viernes, 1 de junio de 2012

El cáncer se incrementará un 75% para 2030

La cantidad de personas con cáncer aumentará más de un 75 por ciento en todo el mundo de aquí a 2030, con incrementos particularmente agudos en los países pobres, donde cada vez se adoptan más los estilos de vida "occidentalizados" poco saludables, reveló el viernes un estudio.

Se espera que muchos países en desarrollo vean un aumento en los estándares de vida en las próximas décadas, indicó el artículo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), de la Organización Mundial de la Salud, en Lyon, Francia.
Pero esos avances podrían llegar a un alto coste: el incremento en los casos de cáncer relacionados con la mala alimentación, la falta de actividad física y otros malos hábitos asociados con la prosperidad y ligados a enfermedades como los cánceres mamario, prostático y colorrectal.
"El cáncer ya es la principal causa de muerte en muchos países con altos ingresos y se espera que se convierta en la causa central de morbilidad (enfermedad) y mortalidad en las próximas décadas en cada región del mundo", dijo Freddie Bray, del área de información sobre el cáncer del IARC.
El estudio fue el primero en observar cómo las tasas actuales y futuras de cáncer variarían entre los países más ricos y los más pobres, según rankings de desarrollo definidos por el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Naciones Unidas.
Los investigadores descubrieron que los países menos desarrollados -fundamentalmente los del África subsahariana- tenían altos números de cánceres relacionados con infecciones -particularmente cáncer de cuello de útero- pero también de hígado y estómago y sarcoma de Kaposi.
En cambio, naciones más ricas como Reino Unido, Australia, Rusia y Brasil tenían más cánceres ligados con el tabaquismo, como el pulmonar, y con la obesidad y la dieta.
Los expertos dijeron que el aumento en los estándares de vida en los países menos desarrollados probablemente generaría una reducción en el número de cánceres ligados a infecciones. Pero también aumentaría los tipos de la enfermedad generalmente observados en naciones más ricas.
El equipo predijo que los países de medianos ingresos, como China e India, podrían ver un alza del 78 por ciento en el número de casos de cáncer de aquí al 2030.
Los casos en las regiones menos desarrolladas registrarían un incremento del 93 por ciento en el mismo período, indicó el artículo publicado en la revista Lancet Oncology.
Esos incrementos superarían a las señales de descenso en el cáncer de cuello de útero, de estómago y otros tipos en las naciones más adineradas, dijeron los autores.
Christopher Wild, director del IARC, manifestó que el estudio muestra "la naturaleza dinámica de los patrones del cáncer" en el tiempo en todo el mundo.
"Los países deben tener en cuenta los desafíos específicos que enfrentarán y las intervenciones puntuales prioritarias", agregó Wild, quien enfatizó en la necesidad de las medidas de prevención, los sistemas de detección temprana y los programas de tratamiento efectivos.
El estudio empleó datos de GLOBOCAN, una base de datos compilada por el IARC sobre estimaciones de incidencia del cáncer y tasa de muerte en el 2008 en 184 países del mundo.
Los investigadores vieron cómo variaban los patrones de los tipos más comunes de cáncer según cuatro niveles de desarrollo humano y luego usaron esos hallazgos para proyectar cómo podría cambiar la carga oncológica para el 2030.
Los siete tipos más comunes de cáncer en todo el mundo son: el de pulmón, el de mama, el colorrectal, el de estómago, el de próstata, el de hígado y el de cuello uterino.

Una investigación revela los secretos genéticos del opio

Unos científicos han descubierto cómo exactamente las amapolas del opio producen un compuesto no adictivo que puede suprimir resfriados y eliminar tumores, lo que allana el camino para una mejor producción del fármaco.

