viernes, 20 de diciembre de 2019

Probado con éxito en humanos un nuevo fármaco potencial para tratar el lupus

SIDNEY.- Una investigación de la Universidad de Monash, en Australia, y publicada en la revista ‘New England Journal of Medicine (NEJM)’, ha descubierto un nuevo fármaco potencial para tratar el lupus, una enfermedad autoinmune (también conocida como lupus eritematoso sistémicoo LES), que afecta a más de 5 millones en todo el mundo, el 90% mujeres, y para la que no hay cura.

En el lupus el sistema inmunitario ataca partes sanas del cuerpo. Es una enfermedad particularmente insidiosa, ya que tiene una mortalidad a diez años del 10%, “que si se diagnostica a los veinte años es un resultado terrible”, asegura Eric Morand, profesor de la Universidad de Monash que supervisó el ensayo internacional de fase 3 de tres años sobre más de 360 personas con LES.
El ensayo, denominado TULIP 2, evaluó el anifrolumab de AstraZeneca y logró una reducción estadísticamente significativa y clínicamente significativa en la actividad de la enfermedad versus placebo, con ambos brazos recibiendo atención estándar.
El profesor Morand también ha sido clave en el desarrollo de nuevos criterios de evaluación del lupus, que debido a que la enfermedad involucra una serie de órganos en el cuerpo, puede ser difícil de diagnosticar y controlar.
Según el profesor Morand, solo ha habido un nuevo tratamiento aprobado para la enfermedad en los últimos 60 años.
Entre el 60% y el 80% de los adultos con LES muestran un aumento en los genes inducidos por interferón, que reflejan la sobreproducción de la proteína inmune tipo 1 interferón. Si bien los intentos anteriores para bloquear esta proteína en el lupus han fallado, el nuevo tratamiento potencial funciona bloqueando el receptor en todas las células del cuerpo, con el objetivo de revertir la activación de los síntomas del lupus.
El profesor Morand explica que el interferón está asociado con otras enfermedades autoinmunes como la esclerodermia y la enfermedad de Sjogren, “por lo que también puede existir el potencial de usar anifrolumab en el tratamiento de otras enfermedades relacionadas con el interferón”.
En el ensayo TULIP 2, los pacientes recibieron una infusión intravenosa de dosis fija de anifrolumab o placebo cada cuatro semanas. Se evaluó el efecto de anifrolumab en la reducción de la actividad de la enfermedad, observando un efecto significativo en las medidas globales de actividad de la enfermedad.
En el ensayo, desarrollado entre 2015 y 2018, participaron 362 pacientes que recibieron 300 mg del medicamento o un placebo por vía intravenosa una vez cada cuatro semanas durante 48 semanas. 
El beneficio se midió utilizando una evaluación clínica definida de mejoría en todos los órganos, así como el número de brotes (que muestran al paciente con fiebre, articulaciones dolorosas o inflamadas, fatiga, erupciones cutáneas o llagas o úlceras en la boca o la nariz).
Los voluntarios tenían entre 18 y 70 años y con un grado de la enfermedad de moderada a grave a pesar de los tratamientos estándar. Los pacientes con LES generalmente mueren de insuficiencia orgánica.
El estudio encontró que, 52 semanas después del comienzo del ensayo, significativamente más pacientes con el medicamento que el placebo tenían una reducción en la actividad general de la enfermedad en todos los órganos activos, una ejora en la enfermedad de la piel del lupus, una reducción en las dosis de esteroides y una tasa anual reducida de brotes.
El ensayo TULIP 2 siguió al ensayo TULIP 1 que no logró cumplir su resultado primario. El segundo ensayo, publicado en el ‘NEJM’, utilizó un punto final diferente. 
“La medición de la respuesta al tratamiento en el LES ha sido muy problemática y esto representa una especie de segundo avance de este ensayo”, explica el profesor Morand.
AstraZeneca ahora trabajará con reguladores, para llevar anifrolumab, un nuevo medicamento potencial, a los pacientes. El estudio se realizó en colaboración con colegas en Japón, el Reino Unido, los Estados Unidos, Francia y Corea del Sur.

La mitad de las muertes en España se producen por enfermedades del sistema circulatorio y tumores

MADRID.- Según la estadística 'Defunciones según la causa de muerte' difundida por el INE, en 2018 se produjeron en España 427.721 defunciones, 3.198 más que en el año anterior (un 0,8 % más).

