domingo, 29 de septiembre de 2013

El peso de los bolsos puede llegar a afectar a la estructura ósea

Por motivos familiares, personales o laborales, las mujeres se pasan muchas horas al día fuera de casa y tienden a llevar sus bolsos excesivamente cargados. Un peso que, en ocasiones, puede llegar a los 10 kilogramos, afectando a la espalda y favoreciendo la aparición de molestias y dolores que, incluso, pueden afectar a la estructura ósea, según ha asegurado el doctor del Centro Especial Ramón y Cajal de Madrid y especialista del Hospital Quirón San Camilo, Pablo de Lucas.

   El tamaño, material, tipo de tiras, forma y el peso del bolso son los factores que más influyen en los dolores de espalda. Además, su uso continuado también puede afectar a otras partes del cuerpo como, por ejemplo, hombros, brazos y manos.
   Ahora bien, existen diferentes tipos de bolsos que, según ha explicado De Lucas, deben ser usados de manera diferente. En concreto, los bolsos grandes, los llamados 'Tote', deben llevarse cada rato en un hombro, no hay que sobrecargarlos y hay que realizar ejercicios para movilizar el hombro o el codo de forma "suave".
   Los bolsos cartera, es decir, los conocidos como 'Satchel', provocan que el peso caiga sobre el hombro y, por consiguiente, la mano se sobrecargue. Por ello, el experto ha recomendado que, en el caso en el que se lleve en el antebrazo, se tenga especial cuidado con el codo dado que, según ha advertido, la sobrecarga puede provocar un episodio de "epicondilitis". En este caso, es aconsejable llevarlos con muy poco peso y cambiarlos de brazo cada cierto tiempo.
   Otro tipo de bolsos son los de estilo 'bandolera', los cuales, según ha comentado De Lucas, deben tener el asa ancha y acolchada y estar pegados al cuerpo, sin balanceos. "Es el mejor bolso para evitar dolores de espalda, siempre y cuando no pese una barbaridad", ha comentado.
   Asimismo, aquellos que son pequeños, los llamados 'Clutch', y aunque a penas pesen, son necesarios cambiarlos de mano cada 10 o 15 minutos con el fin de no forzar "demasiado" las articulaciones. "Finalmente, si lo que llevas en el bolso es a tu bebé, evita que el portabebés esté fabricado con fibras sintéticas porque su contacto con la piel pueden producir reacciones alérgicas en el pequeño. No deberías andar más de quince minutos sin parar a descansar", ha apostillado el experto.
   Por todo ello, De Lucas ha insistido en la importancia de que las mujeres opten por llevar bolsos pequeños, eviten que el peso sea superior a un kilogramo y, en el caso en el que sea necesario llevar una alta carga, utilicen mochilas centradas y sujetas a la espalda.
   "Como norma general es fundamental que mantengamos una correcta alineación de la espalda si queremos que goce de buena salud. En este sentido, existen unos simples ejercicios de cuello y hombros para aliviar la tensión y que consisten en ponerse de pie con los brazos estirados e ir empujándolos hacia atrás como si se estuviera remando de forma suave", ha comentado el experto, para zanjar recomendado realizar estos ejercicios diez veces en cada brazo y levantando los hombros.

La rabia cuesta la vida a más de 60.000 personas cada año a pesar de ser una enfermedad prevenible

La rabia cuesta la vida a más de 60.000 personas cada año a pesar de ser una enfermedad prevenible, según aseguran desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo de la celebración ayer sábado, 28 de septiembre, del Día Mundial de la Rabia.

   A juicio de esta organización, y de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés), esta conmemoración es "una oportunidad" para aprender sobre esta patología.
   Por ello, estos tres organismos internacionales han emitido una declaración conjunta en la que convergen en que el objetivo es "eliminar la rabia humana", así como establecer un control sobre esta enfermedad entre los animales.
   Según se expone, para alcanzar esta pretensión, es necesario "mejorar los esfuerzos", y es que, a pesar de que la rabia es prevenible, "mata a miles de personas cada año en el mundo". Además, de los fallecidos, "cuatro de cada diez son niños", lamentan.
   Ante ello, indican que la participación de la comunidad, la educación y la concienciación pública "son elementos importantes de los programas de control de la rabia", mientras que consideran "fundamental" la vacunación masiva de perros.
   "Las comunidades tienen que asumir la tenencia responsable de sus perros, prevenir las mordeduras y saber qué hacer cuando son mordidos", continúan. De este modo, recalcan que "la vacunación de al menos el 70 por ciento de los perros interrumpe el ciclo de la transmisión hacia los seres humanos".
   Debido a ello, sostienen que los países que persiguen la eliminación de la rabia canina "deben facilitar el acceso a vacunas de calidad garantizadas en las campañas de vacunación y la gestión de brotes". Éstas son "seguras, eficaces y accesibles", señalan desde la FAO, la OMS y la OIE.
   En cuanto a qué hacer cuando una persona es mordida por un animal infectado por la rabia, subrayan que ésta "puede sobrevivir" siempre que la herida sea limpiada de manera inmediata "con agua abundante y jabón". Además, debe administrársele la profilaxis postexposición a tiempo.
   De cualquier forma, explican que la enfermedad puede ser transmitida por otros animales diferentes a los perros, y es que, en algunos lugares, la rabia transmitida por animales silvestres "se ha convertido en la vía más importante para la transmisión a los seres humanos".
   A tenor de los expuesto, apuestan por la colaboración estrecha entre los diferentes sectores para su eliminación. Así, ésta ha sido fijada por los países latinoamericanos para el año 2015 y por el sudeste de Asia para 2020.

