viernes, 26 de abril de 2019

Millones de niños no reciben la vacuna contra el sarampión, lo que genera brotes

LONDRES.- Más de 20 millones de niños no recibieron la vacuna contra el sarampión al año durante los últimos ocho años, lo que abre un flanco de exposición a un virus que está generando brotes de la enfermedad en todo el mundo, mostró el jueves un estudio de Naciones Unidas. 

“El virus del sarampión siempre encuentra niños no vacunados”, afirmó Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). “Las bases para los brotes globales de sarampión que vemos hoy se sentaron hace años”.
Entre 2010 y 2017, cerca de 169 millones de menores, un promedio de 21,1 millones al año, no recibieron la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, mostró el reporte de UNICEF.
Como resultado de la mayor vulnerabilidad a la enfermedad, las infecciones de sarampión a nivel mundial registradas en el primer trimestre de 2019 llegaron a los 112.163 casos, casi cuatro veces la cifra del mismo trimestre de 2018, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
En 2017, cerca de 110.000 personas, casi todas niños, murieron por sarampión -un incremento de 22 por ciento respecto al año previo-, indicó UNICEF.
El sarampión es altamente contagioso, se propaga rápidamente en poblaciones no protegidas, y puede provocar la muerte, ceguera, sordera o daño cerebral. Actualmente se está extendiendo con brotes en muchas regiones del mundo, incluyendo Estados Unidos, Europa, Filipinas, Tailandia y Túnez.
Dos dosis de la inyección son fundamentales para proteger a los niños y la OMS afirma que se requiere una cobertura de vacunación de 95 por ciento para que se produzca la “inmunidad colectiva” contra el sarampión.
Pero por falta de acceso, sistemas de salud precarios y, en algunos casos, desconfianza hacia las vacunas, la cobertura global para la primera dosis llegó sólo a 85 por ciento en 2017, nivel similar al de décadas pasadas, dijo UNICEF. La cobertura para la segunda dosis es aun menor, del 67 por ciento.
Entre los países con ingresos más altos, Estados Unidos -que enfrenta su mayor brote de sarampión en casi 20 años- encabezó la lista de UNICEF de lugares con la mayor cantidad de niños a los que no les dan la primera dosis entre 2010 y 2017, más de 2,5 millones.

Científicos alemanes crean órganos humanos transparentes

MÚNICH.- Investigadores en Alemania han creado órganos humanos transparentes, usando una nueva tecnología que podría llevar a la impresión tridimensional de partes del cuerpo como riñones para trasplantes. 

Científicos de la Universidad Ludwig Maximilians en Múnich, liderados por Ali Erturk, desarrollaron una técnica que usa un solvente para crear órganos como el cerebro y los riñones, pero transparentes.
El órgano es escaneado por láseres en un microscopio que permite que los investigadores capturen la estructura completa, incluidos los vasos sanguíneos y cada célula en su ubicación específica.
Usando ese mapa, los investigadores imprimen el andamiaje del órgano. Luego cargan la impresora 3D con células madre que actúan como “tinta” y son inyectadas en la posición correcta para hacer funcional al órgano.
Si bien la impresión 3D ya se utiliza ampliamente para producir piezas para la industria, Erturk dijo que la técnica representa un avance en el campo médico.
Hasta ahora, los órganos creados en impresoras 3D carecían de estructuras celulares detalladas debido a que se basaban en imágenes de tomografía computarizada o máquinas de imágenes por resonancia magnética, sostuvo.
“Podemos ver dónde se ubica cada célula en órganos humanos transparentes. Y luego podemos replicar exactamente lo mismo, usando tecnología de bioimpresión 3D para crear un órgano funcional real”, afirmó.
“Por lo tanto, creo que ahora por primera vez estamos mucho más cerca de un órgano humano real”, agregó.
El equipo de Erturk planea comenzar con la creación de un páncreas bioimpreso en los próximos 2 a 3 años y también espera desarrollar un riñón dentro de 5 a 6 años.
Los investigadores realizarán una primera prueba para ver si los animales pueden sobrevivir con los órganos bioimpresos y podrían comenzar los ensayos clínicos dentro de 5 a 10 años, dijo.