El 54,7% de las muertes en España en 2018 fueron por enfermedades del sistema circulatorio (primera causa de muerte en mujeres) y por tumores (principal motivo en hombres), según la última estadística del INE, que recoge un descenso de los suicidios en un 3,8%.
Según la estadística ‘Defunciones según la causa de muerte’ difundida este jueves por el Instituto Nacional de Estadística, en 2018 se produjeron en España 427.721 defunciones, 3.198 más que en el año anterior (un 0,8% más).
Por sexo, fallecieron 216.442 hombres (un 1% más que en 2017) y 211.279 mujeres (aumentaron el 0,5%).
El suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 3.539 fallecimientos, un 3,8% menos que en 2017; seguido de las caídas accidentales (con 3.143 muertes y un aumento del 2,8%), el ahogamiento, sumersión y sofocación (con 3.090 y un descenso del 0,8%) y los accidentes de tráfico (1.896 personas, un 2,4% menos).
Estas cifras sitúan la tasa bruta en 915,3 fallecidos por cada 100.000 habitantes, con un aumento del 0,3 % respecto al año anterior, con una amplia diferencia por sexos; la masculina fue de 944,7 fallecidos por cada 100.000 hombres (subió un 0,7 %) y la femenina de 887,1 por cada 100.000 mujeres (similar a 2017).
Destaca el INE que el 96,3 % de las defunciones se debieron a causas naturales (enfermedades); murieron 411.953 personas por estas causas, un 0,8% más que en 2017.
Por grupos de enfermedades, las del sistema circulatorio volvió a ser la primera causa de muerte, con el 28,3 % del total (y una tasa de 258,6 fallecidos por cada 100.000 habitantes), seguida de los tumores, con el 26,4 % del total (y una tasa de 241,2), y de las enfermedades del sistema respiratorio, con el 12,6 % (y una tasa de 114,9).
Respecto al año anterior, los fallecimientos debidos a enfermedades del sistema respiratorio aumentaron un 4 %. Por el contrario, los debidos a enfermedades del sistema circulatorio y los originados por tumores disminuyeron un 1,3 % y un 0,5 %, respectivamente.
Por sexo, los tumores fueron la primera causa de muerte en los hombres (con 297,8 fallecidos por cada 100.000 hombres) y la segunda en mujeres (con 186,7 por cada 100.000 mujeres).
Por su parte, las enfermedades del sistema circulatorio fueron la primera causa de mortalidad femenina (272,5 muertes por cada 100.000) y la segunda entre los varones (244,3).
Por edades, en los menores de un año, ocho de cada 10 defunciones se debieron a afecciones perinatales y a malformaciones congénitas.
Los tumores fueron la principal causa de muerte en los grupos de edad entre uno y 14 años (29,2 % del total) y entre 40 y 79 años (43,8 %).
El segundo motivo en el grupo de uno a 14 años fueron las causas externas -entre las que están el suicidio- (18,3 % del total), mientras que en el de 40 a 79 años fueron las enfermedades del sistema circulatorio (21,9 %).
Por su parte, las principales causas de muerte entre las personas de 15 a 39 años fueron las causas externas (41,1% del total) y los tumores (23,6%); en los mayores de 79 años las enfermedades del sistema circulatorio (32,3% del total) y los tumores (16,6%) fueron los principales motivos.
Los tumores que más muertes provocaron volvieron a ser de bronquios y pulmón (con un aumento del 0,2 % respecto a 2017) y el cáncer de colon (que causó un 1,2 %).
Por sexo, estos dos tipos de cáncer también fueron los más frecuentes entre los hombres. El número de fallecimientos por cáncer de bronquios y pulmón descendió un 0,3 %, mientras que el cáncer de colon causó un 1,6 % más.
Entre las mujeres el cáncer con mayor mortalidad fue el de mama (con un 0,7 % más de defunciones que en 2017), seguido del cáncer de bronquios y pulmón (con un 2,1 % más).
Entre las causas más frecuentes, el mayor incremento en el número de defunciones respecto a 2017 se produjo en la demencia (2,4 % más en hombres y 3,3 % más en mujeres).
Respecto a los fallecimientos por causas externas, se registraron 15.768, 69 menos que en 2017; murieron por esa causa 9.893 hombres (un 0,3 % menos) y 5.875 mujeres (un 0,7 % menos).
Por sexo, las principales causas de muerte externa en los hombres fueron el suicidio (con 2.619 fallecidos), las caídas accidentales (1.693) y el ahogamiento, sumersión y sofocación (1.630); en las mujeres las caídas accidentales (1.450 fallecidas), el ahogamiento, sumersión y sofocación (1.460) y los suicidios (920).