Científicos de las universidades de Murcia y
Alicante han patentado un nuevo procedimiento, basado en la estimulación
de cultivos líquidos de células vegetales con compuestos naturales, que
podría servir para producir compuestos vegetales capaces de disminuir
el nivel de colesterol en sangre.
Este método se basa en el uso de ciclodextrinas, que se obtienen
de la degradación del almidón, y que actúan estimulando a los cultivos
celulares para la producción de fitoesteroles y otros compuestos
bioactivos, beneficiosos para la salud.
Otro de los compuestos naturales usados para la producción de
estos compuestos bioactivos es el jasmonato de metilo, un derivado de la
esencia de jazmín.
"Este procedimiento constituye una alternativa novedosa e
innovadora frente a las técnicas de extracción clásicas realizadas a
partir de materia prima vegetal o mediante síntesis química convencional
por las que se obtienen estos compuestos bioactivos, ya que se trata de
un sistema de producción estable", según ha reconocido María Ángeles
Pedreño, una de las autoras del estudio.
Los fitoesteroles son particularmente abundantes en el reino
vegetal ya que están presentes en los frutos, semillas, hojas, tallos y
raíces de prácticamente todos los vegetales conocidos, lo que hace que
también estén presentes normalmente en la dieta.
Se estima que la ingesta diaria de fitoesteroles, que es muy
variable ya que depende de los hábitos alimentarios de la población, se
encuentra en un rango que oscila desde los 160 a los 500 miligramos al
día.
Investigaciones previas realizadas sobre el resultado que los
fitoesteroles tienen en la salud humana han puesto de manifiesto que
tienen un efecto hipocolesterolémico (reducción de los niveles de
colesterol en sangre), ya que disminuyen tanto el colesterol total como
el ligado a proteínas de baja densidad (LDL), por lo que su ingesta
previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Actualmente, existen otros estudios que indican que los
fitoesteroles poseen propiedades inmunomoduladoras que podrían ser
beneficiosas para la prevención del cáncer de colón, de mama y el
control de la hiperplasia prostática benigna.
Esta tecnología también se puede aplicar para obtener los
compuestos bioactivos de algunas plantas silvestres ya que cultivando
estas plantas 'in vitro' en el laboratorio y aplicando el procedimiento
para su estimulación se obtienen los compuestos beneficiosos para la
salud y se evita la sobreexplotación de esa especie vegetal que podría
conducir finalmente a su extinción.
Un ejemplo del éxito industrial alcanzado en este sentido es la
producción de taxol que es un compuesto muy utilizado en la
quimioterapia contra el cáncer.
De esta manera, en lugar de realizar la extracción del taxol a
partir de la corteza del árbol que lo produce, el tejo, se han
conseguido obtener grandes cantidades de taxol a partir de cultivos
líquidos de células del propio tejo.
Además, Pedreño explica que otra ventaja destacable del
procedimiento es el reducido espacio que se requiere para el cultivo 'in
vitro' y la estimulación de las células vegetales y la facilidad con la
que se realiza el proceso de extracción y purificación.