domingo, 3 de julio de 2011

El enfermo de cáncer poco puede esperar todavía del avance investigador

El primer estudio sobre la investigación traslacional en los servicios de oncología (INTRO) que se lleva a cabo en los hospitales españoles muestra cuál es la situación sobre este tipo de investigación que consiste en trasladar los resultados obtenidos en el laboratorio al paciente.

Y la nota es un suspenso debido a la falta de recursos, poca dedicación y escaso apoyo de la Administración. No obstante, los oncólogos se muestran satisfechos porque la nota, a pesar del suspenso, hace unos años rayaba el cero, revela 'El Mundo'.
La investigación traslacional (IT) es la que pone en común la visión del especialista médico que está diariamente tratando a los pacientes con la del investigador que su día a día transcurre entre pipetas. Consiste en, a partir de un buen resultado obtenido en el laboratorio, trasladar ese conocimiento y, mediante ensayos u otros estudios, probar si lo que ocurre bajo el microscopio se reproduce en la persona enferma.
Hasta que no se dé este segundo paso, no se logrará avanzar en diagnósticos o tratamientos, no se trasladará efectivamente la ciencia a la sociedad.
Conscientes de la importancia de ese trasvase de conocimiento, son muchos los profesionales sanitarios que claman por que se lleve a cabo este tipo de investigación. Sin embargo, y a pesar de las diferentes iniciativas puestas en marchas, son pocos los grupos que cuentan con el apoyo suficiente, según muestra el informe INTRO.
El estudio, elaborado por la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO), ha sido realizado mediante encuestas enviadas a 27 centros hospitalarios entre septiembre de 2010 y abril de 2011. Tal y como ha señalado el doctor Alfredo Carrato, uno de los coordinadores del informe, "este estudio revela que sólo uno de los servicios de Oncología analizados tiene a un facultativo con dedicación exclusiva para la IT.
Por otro lado, el 48% de los servicios analizados no tiene laboratorio de IT propio y éste se debe compartir con otros departamentos del hospital o de una institución externa. Este dato es importante porque, como reconoce Eduardo Díaz-Rubio, vicepresidente de ECO, "el investigador básico y los clínicos necesitan tomar café todos los días porque es en esas charlas donde comparten información y de donde surgen las ideas para aplicar los resultados de laboratorio. Necesitan estar cerca para saber lo que están haciendo cada uno y generar ideas".
De la misma opinión es Joan Albanell, oncólogo del Hospital del Mar (Barcelona) y coordinador del programa de investigación en cáncer del IMIM, ambos en Barcelona, "las unidades de IT deberían estar en el mismo hospital o en un edificio anexo para que los clínicos puedan estar en contacto con los investigadores, al igual que estar en íntima relación con el servicio de anatomía patológica y rodeados por otros grupos de investigación básica".
En cuanto a la financiación de la investigación española, el dinero para la contratación del personal proviene en su mayor parte (55%) del sector privado. Además, también se observa que la financiación de técnicas específicas diagnósticas, como la determinación de marcadores oncológicos, proviene en su mayor parte de la industria farmacéutica. En cambio, "casi todos los servicios encuestados coinciden en que estas determinaciones deberían ser financiadas al 100% por el Sistema Nacional de Salud, debido a que son un factor determinante en la individualización del tratamiento y tienen un demostrado beneficio clínico para el paciente", ha explicado Rafael López, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
"La investigación traslacional no es un lujo sino una necesidad. Tenemos grandes problemas, como la importancia que le da la Administración a las publicaciones científicas, que son el baremo con el que se nos evalúa, cuando lo importante es saber entroncar la clínica y la básica. Además, los clínicos tenemos el problema de la carga asistencial, que no deja mucho tiempo para el resto. También es fundamental contar en la unidad con profesionales que se dediquen a esto", apunta Ana Lluch, jefe del Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
Sin embargo, y a pesar de todas estas limitaciones, los oncólogos reunidos en la presentación del informe INTRO se muestras optimistas ante los datos. "Es que partíamos de cero. Pensábamos que nos íbamos a encontrar con una realidad mucho peor. No obstante, es fundamental que el Gobierno dirija recursos hacia este tipo de investigación y que la financiación no se quede sólo en los grandes centros que no son un buen ejemplo de traslación", aclara Díaz-Rubio.
Para Antonio Antón, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, lo importante es que "ahora sabemos de dónde partimos. Pero sabemos que hay dificultad por el déficit de personal propio que dé solidez a desarrollar tanto investigación básica como traslacional".
Además, no todo son malas noticias. Tal y como ha recogido el estudio, dos tercios de los servicios oncológicos consultados declara pertenecer a hospitales con historia clínica electrónica, aunque sólo la mitad manifiesta tener informatizada su historia. También, aproximadamente la mitad cuenta con certificaciones de calidad, a juicio de 'El Mundo'.