Hasta el 20% de los niños y el 7% de los adultos padecen dermatitis atópica en España

Entre el 10 por ciento y el 20 por ciento de los niños y entre el 5 por ciento y el 7 por ciento de los adultos padece dermatitis atópica en España, una enfermedad crónica que causa picor e inflamación en la piel y que afecta, especialmente, a la parte interna de los codos, detrás de las rodillas, piernas, brazos y cara, aunque también puede cubrir la mayor parte del cuerpo. 

   Se trata, además, de una patología que se ha visto incrementada en los últimos 30 años entre un 200 por ciento y un 300 por ciento. De hecho, el 90 por ciento de los pacientes experimenta esta enfermedad antes de los 5 años, siendo la segunda causa más frecuente de visita al dermatólogo. Además, el 80,6 por ciento de los enfermos acude al médico cuando aparece el primer brote.
   "En los últimos años se ha comprobado de forma científica que un 40 por ciento de los pacientes con esta enfermedad sufren un déficit de filagrina, una proteína presente en la piel. Uno de los rasgos más visibles de la falta de esta proteína es la hiperlinealidad palmar que presentan los pacientes, es decir, la gran cantidad de líneas que se observan en la palma de la mano, este hecho, nos ayudará a poder detectar de mejor manera aquellos pacientes con dermatitis atópica", ha comentado el jefe del servicio de Dermatología del Hospital Niño Jesús, de Madrid, y presidente del XII Congreso Mundial de Dermatología Pediátrica, Antonio Torrelo.
   La dermatitis atópica tiende a hacer erupción cuando se expone a factores irritantes como: disolventes químicos industriales, detergentes, humo de tabaco, pinturas  blanqueadoras, lanas, comidas ácidas y/o astringentes, productos del cuidado de la piel que contienen alcohol y algunos jabones y perfumes. Además, es durante los cambios de temperatura y de estación cuando la enfermedad se torna más severa y la aparición de brotes agudos es más común.
   En las fases agudas de la dermatitis atópica, los pacientes sufren fuertes picores, inflamación y en casos severos eccemas y heridas. Los pacientes comienzan a rascarse y con ello se inicia un círculo vicioso. Y es que, al rascarse la barrera protectora de la piel se pierde, las bacterias patógenas, especialmente el staphylococcus aureus, se activan y promueven los procesos inflamatorios.
   Este proceso inflamatorio lleva al paciente a volver a rascarse con lo que se debilita aún más la función de barrera protectora de la piel. La consecuencia es que su sistema inmunitario empieza a funcionar mal, reaccionando contra todo aquello a lo que le es ajeno, por ello, es muy común que pacientes con esta patología desarrollen a la larga otras enfermedades, especialmente alergias, rinitis o asma.
   Asimismo, estos pacientes no sólo sufren las consecuencias físicas de la enfermedad, sino también las psicológicas ya que, tal y como ha explicado la presidenta de la Asociación Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica (ADEA), Mercedes González, "el picor es muy desagradable y como no para de picarte en todo el tiempo, te vuelves una persona irritable, vergonzosa, duermes mal y te afecta a tu vida diaria y a las relaciones con los demás".
   "La mejor defensa es la prevención. Los que la sufren siempre tienen piel muy seca y quebradiza. La capa externa de la piel, el estrato córneo, sirve de barrera protectora. Cuando esta capa exterior se agrieta por sequedad, los irritantes pueden alcanzar planos más profundos y causar una erupción. Los pacientes buscan tratamientos no agresivos pero eficaces. Un gran número de pacientes adultos con dermatitis atópica, y sobre todo las madres con niños pequeños con esta enfermedad, buscan soluciones dermocosméticos suaves, seguras y efectivas que ayudan a aliviar los síntomas de la fase aguda e incluso que puedan ser una alternativa a la medicación tópica como la hidrocortisona", ha zanjado el especialista Juan Arenas.

