MADRID.- Al menos un 80% de la población mayor de 60 años tiene
signos de estenosis o estrechamiento del canal lumbar, aunque solo la
mitad tiene síntomas de este proceso degenerativo, asociado al
envejecimiento de los elementos que forman la columna vertebral y afecta
a la región lumbar y cervical.
"Dado que la solución en muchos casos requiere una cirugía, los
especialistas debemos tener amplios conocimientos no solo sobre la
anatomía del conducto vertebral, sino también comprender su biomecánica y
clasificación, su posible evolución y complicaciones" indica del doctor
Francisco Villarejo, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital
Universitario Niño Jesús.
Para dar respuesta a las dudas que pueden surgir, y profundizar en
los aspectos clínicos y terapéuticos de esta patología, un total de 36
expertos en neurocirugía, radiología, cirugía traumatológica y
reumatología coordinados por el doctor Francisco Villarejo participan en
el libro 'Estenosis de canal lumbar'.
El canal raquimedular es el conducto por donde circulan las raíces
nerviosas que llegan a las extremidades inferiores, por lo que cuando se
produce la estenosis -o estrechamiento -, los síntomas más frecuentes
son fuertes dolores lumbares y trastornos de sensibilidad o
adormecimiento en las extremidades inferiores.
Uno de cada mil pacientes requiere una intervención quirúrgica, por
esta circunstancia, de gran impacto en la calidad de vida del paciente y
en los costes sanitarios, hace imprescindible afinar en el diagnóstico
diferencial, según se pone de manifiesto el manual.
"Es preciso insistir en estos aspectos para intentar optimizar los
tratamientos. No debemos olvidar que el gasto global que supone la
patología lumbar degenerativa equivale al 1% del producto interior
bruto, esto es, alrededor de 6.000 millones de euros al año en España",
ha insistido.
Una de las principales dificultades en el estudio de la estenosis es
la ausencia de criterios diagnósticos universalmente aceptados que la
definan. No obstante, el diagnóstico solo debe establecerse si el
paciente presenta síndrome clínico (lumbalgia, dolor y parestesias en
extremidades inferiores -adormecimiento, hormigueo-) y se confirma
mediante pruebas de diagnóstico por imagen.
Aunque en ocasiones la estenosis de canal es congénita,
habitualmente es un proceso degenerativo que empieza a partir de los 45
años. En estos pacientes, el canal estrecho es el resultado gradual del
envejecimiento y el desgaste de la columna.
Los expertos señalan que los hombres se ven afectados por esta
patología de forma más precoz que las mujeres entre los 50 y 70 años,
pero esta tendencia se invierte con la edad y la incidencia aumenta en
las mujeres a partir de los 70 años, debido al efecto degenerativo de la
osteoporosis.
"La estenosis de canal es objeto de múltiples controversias en su
tratamiento. Aunque el diagnóstico es fácil de realizar basándonos en la
clínica del paciente y las técnicas de diagnóstico por imagen, las
dudas surgen en el tipo de tratamiento a seguir", aclara el doctor
Villarejo.
Es precisamente en el tratamiento donde el manual pretende aclarar
muchas de las dudas, "y muestra que no existe una decisión uniforme para
todo el mundo, porque cada enfermo tiene su tratamiento", explica.
En los últimos años, la cirugía de la estenosis de canal ha cambiado
drásticamente y hoy en día, las nuevas técnicas quirúrgicas mínimamente
invasivas y biomecánicamente óptimas permiten un tratamiento
individualizado de la estenosis del canal lumbar y la recuperación
inmediata, a la vez que evitan los procedimientos agresivos en pacientes
mayores.
Aunque el tratamiento inicial de la estenosis es la rehabilitación,
la terapia con fármacos y la educación postural para aliviar el dolor,
gran parte de los pacientes requiere cirugía, especialmente en los casos
de población envejecida y con estructura muy desgastada, o en los
pacientes que han realizado esfuerzos constantes de sobrecarga en
lumbar.
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