, en el caso de los hombres, el 92 por ciento que solicitan la intervención son menores de 54 años, repartiéndose por igual esta cifra entre los mayores de 18 y los mayores de 35 años. Las mujeres que se someten a este tipo de cirugía suelen ser, en un 67%, mayores de 35 años.
   En su opinión, las diferencias se deben a que "los hombres ahora se cuidan más, quieren prevenir la caída antes, y en cuanto empiezan a notar una pérdida de pelo importante acuden; la mujeres, por el contrario, aguanta más porque el patrón de caída hace menos evidente la falta de pelo". Las mujeres tiene un nivel mayor de satisfacción que los hombres, explica Salagaray, quien lo achaca a la desaparición de los problemas que conllevan la falta de pelo a la mujer.
   Por áreas, tras el cuero cabelludo, se encuentran las cejas (3,4%), el área facial, bigote, barba y patillas (1,5%), el área púbica (0,4%) y el tórax (0,2%). 
"En los casos de cejas, patillas y bigotes, que se hacen mucho, suele ser para eliminar pequeñas cicatrices donde ya no sale pelo", explica.
   Es un procedimiento quirúrgico indoloro y definitivo que permite recuperar el propio cabello de cada individuo. Especialmente indicado para aquellos casos en los que los tratamientos cosméticos o médicos no se aplicaron a tiempo o no fueron lo suficientemente relevantes.
   El microinjerto es un proceso de "autodonación", quitando el pelo de áreas que genéticamente están a salvo de pérdida de cabello para rellenar las áreas donde el cabello ha caído y continúa haciéndolo. El pelo se injerta respetando el mismo ángulo o dirección del cabello original consiguiendo un aspecto natural y estéticamente perfecto.
   Esta intervención se lleva a cabo con anestesia local y el postoperatorio se realiza en casa. En este momento hay dos técnicas: la de FUE, que se sacan la unidad folicular de una a una, y la del Strip que recoge un más de una raíz en una tira de piel. "Se eligen una u otra dependiendo del caso y las necesidades del paciente, aunque la más utilizada es la del Strip, aunque la otra es menor invasiva y se utiliza cundo se necesita un menor número de injertos", explica.
   En tres meses ese pelo empezará a crecer, en seis en tendrá un resultado parcial evidente, y sobre los nueve meses o un año para ver un resultados efectivo. Asimismo, el médico señala que el paciente puede necesitar varias intervenciones, y, previamente a la intervención, añade, es necesario un buen diagnóstico que "confirme que se puede operar, porque no todas las alopecias son operables".
   "Cuanto antes vienen los pacientes mejor resultado se obtiene, además hay que ajustar las posibilidades de tratamiento a las expectativas del paciente. En cualquier casos, aunque hay soluciones para todos el cien por cien de estos pacientes no se pueden beneficiar de la solución quirúrgica", señala.
   Durante 2010 se realizaron 700 operaciones y, según lo que lleva la clínica Svenson de año, se espera alcanzar las 900. Esto hace pensar a Salagaray que la crisis no afecta a este tipo de intevenciones, ya que cuentan con lista de espera para realizar esta intervención. Y, según señala, además de la publicidad que genera los casos conocidos y el 'boca a boca', la mejora de las técnicas en los últimos años han conseguido "animar mucho a la gente".

Los programas de cribado del cáncer colorrectal son más coste-efectivos que los de mama

La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) reclama que se implante en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) un programa de cribado del cáncer colorrectal para detectar y tratar antes estos tumores, teniendo en cuenta que esta medida "es mucho más coste-efectiva que los que hay ya en marcha para los tumores de mama o próstata". 

Así lo asegura el presidente de esta entidad, el doctor Enrique Domínguez, sobre todo teniendo en cuenta que es el tumor más diagnosticado actualmente en España, con unos 26.000 nuevos casos al año.
Según reconoce este experto, el cáncer de colon es actualmente "de los tumores más fáciles de curar", ya que tiene muy buen pronóstico e incluso se pueden curar casos en que hay metástasis hepáticas, "algo que antes era impensable".
Sin embargo, lamenta que "lo que cuesta tratar un paciente es muchísimo más que todas las campañas de detección precoz que pudiésemos poner en marcha".
Por ello, el objetivo de esta sociedad es animar a todas las comunidades a implantar programas de cribado de lesiones premalignas, como ya hacen algunas a título individual, como Murcia, o al igual que el que ya está en marcha desde hace varios años a nivel nacional para el cáncer de mama.
El objetivo sería que entrasen en estos programas de cribado de la población general a partir de los 50 años, tanto hombres como mujeres, ya que "desde el punto de vista coste-beneficio, es más rentable", insiste el doctor Domínguez. Asimismo, en pacientes que tuviesen tener un antecedente familiar "se podría empezar incluso antes".
De hecho, "la ventaja es que lo que se detectan son lesiones premalignas o pólipos, que durante el mismo acto endoscópico se pueden detectar, extirpar y reducir el riesgo a cero".
"El cáncer de mama, aunque se detecte precozmente, a la mujer no se le evita ni la cirugía, ni la quimioterapia ni el seguimiento, lo único que se consigue es mejorar su pronóstico, pero el coste sigue siendo el mismo. En cambio, en colon, evitamos que se produzca el cáncer, por lo que al paciente le cambia la vida con un coste infinitamente inferior a cualquier otro tratamiento", concluye este experto.