Las amapolas del opio, fuente de la heroína ilegal, también son importantes para la producción de analgésicos médicos como la morfina y la codeína, además de la noscapina, que ha sido utilizada durante décadas para suprimir el resfriado.
Más recientemente, los investigadores descubrieron que la noscapina es además un potente agente anticancerígeno, lo que llevó a la realización de ensayos clínicos para investigar su papel contra el cáncer sanguíneo.
El descubrimiento de que un puñado de 10 genes es responsable de la síntesis de la noscapina dentro de las amapolas implica que los cultivadores de la planta ahora pueden desarrollar variedades de alto rendimiento. Además, ayudaría a los científicos en la producción futura del medicamento.
Los hallazgos, de investigadores de la Universidad de York y de GlaxoSmithKline, fueron publicados en la revista Science.
La británica GSK es la productora líder de ingredientes en base a opio y satisface alrededor del 20 por ciento de las necesidades de opioides medicinales del mundo, a través del cultivo de amapolas en granjas de Tasmania.
El hecho de que todos los genes relacionados con la noscapina estén reunidos hace la vida más fácil a los cultivadores de la planta, que pueden usar esa información para desarrollar amapolas comerciales con noscapina de alto rendimiento.
A diferencia de la producción ilegal de opio en países como Afganistán, donde la cosecha es realizada a mano, la producción farmacéutica comercial está altamente mecanizada, con agricultores que emplean cosechadoras modernas.
"La planta de amapola es muy eficiente en la producción de estos compuestos", dijo Ian Graham, director del Centro para Productos Agrícolas Novedosos de York.
Trabajando con una cepa de amapola que produce altos niveles de noscapina, Graham y sus colegas siguieron el ensayo de los genes relacionados con el químico, para detectar el grupo de 10 genes específicos centrales para la producción del compuesto.
El puñado de genes, que se heredan en conjunto, es el más complejo hallado alguna vez en una planta.
La noscapina fue descubierta a comienzos del siglo XIX y se ha usado para suprimir los resfriados desde la década de los 50, aunque el interés en el compuesto ha crecido desde 1998, cuando los científicos demostraron que actúa como un potente agente antitumoral.
Funciona de manera similar a Taxol, un fármaco oncológico originalmente aislado de la corteza del árbol Taxus brevifolia y comercializado por Bristol-Myers Squibb.
Cougar Biotechnology, actualmente parte de Johnson & Johnson, ha estado estudiando la noscapina como tratamiento para el mieloma múltiple, un tipo de cáncer que afecta las células plasmáticas de la médula ósea.

¿Puede una década de chocolate negro proteger el corazón?

Un estudio científico probablemente va a animar a los chocoadictos al sugerir que la ingesta de chocolate negro cada día durante diez años podría reducir las posibilidades de un ataque al corazón y las apoplejías en algunos pacientes de alto riesgo.

Un equipo de investigadores de Australia usó un modelo matemático para estudiar el impacto en la salud del consumo diario de chocolate negro en 2.013 personas con una condición conocida como síndrome metabólico, que les coloca en alto riesgo de sufrir problemas cardiacos.
El equipo halló que en el mejor escenario posible - que el paciente ingiera porciones de chocolate a diario - el tratamiento podría potencialmente evitar 70 ataques al corazón no mortales y 15 fatales o apoplejías por 10.000 personas en más de diez años.
El modelo sugirió también que las crecientes y eficaces "estrategias de prevención del chocolate negro" podrían costar a un individuo unos 31 euros al año.
Los investigadores, cuyo trabajo se publicó el viernes en el British Medical Journal, subrayaron que los efectos protectores sólo se habían visto en el chocolate negro que contiene al menos un 60 o 70 por ciento de cacao, no para el chocolate con leche ni para el blanco. Probablemente se debe a los niveles más elevados de flavonoides en el chocolate negro.
Pero los expertos que no participaron en el estudio pidieron precaución.
"Las recomendaciones sobre el consumo diario de chocolate negro ciertamente alegrarán a las personas aquejadas de síndrome metabólico, pero en este momento estos hallazgos son más hipotéticos que demostrados, y los resultados necesitan datos de la vida real para confirmarlo", dijo Kenneth Ong en el Centro Hospitalario de Brooklyn en Estados Unidos.
"Sospecho que consumir chocolate negro a diario durante diez años puede tener consecuencias adversas", añadió. "la ingesta calórica y de azúcar puede tener impacto negativo en estos pacientes, que para empezar tienen sobrepeso y son intolerantes a la glucosa".
Todos los participantes de este estudio, encabezado por Christopher Reid de la Universidad Monash de Melbourne, tenían tensión arterial alta y síndrome metabólico, pero ningún historial de enfermedad cardiaca o diabetes y no tomaban medicación para bajar la tensión.

