miércoles, 9 de abril de 2014

Alertan del infradiagnóstico de la anorexia en hombres

LONDRES.- La percepción generalizada de que sólo las mujeres sufren trastornos de la alimentación retrasa el momento en el que los hombres con estos problemas obtienen la ayuda y el apoyo que necesitan, según indica un pequeño estudio publicado en 'British Medical Journal Open'.

   Las estimaciones sugieren que alrededor de una de cada 250 mujeres y uno de cada 2.000 hombres en Reino Unido tienen anorexia nerviosa, uno de los cuatro tipos reconocidos de trastornos de la alimentación, junto a la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno alimentario no especificado.
   La incidencia de trastornos de la alimentación está en aumento entre los hombres, con algunas estimaciones que sugieren que los hombres representan en la actualidad uno de cada cuatro casos. Pero el pobre reconocimiento de los signos y síntomas de los trastornos alimenticios en los hombres es probable que signifique que la prevalencia real puede ser mayor, dicen los autores del estudio.
   Los investigadores de este trabajo estudiaron a 39 jóvenes de entre 16 y 25 años, diez de los cuales eran hombres, sobre sus experiencias con trastornos de alimentación, con el objetivo de medir el impacto de género en el diagnóstico, tratamiento y apoyo de estos problemas de salud. A todos los hombres les llevó un tiempo darse cuenta de que sus experiencias y comportamientos eran posibles signos y síntomas de un trastorno alimentario.
   Sus comportamientos incluían pasar días sin comer, purgarse, contar obsesivamente las calorías, realizar mucho ejercicio y pesarse continuamente, además de que alguno de ellos se autolesionó. La percepción de que los trastornos alimentarios son un problema de las mujeres, y particularmente de mujeres jóvenes, fue citado como una de los principales motivos por los que les llevó tanto tiempo entender qué sucedía.
   Un joven dijo que pensaba que los trastornos alimentarios sólo afectaban "a las adolescentes frágiles", mientras que otro reconoció que pensaba que estos trastornos eran "algo de chicas". Ninguno de los hombres estaba al tanto de los síntomas de un trastorno de la alimentación, y los amigos, la familia y los profesores también eran muy lentos en reconocer los síntomas, además de que muchos retrasaban la búsqueda de ayuda por temor a no ser tomados en serio por los profesionales sanitarios o no saber a dónde acudir para pedir ayuda.
"Los hombres con trastornos de alimentación están infradiagnosticados, infratratados y poco investigados", escriben los autores. "Nuestros hallazgos sugieren que los hombres pueden sufrir problemas particulares en el reconocimiento de que pueden padecer un trastorno alimenticio como resultado de la construcción cultural continua de que los trastornos alimentarios son única o predominantemente un problema femenino", añaden.