Más de la mitad de la población anda menos de los 30 minutos recomendados al día para mantener una vida activa

Hasta un 55 por ciento de la población mundial podría andar al día menos de los 30 minutos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mantener una vida activa, según los datos preliminares de un estudio presentado por la European Heart Network (EHN). 

    Los datos, que forman parte del proyecto 'EuroHeart II: Dieta, Actividad Física y Prevención de la Enfermedad Cardiovascular en Europa', muestra además que, al menos, uno de cada cuatro adultos no es consciente de cuánto camina.
   "La conciencia es el primer paso para un corazón sano. Prestar atención a lo mucho que caminar debería ser tan simple como ver lo que comemos", ha señalado la directora científica de la Federación Mundial del Corazón, la doctora Kathryn Taubert.
   La encuesta muestra también que alrededor de uno de cada tres adultos en los EE.UU. y el Reino Unido no son conscientes de lo que caminan cada día en comparación con sólo uno de cada seis personas en la India.
   Asimismo, la población encuestada en EE.UU. y el Reino Unido caminan menos rápido que las de los países en desarrollo; dos tercios de los encuestados en EE.UU. y el Reino Unido que informaron al día caminan menos de 30 minutos de manera enérgica, mientras que menos de la mitad de los adultos en Brasil y la India señalaron hacer lo mismo.
   "La conciencia es el primer paso para un corazón sano. Prestar atención a lo mucho que caminar debería ser tan simple como ver lo que comemos", ha señalado la directora científica de la Federación Mundial del Corazón, la doctora Kathryn Taubert.
   Por otra parte, el estudio demuestra que las personas que usan podómetros aumentan su actividad física en casi un 27 por ciento; esto apoyaría la idea de utilizar teléfonos inteligentes y dispositivos de rastreo de fitness ayudará a hacer un seguimiento de la aptitud personal.
   "Sus pies pueden llevar su corazón muy lejos en la vida", ha afirmado en la presentación de los datos el doctor Srinath Reddy, presidente de la Federación Mundial del Corazón, con motivo del Día Mundial del Corazón, este 29 de septiembre.
   Aprovechando la celebración del Día Mundial del Corazón, la federación quiere alentar a la gente a caminar, por ello esta concienciando sobre los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, tales como la inactividad física, la mala alimentación, el sobrepeso y obesidad y el consumo de tabaco es la primera etapa hacia la prevención del riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.
   Al menos, 15 minutos diarios de ejercicio moderado, lo que incluye caminar rápido, puede tener importantes beneficios para la salud, ya que diversos estudios muestran que podrían sumar hasta tres años a la esperanza de vida; además reduce significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hasta el 11 por ciento.
   "En el Día Mundial del Corazón, estamos instando a la gente a tomar medidas para proteger su corazón. Al llegar a la pauta recomendada de un mínimo de 30 minutos de ejercicio moderado, que incluye caminar a paso ligero por lo menos cinco días a la semana, muchas muertes prematuras se pueden prevenir", ha añadido Tauber.

El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida

El aumento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y el cáncer está directamente relacionado con los alimentos que comemos. Las hormonas sintéticas presentes en los fertilizantes y pesticidas que entran en contacto con la comida son muy peligrosas para la salud y no suelen detectarse en los análisis toxicológicos, por lo que se invalida el principio de que la ‘dosis hace el veneno’”. 