Un estudio sobre síndrome de piernas inquietas sugieren una causa genética

Las moscas manipuladas para perder un gen relacionado con el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) sufren los mismos trastornos del sueño y la misma inquietud que los pacientes humanos. Los hallazgos, publicados en la revista 'Current Biology', sugieren una base genética para el SPI, un trastorno que provoca en los pacientes una necesidad irresistible de moverse, que empeora cuando intentan descansar.

   "Aunque está muy extendido, el SPI es un trastorno cuya base fisiopatológica sigue siendo muy poco conocida", afirma Subhabrata Sanyal, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory. Sanyal explica que "el estudio pone de relieve el hecho de que podría haber una base genética para el SPI. Comprender la función de estos genes ayudaría a entender y diagnosticar la enfermedad, y a ofrecer opciones terapéuticas específicas".
   Según el quipo de Sanyal, una serie de estudios de asociación sobre el genoma completo en los seres humanos, han sugerido conexiones entre el SPI, y la variación de un solo gen (BTBD9). La mosca de la fruta tiene una sola versión, muy conservada, del gen  BTBD9 humano; por tanto, los científicos decidieron probar si este gen tendría algún efecto sobre el descanso de los insectos -de hecho, las moscas necesitan dormir, al igual que lo hacen los humanos, y sus patrones de sueño se ven influidos por las mismas clases de química cerebral.
   Los investigadores observaron que las moscas sin la versión del el gen asociado al SPI se mueven más y duermen menos. Al ser tratadas con un fármaco utilizado para el SPI, las moscas mostraron mejoras en su sueño.
   Los estudios también aportan evidencias acerca de cómo funciona el gen asociado al SPI, mediante el control de los niveles de dopamina en el cerebro, así como el equilibrio del hierro en las células. Sanyal ha anunciado que su equipo seguirá estudiando otros genes relacionados con el SPI, que han sido identificados en estudios en seres humanos, en busca de más detalles sobre su interacción y función.
   "Nuestros resultados apoyan la idea de que la regulación genética del metabolismo de la dopamina y el hierro constituyen el núcleo de la fisiopatología de algunas formas de SPI", concluyen los investigadores.

El 49% de las personas con trastorno bipolar no están diagnosticadas

Alrededor del 49 por ciento de las personas que sufren un trastorno bipolar no están diagnosticadas y, el 31 por ciento de los que conocen esta enfermedad han recibido un tratamiento equivocado de depresión mayor, según han asegurado diversos expertos, en el XI Seminario Lundbeck 'El desgobierno de la mente', quienes, además, han comentado que el 34 por ciento de estas personas ha vivido más de diez años con síntomas de la enfermedad antes de su diagnóstico.

