domingo, 29 de junio de 2014

El bazo tendría un papel en la aparición de la diabetes

NUEVA YORK.- Un estudio nacional de Taiwán sugiere que el bazo participaría del proceso de aparición de la diabetes.

Pacientes traumatizados sometidos a una esplenectomía quedarían expuestos a un aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 postquirúrgica, quizás, en parte, porque el bazo comparte la función endocrina del páncreas y media en el control neurohumoral, según publica el equipo en The American Journal of Surgery.
"Además, nuestros resultados aportan evidencia que respalda el rescate clínico del bazo en el manejo de las lesiones del órgano", escriben los autores.
"Es un hallazgo sorprendente por la escasez de estudios sobre seres humanos. También sorprende que extirpar células madres pluripotentes tenga un efecto tan marcado lejos de la embriogénesis y ante la ausencia de lesiones en el principal órgano secretor de insulina, el páncreas".
"Esto sugiere que el bazo tendría una función endocrina más relevante con el envejecimiento, como dicen los autores", indicó la doctora Leslie Kobayashi, de la Facultad de Medicina de UC San Diego, La Jolla, California, y que no participó del estudio.
Pero advirtió: "Un sólo estudio retrospectivo, en especial con una base de datos administrativa con códigos diagnósticos (ICD-9), sin información fisiológica granular no debería ser lo que motive la práctica clínica (…) Los cirujanos especializados en trauma, en especial los pediátricos, prefieren rescatar el bazo, sobre todo en situaciones fisiológicas extremas".
El equipo de Shih-Chi Wu, del Hospital de la Universidad Médica de China, Taichung, Taiwán, realizó lo que denomina el primer gran estudio sobre este tema con datos poblacionales de las prestaciones de hospitalización del Seguro Nacional de Salud de Taiwán. 
Con esa información, hizo dos estudios. Uno sobre 3.723 pacientes operados (esplenectomía) versus 3.723 pacientes con otras cirugías abdominales y otro sobre 5.996 pacientes con una lesión de bazo (sin operar) versus 5.996 pacientes con otras lesiones abdominales (grupo control).
Al calcular el valor de HR para la diabetes con un modelo de riesgo proporcional (Cox), el equipo halló que, a los tres años, los pacientes sometidos a una esplenectomía tenían dos veces más riesgo de desarrollar diabetes que los pacientes con otras cirugías abdominales.
En los hombres y los menores de 50 años,  los participantes con una esplenectomía tenían más riesgo de desarrollar diabetes mellitus (aHR=1,89 en hombres y 1,79 en menores de 50).
En los grupos con y sin lesiones de bazo, pero sin cirugía, el equipo no detectó diferencias en el nivel de riesgo de desarrollar diabetes. Tampoco halló diferencias en la incidencia de la enfermedad entre los grupos con lesión de bazo y con otros tipos de lesiones abdominales.
Los autores señalaron varias limitaciones del estudio, incluida su naturaleza retrospectiva, el reducido tamaño de la muestra, el sesgo potencial de la selección de los casos y "la falta de datos sobre el control glucémico en el corto plazo cercano a la cirugía, en el que la reacción a las hormonas del estrés (epinefrina, cortisol) es un precursor importante", por lo que instaron a seguir investigando.

El 80% de la población mayor de 60 años muestra signos de estenosis

MADRID.- Al menos un 80% de la población mayor de 60 años tiene signos de estenosis o estrechamiento del canal lumbar, aunque solo la mitad tiene síntomas de este proceso degenerativo, asociado al envejecimiento de los elementos que forman la columna vertebral y afecta a la región lumbar y cervical.

"Dado que la solución en muchos casos requiere una cirugía, los especialistas debemos tener amplios conocimientos no solo sobre la anatomía del conducto vertebral, sino también comprender su biomecánica y clasificación, su posible evolución y complicaciones" indica del doctor Francisco Villarejo, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Niño Jesús.
Para dar respuesta a las dudas que pueden surgir, y profundizar en los aspectos clínicos y terapéuticos de esta patología, un total de 36 expertos en neurocirugía, radiología, cirugía traumatológica y reumatología coordinados por el doctor Francisco Villarejo participan en el libro 'Estenosis de canal lumbar'.
El canal raquimedular es el conducto por donde circulan las raíces nerviosas que llegan a las extremidades inferiores, por lo que cuando se produce la estenosis -o estrechamiento -, los síntomas más frecuentes son fuertes dolores lumbares y trastornos de sensibilidad o adormecimiento en las extremidades inferiores.
Uno de cada mil pacientes requiere una intervención quirúrgica, por esta circunstancia, de gran impacto en la calidad de vida del paciente y en los costes sanitarios, hace imprescindible afinar en el diagnóstico diferencial, según se pone de manifiesto el manual.
"Es preciso insistir en estos aspectos para intentar optimizar los tratamientos. No debemos olvidar que el gasto global que supone la patología lumbar degenerativa equivale al 1% del producto interior bruto, esto es, alrededor de 6.000 millones de euros al año en España", ha insistido.
Una de las principales dificultades en el estudio de la estenosis es la ausencia de criterios diagnósticos universalmente aceptados que la definan. No obstante, el diagnóstico solo debe establecerse si el paciente presenta síndrome clínico (lumbalgia, dolor y parestesias en extremidades inferiores -adormecimiento, hormigueo-) y se confirma mediante pruebas de diagnóstico por imagen.
Aunque en ocasiones la estenosis de canal es congénita, habitualmente es un proceso degenerativo que empieza a partir de los 45 años. En estos pacientes, el canal estrecho es el resultado gradual del envejecimiento y el desgaste de la columna.
Los expertos señalan que los hombres se ven afectados por esta patología de forma más precoz que las mujeres entre los 50 y 70 años, pero esta tendencia se invierte con la edad y la incidencia aumenta en las mujeres a partir de los 70 años, debido al efecto degenerativo de la osteoporosis.
"La estenosis de canal es objeto de múltiples controversias en su tratamiento. Aunque el diagnóstico es fácil de realizar basándonos en la clínica del paciente y las técnicas de diagnóstico por imagen, las dudas surgen en el tipo de tratamiento a seguir", aclara el doctor Villarejo.
Es precisamente en el tratamiento donde el manual pretende aclarar muchas de las dudas, "y muestra que no existe una decisión uniforme para todo el mundo, porque cada enfermo tiene su tratamiento", explica.
En los últimos años, la cirugía de la estenosis de canal ha cambiado drásticamente y hoy en día, las nuevas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y biomecánicamente óptimas permiten un tratamiento individualizado de la estenosis del canal lumbar y la recuperación inmediata, a la vez que evitan los procedimientos agresivos en pacientes mayores.
Aunque el tratamiento inicial de la estenosis es la rehabilitación, la terapia con fármacos y la educación postural para aliviar el dolor, gran parte de los pacientes requiere cirugía, especialmente en los casos de población envejecida y con estructura muy desgastada, o en los pacientes que han realizado esfuerzos constantes de sobrecarga en lumbar.