martes, 9 de mayo de 2017

¿Por qué olvidamos nuestros sueños?

MADRID.- A veces soñamos cosas muy raras. En otras ocasiones, cosas que en parte sí tienen algo que ver con nuestro día a día. También, a través del sueño llegamos a rememorar cosas que hemos vivido o añoramos. Y muchas de estas veces no recordamos lo que hemos soñado, sólo en parte, o bien no nos damos cuenta ni de que hemos soñado, aunque generalmente siempre lo hagamos.

¿Por qué nos pasa esto? ¿Qué son los sueños y para qué sirven? La verdad es que todavía está por esclarecer cuál es el papel de los sueños en el ser humano. Eso sí, lo que sí parece estar claro es que por soñar una cosa ésta no va a tener un determinado significado. Todos hemos buscado en Internet alguna vez qué significa un sueño que hemos tenido pero, según los expertos, no tiene ningún sentido ni lógica.
Para poder entenderlo mejor, Carles Gaig, coordinador del grupo de estudio de Trastornos de la Vigilia y del Sueño de la Sociedad Española de Neurología, explica que los sueños son una actividad cognitiva que genera el cerebro mientras se duerme. "Básicamente la mayor parte de los que podemos recordar ocurren durante la fase REM, que ocupa un 20% de la noche. A lo largo de las 7 u 8 horas que dormimos se entra unas 5 veces en esta fase, y de forma cíclica generalmente", añade.
Según destaca, en esta fase los sueños son bastante elaborados y vívidos pero con frecuencia no somos capaces de recordarlos y, si lo hacemos, es porque nos hemos despertado en medio de esa fase y en mitad de ese sueño. Ahora bien, indica que la otra fase de sueño es la 'no REM', que ocupa un 75-80% de la noche. "En ella no queda tan claro, pero también es probable que haya sueño o actividad cognitiva. Es más difícil acordarnos de ellos, son sueños más elementales y más básicos y poco elaborados", añade.
Así, aunque existen distintos puntos de vista entre los expertos, parece que una de las razones que explican por qué en la mayoría de ocasiones olvidamos los sueños es debido a su escasa carga emocional e intensidad. Otro factor parece estar relacionada con la memoria, de manera que los sueños nos ayudarían a olvidar detalles no deseados de nuestra vida.
Por otra parte, algunos sueños muy intensos disminuyen nuestros niveles de serotonina y noradrenalina, circunstancia que también puede afectar nuestra capacidad para recordarlos.
El motivo fundamental para no recordar los sueños, no obstante, se relaciona con el hecho de que cuando estamos despiertos, la mayor parte de nuestros recuerdos se relacionan con otros momentos del día con los que están vinculados. De esta manera, si intentamos recordar lo que hemos comido al mediodía, podemos vincular este recuerdo con las personas con las que hemos almorzado, quién ha cocinado...
En cambio, en el caso de los sueños estos acostumbran a ser ilógicos y en la mayoría de ocasiones no somos capaces de interrelacionarlo con otros sueños que podamos intentar recordar para evocarlos.

Dormir más o la cafeína alivian mejor el dolor crónico que los analgésicos


LONDRES.- Una nueva investigación sugiere que dormir más o, en su defecto, tomar componentes que promuevan la vigilia como la cafeína, alivian el dolor crónico con mejores resultados que analgésicos como el ibuprofeno y la morfina, según publicó la revista científica Nature.

Llevado a cabo por el Hospital Pediátrico de Boston y la Escuela Médica de Harvard, el estudio usó ratones para medir la relación entre pérdidas de sueño agudas o crónicas y la sensibilidad hacia estímulos dolorosos.
Según Chloe Alexandre, doctora en Fisiología del Sueño, los investigadores privaron de sueño a los roedores con entretenimiento, en forma de juguetes y actividades, imitando así lo que suele ocurrir a las personas que, por ejemplo, reducen sus horas de descanso al ver la televisión por la noche.
La sensibilidad al dolor fue evaluada al exponer a los ratones a cantidades controladas de calor, frío, presión, y capsaicina (el irritante contenido en los pimientos picantes) y midiendo cuánto tardaba el animal en reaccionar.
"Descubrimos que cinco días de privación moderada de sueño pueden exacerbar significativamente la sensibilidad al dolor en ratones sanos", detalló la doctora Alexandre.
Sorprendentemente, los analgésicos comunes como el ibuprofeno no bloquean esa hipersensibilidad al dolor inducida por la privación de horas de descanso.
Los resultados sugieren que los pacientes, usando ese tipo de drogas para mitigar el dolor, podrían tener que incrementar su dosis para compensar la menor eficacia debido a la falta de sueño, lo que incrementaría los riesgos por efectos secundarios.
En cambio, tanto la cafeína como el modafinilo, drogas neuroestimulantes que promueven la vigilia, inhibieron la hipersensibilidad al dolor causada en los ratones privados de sueño, mientras que no tuvieron ningún efecto analgésico en los ratones que no vieron sus horas de descanso reducidas.
"Esto representa un nuevo tipo de analgésico que no se había considerado antes, uno que depende del estado biológico del animal", explicó el director del laboratorio de la investigación.
"Estas drogas podrían ayudar a romper el ciclo de dolor crónico por el cual el dolor perturba el sueño, lo que luego fomenta el dolor, lo que perturba más aún el sueño", argumentó.
Los investigadores concluyeron que en vez de tomar analgésicos, los pacientes con dolor crónico podrían beneficiarse de mejores hábitos de sueño o medicamentos para el insomnio por la noche, junto con agentes que incrementen el nivel de alerta durante el día para tratar de romper ese círculo vicioso.