Un estudio indica que el café no eleva el riesgo de hipertensión

Pese a las preocupaciones anteriores, beber mucho café no aumentaría el riesgo de padecer hipertensión, según indica un estudio realizado en Estados Unidos.

La presión arterial elevada, o hipertensión, se ha vinculado con las enfermedades cardiacas, accidentes cerebro vasculares (ACV) y una menor esperanza de vida, y algunos científicos sugirieron que el café podría aumentar el problema.
Sin embargo, de acuerdo con un informe publicado en The American Journal of Clinical Nutrition que reunió datos de seis estudios previos, con un total de 170.000 participantes, eso no sería así.
"Los resultados sugieren que el consumo habitual de más de tres tazas de café al día no está asociado con un incremento del riesgo de hipertensión, comparado con la ingesta de menos de una taza diaria de la infusión", escribió Liwei Chen, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Estatal de Luisiana, en Nueva Orleans, quien trabajó en la investigación.
Pero Chen añadió que se requieren más datos para delinear una conclusión definitiva sobre el tema, ya que el estudio "no dice que no haya riesgo" al tomar mucho café.
Además, las personas que beben entre una y tres tazas al día tenían un riesgo levemente mayor de presión arterial alta que aquellas que tomaban menos, un resultado que los investigadores no pudieron explicar.
Los estudios encuestaron a los participantes para saber cuántas tazas de café bebían a diario, desde menos de una a más de cinco, y luego los siguieron durante 33 años.
Poco más de uno de cada cinco terminó desarrollando presión arterial elevada, y la posibilidad de ser diagnosticado con la condición no fue diferente a la de las personas que indicaron que bebían más de cinco tazas de la infusión por día y aquellos que tomaban muy poco café.
"No pienso en el café como un factor de riesgo de la hipertensión", dijo Lawrence Krakoff, que estudia la hipertensión en el Centro Médico Monte Sinaí en Nueva York, y que no participó de esta investigación.
Pero "si las personas toman 12 tazas al día y no duermen, creo que ése es un problema importante", añadió.
La relación entre el consumo de café y la presión arterial es complicada por la posibilidad de que no funcione de la misma forma en todas las personas, afirmó Chen.
"Las personas con un contexto genético distinto reaccionarían al café de forma distinta", señaló la autora. "Para algunas personas será seguro tomar mucho café, pero para otras no", finalizó.

La exposición a pesticidas generaría un menor coeficiente intelectual

Los bebés expuestos a pesticidas antes de nacer tendrían un coeficiente intelectual mucho menor a los 7 años que los niños sin contacto con esas sustancias, revelaron tres estudios publicados esta semana. 

Los resultados de las investigaciones (dos efectuadas en Nueva York y otra en una comunidad agrícola de California) sugieren que la exposición prenatal a los pesticidas puede tener efectos sobre la inteligencia a largo plazo.
En uno de los estudios, un equipo de la Universidad de California en Berkeley estableció que cada aumento del 10 por ciento en la exposición prenatal a los pesticidas con organofosfato correspondía a una caída de 5,5 puntos en las puntuaciones generales de coeficiente intelectual (CI) a los 7 años.
"Esa diferencia podría significar que, de media, haya más niños en la parte inferior del espectro de aprendizaje y más chicos que necesiten atención especial en la escuela", señaló en un comunicado Brenda Eskenazi, que dirigió uno de los tres estudios publicados en Environmental Health Perspectives.
Los otros dos estudios, uno efectuado en el Centro Médico Monte Sinaí y el otro en la Universidad de Columbia, también examinaron la exposición prenatal a pesticidas y el CI en niños de 7 años.
Los equipos de Berkeley y Monte Sinaí tomaron muestras de residuos de pesticidas en la orina materna, mientras que el equipo de Columbia evaluó los niveles de clorpirifos, una sustancia tóxica para las células cerebrales presente en pesticidas, en el cordón umbilical.
Hasta que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos prohibiera su uso residencial en 2001, los clorpirifos eran uno de los insecticidas más utilizados para el control de plagas en los hogares.
En el estudio de Columbia, los investigadores tomaron muestras de 265 niños de la ciudad de Nueva York nacidos antes de la prohibición. Los mayores niveles de clorpirifos en la sangre de cordón umbilical de los bebés se relacionaron con un menor desempeño en dos pruebas distintas de CI.
Los niños que se ubicaron en el 25 por ciento de mayor exposición registraron 2,7 puntos menos en las pruebas que aquellos cuya exposición era menor.
La investigación de Berkeley incluyó a 329 chicos cuyas madres entraron en el estudio cuando estaban embarazadas.
Se tomaron muestras de orina materna dos veces durante el embarazo y, después del nacimiento, en los bebés a intervalos regulares entre los 6 meses y los 5 años.
El equipo señaló que, mientras que la exposición prenatal a pesticidas estaba muy vinculada al CI de los niños, el contacto posnatal no, lo que sugiere que la exposición en el momento de desarrollo cerebral del feto era más importante que durante la niñez.
"Es de vital importancia que continuemos controlando los niveles de exposición en poblaciones potencialmente vulnerables, especialmente en las mujeres embarazadas de comunidades agrícolas, dado que sus bebés seguirían estando en peligro", indicó en un comunicado el doctor Robin Whyatt, de Columbia.