Las cuatro P de la Medicina

Dicen los expertos que si queremos sintetizar la esencia de la Medicina de hoy en día -y por supuesto la del futuro próximo- deberíamos concentrarnos en cuatro palabras. Todas empiezan por P: predicción, prevención, personalización y participación. Harían falta muchos más comentarios y espacio para poder extendernos en cada una de ellas, pero intentaremos ahora hilvanar al menos el cómo cada una de ellas conduce ordenadamente a la siguiente, según 'El Mundo'.
 
Con los antecedentes familiares, el análisis del entorno en el que vive el individuo y los marcadores moleculares en sangre o en orina que más eficacia tengan (eso es lo que se llama predicción) se debe trazar una hoja de ruta que lleve a medidas preventivas eficaces y eficientes. Luego, como es lógico, tanto en los estados de salud aparente (enfermos somos en mayor o menor medida todos) como en los de patología probada, las terapias deben de ser muy personalizadas.
Y cuando se habla de personalización de los tratamientos no hay que circunscribirse sólo a genomas o a farmacogenética. También se debe hablar de los aspectos psicológicos, sociales y culturales que rodean a cada paciente. Ahora ya es axioma el que no hay enfermedades sino enfermos.
Y, por último, hay que insistir en la participación. Si las personas no se involucran en él antes, durante y después de sus problemas de salud, buena parte de lo que se intente hacer cuando el problema llegue será inoperativo. Una sociedad poco consciente de que es ella la máxima responsable de su propia salud, su mejor médico, está desaprovechando el enorme potencial que tienen los avances en ciencia y tecnología que se han logrado en los tiempos recientes.

¿Caminar o no caminar?

MADRID.- Caminar media hora al día es uno de los mejores ejercicios, repiten continuamente los médicos. Bastan 30 minutos a buen paso para cuidar un poco la salud. Pero ¿qué hacer en verano, cuando las autoridades sanitarias recomiendan no salir -mucho menos andar- en las horas centrales del día, o en invierno cuando la nieve hace imposible este ejercicio? Unos investigadores de la Universidad McGill (Montreal, Canadá) han analizado cómo influye el clima en los paseos ciudadanos, según 'El Mundo'.

Desde noviembre hasta mayo observaron el gusto por las caminatas de los habitantes de nueve ciudades del hemisferio norte: Santa Cruz de La Palma en Gran Canaria, Kilmarnock y Glasgow en Escocia, Rousse en Bulgaria, Gliwice en Polonia, Oulu y Jakobstad en Finlandia, Sion en Suiza e Ítaca en EEUU. De las estudiadas, la ciudad española es la más pequeña, con 18.000 ciudadanos, mientras que Glasgow es la más numerosa, con una población de 1,2 millones de personas. Oulu es el lugar más frío de todos, con temperaturas por debajo de los 0ºC la mayoría de los días estudiados.
Los resultados del trabajo, publicados en 'Environment and Behavior' muestran que cuando hace frío, un aumento de 5ºC en la temperatura incrementa el número de peatones un 14% y cuando deja de nevar el incremento es del 23%. Y, lo que más desanima a quienes quieren pasear es la lluvia. En Rousse, en los días lluviosos, el número de caminantes descendía un 42%. El aire, sin embargo, tiene menos influencia que otros factores del clima.
Además de la alternativa de los gimnasios o, en el verano, aprovechar las primeras o las últimas horas del día, los investigadores afirman que "muchas más personas caminarían si quienes diseñan los planes urbanísticos de las ciudades tuvieran en cuenta el clima y utilizaran superficies que absobieran bien el agua, un sistema de alcantarillado que desagüe en condiciones o partes cubiertas en determinados tramos de la ciudad, así como servicios que retiren la nieve acumulada con rapidez".
"Nuestro estudio demuestra que la gente camina cuando está preparada para aguantar la temperatura . Es un ejercicio que no requiere un gran cambio de actitud, porque las personas están dispuestas, pero sí necesitan que el paisaje urbano ofrezca unas condiciones óptimas para hacerlo", indica Luc de Montigny, del Departamento de Epidemiología de la Universidad y principal firmante de la investigación. "Dada la epidemia de obesidad que afecta a todos los países, facilitar el paseo a sus ciudadanos es lo menos que las autoridades pueden hacer", concluye en 'El Mundo'.