Con esta advertencia a modo de carta de presentación, la galardonada documentalista y periodista Marie-Monique Robin nos introduce en el mundo de la agroindustria, su campo de investigación desde hace más de una década, y sobre el que versa su último ensayo: Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (Península).
Una obra fruto del análisis comparativo de diversos sistemas de producción alimentaria que, en sintonía con otras anteriores como Nuestro veneno cotidiano y El mundo según Monsanto, cuestiona el mito de que la bajada del precio de los alimentos o de que el fin del hambre en el mundo solo son posibles mediante la producción industrial de alimentos. La principal novedad que aporta la autora gala con este último libro es que existe una alternativa demostrable, “más sobresaliente de lo que creía antes de iniciar la investigación”, y que se llama agroecología.
La transición de la agroindustria a la agroecología todavía es posible, explica Robin, pero aun existiendo la voluntad política necesaria para propiciar los cambios legislativos que la permitan, “llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”. Es por ello que urge, en primer lugar, limitar el uso de pesticidas y transgénicos. “España es el país más permisivo de la UE con el cultivo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y la comercialización de otras sustancias tóxicas, como el bisfenol A que en otros lugares como Francia está prohibido”.
Una permisividad, alerta la autora gala, con unas consecuencias más que visibles: “Las parejas españolas son las que más problemas tienen de infertilidad en toda Europa, al afectar a una de cada cuatro”. Al mismo tiempo, los cánceres de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo anual del uno al tres por ciento entre los niños, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ponen también de relieve el auge del origen fetal de las enfermedades en la edad adulta (presuntamente por el tipo de alimentación de la gestante). “La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya se está dando cuenta de estas consecuencias y reconociendo las deficiencias del principio toxicológico de que ‘la dosis hace el veneno’ debido a las indetectables hormonas sintéticas, como demuestra la mayoría de literatura científica sobre esta cuestión”, apunta Robin.
Tradicionalmente se ha relacionado el bajo coste de los alimentos con los monocultivos, el uso de pesticidas y fertilizantes para reducir las plagas, así como otras técnicas modernas de producción a gran escala. Sin embargo, Robin afirma que “los precios de los alimentos que compramos en el supermercado son completamente falsos porque no incluyen los costes directos ni los indirectos”.
Los gastos derivados del tratamiento de las aguas contaminadas, del pago de las tasas por los gases de efecto invernadero, de las subvenciones (para el gasóleo, para exportar o directamente de la Política Agraria Común de la UE), así como de los sistemas públicos de salud, por el aumento de enfermos crónicos, son algunos de los costes asociados a la agroindustria que no se incluyen el precio de origen. “Si sumamos todos estos costes a los productos en origen, su precio subiría y serían más caros que los ecológicos”. Además, añade Robin, más de la mitad del precio está engordado por los intermediarios y finalistas.
Una realidad de la que no estamos muy lejos, según la autora gala, para quien antes o después tendrá que dispararse el precio de la comida, ya sea por el fin de las subvenciones (como se prevé con la PAC), por la creciente especulación bursátil con las materias primas en los mercados de futuro, o por el no menos inminente encarecimiento de los combustibles fósiles como el petróleo y el gas, debido a su cenit.
Los productos químicos utilizados en la agroindustria se elaboran a partir de petróleo y gas, por lo que un aumento en el precio de estos recursos, junto a la escasez de agua, pondría a la agroindustria en la encrucijada. “Esta es la gran debilidad de las industrias alimentarias. Se sustentan sobre un modelo que depende de los combustibles fósiles, y está claro que el precio de éstos será cada vez mayor, por lo que el de los alimentos será parejo. No tiene sentido que la alimentación en el mundo dependa de la producción de petróleo en una región tan convulsa como es Oriente Medio”, lamenta Robin.
Las perniciosas consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial, así como la crónica de una muerte anunciada que Robin comenzó a describir antes incluso de que se produjesen las primeras crisis alimentarias en Latinoamérica (relacionadas con los biocarburantes) han llevado a la francesa a recorrerse el mundo en busca de alternativas ecológicas. Después de estudiar diferentes técnicas agroecológicas pudo comprobar que su rendimiento puede ser mayor que con técnicas propias de la agroindustria.
“Muchas veces, cuando hablamos de agroecología pensamos que se trata de volver a las técnicas empleadas por nuestros abuelos. No es así, se trata de prácticas mucho más complejas que dependerán de la zona geográfica donde se desarrollen, del tipo de cultivo o del tipo de tierra”, explica la autora. Sin embargo, Robin sí pudo comprobar que todos ellos coincidían en un principio básico: la complementariedad. “Se trata de un principio común mediante el que se busca complementar la biodiversidad del medio, mediante rotación de cultivos o interfiriendo en los ciclos biológicos de los insectos, para prevenir plagas y aumentar la producción”.
La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores ha aumentado proporcionalmente al deterioro de la cadena alimentaria, “pero la oferta todavía no llega para abastecerlos a todos”, apunta Robin. Para hacerla extensiva a todo el mundo no llega con la concienciación del consumidor, que al fin y al cabo es el que más poder detenta con sus decisiones de compra, sino que se necesitan medidas políticas concretas.
Entre las propuestas más urgentes para facilitar el cambio, la periodista cita “la prohibición de la especulación con alimentos, el fomento de la soberanía alimentaria mediante una férrea protección de los mercados y agricultores locales, y el acortamiento de las cadenas de distribución buscando conexiones directas entre consumidores y productores”. Solo mediante la eliminación de los intermediarios y finalistas, explica la francesa, el precio de los alimentos orgánicos se reduciría hasta en un 90%”.
Las bases para posibilitar un cambio de modelo están puestas “desde hace muchos años”, pero de no iniciarse una pronta transición, advierte Robin, “no podremos anticiparnos a las crisis alimentarias que resurgirán en cualquier momento”.