   Y es que, a pesar de los avances producidos durante los últimos años, tanto en la investigación como en el tratamiento de esta enfermedad, España es uno de los países líderes mundiales en número de personas con esta patología. Esto se debe a que uno de los principales problemas reside en la dificultad del diagnóstico durante las primeras etapas de la enfermedad.
   En concreto, el trastorno bipolar es una enfermedad mental que afecta a casi un millón de españoles y que con los medios actuales es perfectamente tratable en la mayor parte de los casos. No afecta a la inteligencia, sino a la regulación de las emociones y sus causas son una combinación de factores genéticos y ambientales. Asimismo, su tratamiento es farmacológico y psicoterapéutico.
   En este sentido, la responsable del Programa de Trastornos Bipolares del Servicio de Psiquiatría en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, Consuelo de Dios, ha recordado que se trata de una enfermedad en la que aparecen episodios de hipomanía o de manía en algún momento de su evolución y, en la inmensa mayoría de los casos, se producen también fases depresivas a veces más prolongadas.
   "Tiende a ser crónica y recurrente, y se puede manifestar con un conjunto de diferentes síntomas psicológicos, conductuales y físicos no siempre fáciles de diagnosticar y tratar. No obstante, muchos pacientes adecuadamente tratados pueden llevar una vida y unas relaciones normalizadas", ha recalcado.
   El tratamiento de esta enfermedad está basado en la combinación de tratamiento farmacológico y psicoeducación. Así, entre los fármacos empleados para tratar el trastorno bipolar se encuentran los estabilizadores del ánimo como el litio, algunos anticonvulsivantes y los antipsicóticos.
   "La psicoeducación es un tratamiento que desempeña una función preventiva. Se realiza en grupo, y trata de dar al paciente herramientas para manejar mejor su enfermedad y convivir con ella", ha explicado el director del Área de Psicoeducación y Tratamientos Psicológicos, Programa de Trastornos Bipolares en IDIBAPS, Hospital Clínic de Barcelona, Francesc Colom.
   En este sentido, este experto ha comentado que en las sesiones de psicoeducación el paciente aprende a aceptar mejor su enfermedad, a manejar los fármacos que deberá tomar de por vida, a identificar a tiempo los episodios de su enfermedad, a cambiar determinados hábitos que le serán nocivos para su enfermedad, a manejar el estrés o a enfrentarse al estigma.
   A su juicio, la terapia es importante porque, siempre en combinación con los fármacos, es un tratamiento que permite que el paciente bipolar recupere el control de su vida, tenga menos episodios --la mitad, según nuestros estudios-- y que estos sean 75 por ciento más breves. "Con lo que se recupera mucha calidad de vida, se ahorra mucho sufrimiento y costes debido a que se reduce al mínimo los ingresos hospitalarios y las visitas urgencias", ha recalcado.
   Asimismo, el trastorno bipolar puede disminuir la esperanza de vida entre 13 y 30 años. Según ha asegurado De Dios, en esta enfermedad la mortalidad está relacionada con causas no naturales como, por ejemplo, el suicidio o los accidentes, pero más aún con causas naturales, fundamentalmente problemas cardiovasculares y endocrino-metabólicos.
   "Las enfermedades que con más frecuencia se presentan en el paciente con trastorno bipolar son la obesidad mórbida, la diabetes mellitus y las enfermedades cardiovasculares, entre otras. Además, los problemas de abuso de sustancias, incluyendo el alcohol, son mucho más frecuentes en el paciente con trastorno bipolar que en la población general, y esto también conlleva un alto riesgo de morbi-mortalidad", ha explicado.
   Además, la prevalencia en España del síndrome metabólico --diabetes, hipertensión arterial, hiperlipidemia y obesidad-- en pacientes con trastorno bipolar es mayor que en el resto de la población. Asimismo, esta experta recuerda que el riesgo de suicidio es algo que siempre se debe evaluar en un paciente con esta enfermedad ya que "hasta la mitad de los pacientes realizan un intento de suicidio en algún momento a lo largo de su evolución, y alrededor del 15 por ciento se suicidan".
   También el abuso de sustancias se asocia de forma frecuente con el trastorno bipolar. Así, la prevalencia de vida es del 40 por ciento o superior para el abuso de alcohol y otras drogas en el trastorno bipolar I y del 20 por ciento en bipolar II.
   "Es ineludible abordar y prevenir estos problemas de salud física desde el inicio de la enfermedad bipolar, sin esperar a que estas complicaciones se desarrollen posteriormente", ha concluido De Dios.

