NUEVA YORK.- Una nueva investigación publicada en 'Nature Genetics' identifica una nueva vía genética y molecular en el esófago que causa la esofagitis eosinofílica (EOE), abriendo posibles nuevas estrategias terapéuticas para la enigmática y difícil de tratar alergia a los alimentos.
La EOE es un trastorno inflamatorio crónico del esófago provocado
por hipersensibilidad alérgica a ciertos alimentos y exceso de
acumulación en el esófago de glóbulos blancos llamados eosinófilos
(parte del sistema inmune del cuerpo). Puede causar una variedad
de síntomas gastrointestinales que incluyen síntomas de reflujo como
vómitos, dificultad para tragar, cicatrización del tejido, fibrosis,
formación de estenosis y otras complicaciones médicas.
Los autores del trabajo, un equipo multiinstitucional de
investigadores dirigidos por científicos del Centro Médico del Hospital
Infantil de Cincinnati, en Estados Unidos, identificaron una vía molecular específica del tejido epitelial en el esófago que implica a un gen llamado CAPN14, que encontraron que está dramáticamente elevado en el proceso de la enfermedad.
Las células epiteliales ayudan a formar la membrana del esófago.
Los científicos informan que cuando estas células fueron expuestas a un
activador molecular conocido de EOE, una hormona inmune llamada
interleuquina 13 (IL-13), causó un dramático incremento de CAPN14. Los
investigadores dicen que esto sucedió en lo que describieron como un "punto caliente" epigenético para la EOE en los cromosomas de las células.
CAPN14 codifica una enzima del esófago que es parte del proceso de la enfermedad denominada calpain14,
según Marc E. Rothenberg, investigador principal del estudio y director
del Centro de Desórdenes Eosinófilos en el Cincinnati Children. Como
caplain14 puede ser un objetivo inhibido mediante fármacos, el estudio
abre nuevas estrategias terapéuticas para los investigadores.
"En pocas palabras, hemos utilizado el filoanálisis genómico del
ADN del paciente, así como análisis de genes y proteínas para explicar
por qué las personas desarrollan EOE --explica Rothenberg--. Éste
es un gran avance para esta condición y nos da una nueva manera de
desarrollar estrategias terapéuticas mediante la modificación de la
expresión de caplain14 y su actividad. Nuestros resultados son
de aplicación inmediata a la EOE y tienen amplias implicaciones para la
comprensión de desórdenes eosinófilos, así como las alergias en
general".
El estudio es el resultado de años investigación en la EOE por el
laboratorio de Rothenberg, incluyendo el desarrollo de nuevos sistemas
de modelado para la enfermedad, y es fruto de una amplia colaboración
multiinstitucional de expertos a través de los Institutos Nacionales de
la Salud del Consorcio de Alergia Alimentaria.
Hace años, el laboratorio de Rothenberg identificó IL-13 como un
contribuyente molecular clave para el proceso de reacción alérgica en la
EOE. Su equipo ya ha encontrado una serie de genes relacionados y vías
moleculares vinculadas con la enfermedad y ha probado fármacos que
inhiben la IL-13 en un intento de manejar la gravedad de la EOE.
"El estudio actual vincula respuestas alérgicas mediadas a través
de IL-13 con una vía específica del esófago y responde a una pregunta de
larga duración en el campo de la alergia de por qué las personas
desarrollan manifestaciones patológicas específicas en el tejido",
detalla el primer autor, Leah Kottyan, investigador en el Hospital de
Niños de Cincinnati.
"Hemos descubierto que esto se puede explicar por la
interacción de elementos genéticos de susceptibilidad en las vías de
sensibilización alérgica con la ruta específica del esófago recién
descubierta. Por lo tanto, se necesitan dos pasos: uno dictado por la alergia y otro marcado por calpain14 en el esófago", agrega.
Los investigadores utilizaron la bioinformática para llevar a cabo
un estudio de asociación amplia del genoma que analizó 2,5 millones de
variantes genéticas en miles de individuos con y sin EOE. Esto permitió a los autores identificar la susceptibilidad genética en el gen CAPN14 y aprender que CAPN14 se expresa específicamente en el esófago, en comparación con otros 130 tejidos del cuerpo analizados.
Rothenberg considera que los hallazgos abren una nueva manera de
considerar las opciones terapéuticas porque calpain14 es una enzima que
puede ser inhibida mediante fármacos, lo que significa que es posible
modificar su expresión y actividad. Algunos compuestos químicos
existentes bloquean la actividad de las calpaínas.