Cinco alimentos que ayudan a mejorar la memoria

El paso del tiempo tiene un efecto degenerativo natural en el cerebro que hace que no podamos recordar cosas como el nombre de aquella película o dónde dejamos las llaves. Pero, atención. El consumo de ciertos alimentos puede retardar ese proceso. A continuación, le contamos cuáles son:

1. Arándanos
Estos pequeños frutos contienen antocianinas, un pigmento vegetal que les da su característico color púrpura y cuya ingesta diaria reduce los efectos negativos que tiene la edad en nuestro centro operativo. Al mismo tiempo, previene enfermedades como el Alzheimer o la demencia senil.

2. Manzanas
Poseen altos niveles de quercetina, un antioxidante que protege al cerebro de trastornos neurodegenerativos. Está presente en la pulpa y, en mayores concentraciones, en la cáscara de la manzana.

3. Espinaca
Contiene una sustancia química llamada luteína, que protege las células cerebrales del daño degenerativo natural. Además, es rica en ácido fólico, una vitamina que acelera la velocidad del procesamiento de información y mejora el rendimiento mental.

4. Apio
Uno de sus componentes, un compuesto llamado luteolina, reduce los efectos negativos del envejecimiento y disminuye la liberación de moléculas que producen la inflamación del cerebro y provocan la pérdida de memoria.

5. Pescados
Los pescados grasos como el salmón, el atún, la trucha o las sardinas proporcionan ácidos grasos omega-3, necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Además, también aportan yodo, otro ingrediente que mejora la capacidad intelectual.

Alimentos frescos vs. congelados: ¿qué es más sano?

Tanto en la gastronomía como en la nutrición, el dilema entre alimentos frescos y congelados dio lugar a una larga discusión en la que, hasta ahora, perdía todo lo que saliera del freezer. La desventaja principal, se argumenta, radica en la pérdida de nutrientes que genera el proceso de congelado. Sin embargo, un estudio reciente de la American Dietetic Association promete devolver a estos alimentos su buena reputación.

Según indica el documento, las frutas y vegetales congelados son igual de sustanciosos que los frescos. Se trata de productos empacados y conservados inmediatamente después de su cosecha, cuando los niveles de nutrientes están en su punto más alto. No obstante, consumir esos alimentos en su estado óptimo, es necesario estar atento y leer detenidamente las etiquetas.

Conviene elegir los vegetales que no están procesados con sal u otros condimentos, ya que esos agregados pueden afectar su contenido nutricional. Lo mismo ocurre con las frutas: se recomienda llevar únicamente las que han sido envasadas con su propio jugo y evitar las marcas que combinan el fruto con otras sustancias, como almíbares. Esta información debe suele estar detallada en las etiquetas de los envases.

Otro dato a tener en cuenta es que los vegetales deben ser consumidos poco después de la compra: si permanecen varias semanas en la heladera los nutrientes inevitablemente terminan por degradarse. Por último, en lugar de hervirlos, siempre es mejor descongelarlos en vapor o en el microondas para reducir al mínimo la pérdida de vitaminas solubles en agua.