Pequeños cambios genéticos produjeron grandes cambios en el cerebro humano

  Los cambios en tan sólo tres letras genéticas, entre miles de millones, impulsaron la evolución y el desarrollo de la red motora-sensorial de los mamíferos, y sentaron las bases para las características que definen el cerebro humano, según ha informado, en la revista 'Nature,' un equipo de investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.

   Esta red proporciona las conexiones sinápticas directas entre la neocorteza --responsable de las emociones, la percepción y la cognición-- y los centros nerviosos del cerebro que hacen posible las habilidades motoras.
   "En esta investigación, hemos encontrado los códigos genéticos que dirigen a las células para formar la red motora-sensorial de la neocorteza," explica Nenad Sestan, profesor de Neurobiología en Yale, investigador en Instituto Kavli de Neurociencia, y autor principal del artículo
   El estudio investigó los cambios genéticos que ocurren durante las primeras etapas del desarrollo de un embrión, y qué dirige a las células a asumir funciones específicas. Los fragmentos de ADN que no codifican proteínas, llamados elementos cis-reguladores, habían sido previamente identificados como factores críticos de la evolución -estos elementos, controlan la activación de los genes que llevan a cabo la formación de las estructuras corporales básicas de todos los organismos.
   Sungbo Shim, coautor del estudio, y otros miembros del laboratorio de Sestan, identificaron una región reguladora de ADN, a la que llamaron E4, que mejora el desarrollo del sistema corticoespinal. E4 se conserva en todos los mamíferos, lo que indica su importancia para la supervivencia, según los científicos. El laboratorio también descubrió cómo SOX4, SOX11 y SOX5 - secciones de ADN llamados factores de transcripción - controlan la expresión de genes y operan en conjunto para dar forma a esta red en el embrión en desarrollo.
   Mediante la manipulación de sólo tres letras genéticas, los científicos fueron capaces de "reactivar" funcionalmente la actividad reguladora en un pez cebra.
   Los autores también muestran que SOX4 y SOX11 son importantes en la formación de las capas de la corteza cerebral, un cambio esencial que condujo a una mayor complejidad de la organización del cerebro en los mamíferos, incluyendo a los seres humanos.
   "Juntas, nuestras sofisticadas habilidades motoras nos permiten manipular herramientas, caminar, hablar y escribir; y nuestras capacidades cognitivas y emocionales nos permitan pensar, amar, y planificar", afirma Sestan.
   El laboratorio de Sestan también está investigando si otros tipos de cambios en estos genes y elementos reguladores, en el desarrollo temprano, pueden producir discapacidad intelectual y autismo.

Los bebés de madres fumadoras pesan unos 200 gramos menos al nacer

Las madres que fuman durante el embarazo tienen bebés de entre 180 a 230 gramos más delgados que las madres que no fuman, según una investigación de la Universidad de Zaragoza, recogida por la plataforma SINC.

   El estudio, publicado en la revista 'Early Human Development', revela que los hijos de madres no fumadoras pesan y miden más, y que todos los perímetros corporales son significativamente mayores en comparación con los de los hijos nacidos de madres fumadoras, aunque no así el índice ponderal --la relación entre la estatura y la raíz cúbica del peso--.
   Otro de los resultados es que los pliegues subcutáneos son inferiores en hijos de madres fumadoras, aunque en menor proporción que en el tamaño corporal. Sin embargo, los autores no encontraron ninguna correlación entre las medidas antropométricas y el número de cigarrillos fumados al día por la madre durante la gestación.
   "Dada la escasa bibliografía encontrada al respecto, era necesario evaluar la repercusión del tabaco en la composición corporal de los recién nacidos de mujeres que habían fumado durante la gestación", ha señalado el autor principal del artículo, Gerardo Rodríguez.
   Para llegar a estas conclusiones, los expertos analizaron a los recién nacidos a término de 1.216 madres caucásicas en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.