miércoles, 3 de marzo de 2021

La OMS subraya que no debe exigirse una vacuna anticovid a los viajeros internacionales


GINEBRA.- Aeropuertos y otros puntos de entrada a un país no deben pedir a los viajeros que demuestren estar vacunados contra la COVID-19 para poder acceder a esos territorios, subrayó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En su informe epidemiológico semanal sobre la pandemia, la OMS insistió en que las vacunas anticovid no pueden ser un requisito para viajar dado que todavía se desconocen sus efectos en la reducción de los contagios, la duración de la inmunidad que proporcionan o si protegen contra formas leves de COVID-19.

Además, "dar prioridad a los viajeros puede tener como consecuencia un inadecuado suministro de dosis para personas en alto riesgo de contraer formas graves de COVID-19", añadió la agencia de la ONU.

También recalcó que el uso de "certificados de inmunidad" para viajeros internacionales (tanto si se han vacunado como si presentan anticuerpos tras superar la enfermedad) no es recomendable "ni está apoyado actualmente por evidencias científicas".

En su informe, la OMS reitera que las personas de más de 60 años, aquellas con enfermedades crónicas y otros grupos de riesgo deben evitar viajar a países con una transmisión elevada de COVID-19.

Por otro lado, la organización resalta que los viajeros internacionales "no deben ser considerados por naturaleza casos sospechosos de COVID-19".

En 2020 el tráfico de pasajeros internacionales cayó un 60 % con respecto a 2019 (2.700 millones de viajeros menos), lo que causó a las líneas aéreas una pérdida de ingresos que se calcula en 371.000 millones de dólares.

No todas las personas que han pasado el COVID-19 desarrollan anticuerpos suficientes


VALENCIA.- No todas las personas que han pasado el COVID-19 desarrollan anticuerpos suficientes que les protejan frente al virus, según han avisado médicos y especialistas de VithasLab, quienes avisan de que la determinación de anticuerpos depende de si se adquirieron tras la enfermedad o tras la vacunación.

"En algunos casos asintomáticos, o con una sintomatología muy leve, el cuerpo reacciona de una manera natural y muy rápidamente ante la presencia del coronavirus SARS-CoV-2, causante del COVID-19. Esta rápida respuesta tiene un aspecto negativo a largo plazo, ya que, al combatir precozmente la infección, no permite la formación de anticuerpos específicos, y, por tanto, no genera inmunidad", ha dicho la responsable del laboratorio de VithasLab en Valencia, Vicenta Sanhermelando Rossi.

Por ello, ha destacado la importancia de que las personas que hayan pasado el COVID se realicen un análisis de determinación de anticuerpos. Uno de los métodos más eficaces para ello es la determinación serológica del IgG con el método 'ELISA', un inmunoensayo que cuantifica de manera in vitro la cantidad de anticuerpos existentes.

Así, una cantidad igual o superior a 15, significa que existe una protección ante futuros contactos con el coronavirus. La duración de esta protección todavía no está definida, ya que no ha pasado tiempo suficiente como para poder determinarla, pero, tal y como ha indicado Sanhermelando, existe consenso científico en que "la inmunidad persiste más allá de los ocho meses posteriores" a la generación de esos anticuerpos.

Además, la responsable del laboratorio de VithasLab en Valencia ha destacado que los anticuerpos adquiridos tras la enfermedad son diferentes de los que se generan tras la vacunación, explicando que los anticuerpos que confieren protección frente a futuras infecciones del SARS-CoV-2, como ante otros virus, son los llamados 'ac neutralizantes'.

Así, los anticuerpos que se generan durante la enfermedad son inmunoglobulinas frente a diversos antígenos del virus y no todos son neutralizantes. De hecho, no se ha confirmado todavía si todos los pacientes generan estos anticuerpos 'ac', ni si sus niveles son suficientes como para proporcionar protección. Además, hay un porcentaje de enfermos, que se estima entre un 10 y un 30 por ciento de los casos, en los que la cantidad de anticuerpos no es detectable.

Finalmente, la experta ha informado de que la vacunación genera exclusivamente anticuerpos de tipo 'ac neutralizantes', y lo hace en niveles más que suficientes para asegurar una inmunización frente a futuras exposiciones al coronavirus.

Covaxin, la vacuna india contra el COVID ofrece un 81% de eficacia


NUEVA DELHI.- La vacuna desarrollada por el laboratorio indio Bharat Biotech y el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR) ofrece eficacia contra el coronavirus en un 81 por ciento de los casos, según los resultados provisionales revelados este miércoles por Bharat Biotech.

El medicamento contra el COVID-19 "demostró una eficacia de vacuna provisional del 81 % en su ensayo clínico de la fase 3. Los ensayos involucraron a 25.800 sujetos, el más grande jamás realizado en la India, en asociación con el Consejo Indio de Investigación Médica", informó el laboratorio en un comunicado.

Covaxin "demostró una tendencia de alta eficacia clínica contra el COVID-19, pero también una inmunogenicidad significativa contra las variantes que emergen rápidamente", dijo en el comunicado el doctor Krishna Ella, presidente y director general de Bharat Biotech.

La fórmula de Covaxin o BBV152, una vacuna elaborada a partir del aislamiento de la cepa Sars-Cov-2, se mantiene estable entre los 2 y 8 grados centígrados y está lista para usar.

Los viales de BBV152 tienen una resistencia que les permite estar abiertos hasta 28 días, "una característica única del producto que reduce el desperdicio de vacunas en aproximadamente un 10-30 %" --explicó el laboratorio.

La fase tres del estudio involucró a 25.800 participantes de entre 18 y 98 años, incluidos 2.433 mayores de 60 años y 4.500 voluntarios con enfermedades crónicas subyacentes.

"El primer análisis provisional se basa en 43 casos, de los cuales se observaron 36 casos de COVID-19 en el grupo placebo versus 7 casos observados en el grupo BBV152 (COVAXIN), lo que resultó en una estimación puntual de la eficacia de la vacuna del 80,6 %", explicó.

Bharat Biotech citó también un análisis del Instituto Nacional de Virología de la India que sostiene que "los anticuerpos inducidos por la vacuna pueden neutralizar las cepas variantes detectadas en Reino Unido y otras cepas heterólogas".

Covaxin, que consiguió el permiso de los reguladores de la India cuando aún estaba en fase de pruebas, es una de las dos fórmulas utilizadas por la India para su masiva campaña de vacunación lanzada el pasado 16 de enero.

Más de 5 millones de dosis de Covaxin fueron usadas en el arranque de la campaña de inoculación, lo que despertó la preocupación de algunos sectores sobre el uso a gran escala de un medicamento cuya eficacia era desconocida hasta hoy.

Aún así, el primer ministro indio, Narendra Modi, y miembros de su gabinete dieron su voto de confianza al antídoto nacional recibiendo sus dosis en lugar de la Covishield, la fórmula del laboratorio británico AstraZeneca que también tiene autorización para uso de emergencia en el país.

Administrar zinc a los pacientes con covid-19 podría ayudar a su recuperación


BARCELONA.- Administrar zinc a los enfermos de covid-19 puede acelerar su recuperación y evitar que lleguen a estados más graves, según un estudio de médicos e investigadores del Hospital del Mar, del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

El estudio, que publica la revista Nutrients, ha demostrado que los pacientes infectados por el coronavirus SARS-CoV-2 con niveles más bajos de zinc en sangre sufren una mortalidad más alta y un tiempo de recuperación más largo.

En concreto, la mortalidad en los pacientes con menos nivel de zinc en sangre fue del 21 %, frente al 5 % de aquellos con niveles más altos, según el estudio, que ha incluido ensayos in vitro en los que se demostró el efecto protector de este elemento a la hora de limitar la proliferación del coronavirus en las células humanas.

Por eso, los médicos del Hospital del Mar han visto que suplementar con zinc a los pacientes con covid-19 con niveles bajos de este elemento es una estrategia para reducir la mortalidad, el tiempo de recuperación y evitar los peores efectos de la enfermedad en los grupos de riesgo, como las personas de más edad.

El trabajo, liderado por Robert Güerri, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, ha analizado los niveles de zinc de 249 pacientes adultos tratados en el centro entre el 9 de marzo y el 1 de abril de 2020, con una edad media de 65 años y con síntomas más frecuentes de fiebre, tos y disnea.

A todos estos pacientes les analizaron sus niveles de zinc en sangre, considerando niveles bajos aquellos situados por debajo de los 50 µ/dl.

Güerri ha explicado que "el zinc es un elemento esencial para el mantenimiento de una gran variedad de procesos biológicos, y la alteración de sus niveles provoca un incremento de la susceptibilidad a infecciones y un incremento de la respuesta inflamatoria".

Por eso, "dadas las comorbilidades asociadas al déficit de zinc y por su acción inmunomoduladora y antiviral, los niveles de este elemento y su suplementación pueden ser herramientas útiles para tratar los casos de COVID-19".

El estudio observó que uno de cada 4 pacientes presentaba niveles bajos de zinc y que este grupo tenía síntomas más graves, así como niveles más elevados de inflamación, medidos a partir de dos marcadores, tanto la proteína C reactiva (PCR) como la interleucina 6 (IL-6), que indican la respuesta inflamatoria.

Su estancia hospitalaria fue, en promedio, 3 veces más larga que la de los pacientes con niveles más elevados de zinc (25 días frente a 8).

Con relación a la mortalidad, los niveles de zinc eran significativamente más elevados en los enfermos que sobrevivieron a la infección, 62 µ/dl, frente a los 49µ/dl de los que murieron.

Mientras que uno de cada 5 pacientes con niveles bajos de este elemento murió, aquellos que presentaban niveles más elevados a la hora de la admisión en el hospital sufrieron una mortalidad del 5 %.

Así, el estudio revela que el incremento de una unidad de zinc en el plasma sanguíneo está directamente vinculado a la reducción de un 7 % del riesgo de morir por coronavirus.

Según Güerri, "hemos demostrado la importancia de los niveles de zinc en la sangre de los pacientes como un predictor adicional de pronóstico en covid-19, así como su potencialidad como herramienta terapéutica de tratamiento. Por ello, proponemos esta variable como un nuevo parámetro para predecir la evolución de los enfermos y proponemos iniciar ensayos clínicos sobre suplementar con zinc a pacientes con niveles bajos ingresados con coronavirus SARS-CoV-2".

Los grupos de investigación de Rubén Vicente y Juana Díez en la UPF se han encargado de estudiar en paralelo el efecto de los niveles de zinc con la capacidad de expansión del virus, mediante técnicas in vitro.

Los resultados obtenidos corroboran que el mal pronóstico en los pacientes con bajas concentraciones de zinc está causado tanto por el efecto que su carencia provoca en el desequilibrio inmune como por el incremento de la carga viral, ya que observaron que los niveles bajos de zinc promueven la expansión viral en las células infectadas.