MADRID.-
A veces soñamos cosas muy raras. En otras ocasiones, cosas que en parte sí tienen algo que ver con nuestro día a día. También, a través del sueño llegamos a rememorar cosas que hemos vivido o añoramos.
Y muchas de estas veces no recordamos lo que hemos soñado, sólo en
parte, o bien no nos damos cuenta ni de que hemos soñado, aunque
generalmente siempre lo hagamos.
¿Por qué nos pasa esto? ¿Qué son los sueños y para qué sirven? La verdad es que todavía está por esclarecer cuál es el papel de los sueños en el ser humano. Eso
sí, lo que sí parece estar claro es que por soñar una cosa ésta no va a
tener un determinado significado. Todos hemos buscado en Internet
alguna vez qué significa un sueño que hemos tenido pero, según los
expertos, no tiene ningún sentido ni lógica.
Para poder entenderlo mejor, Carles Gaig, coordinador del grupo de estudio de Trastornos de la Vigilia y del Sueño de la Sociedad Española de Neurología,
explica que los sueños son una actividad cognitiva que genera el
cerebro mientras se duerme. "Básicamente la mayor parte de los que
podemos recordar ocurren durante la fase REM, que ocupa un 20% de la
noche. A lo largo de las 7 u 8 horas que dormimos se entra unas 5 veces
en esta fase, y de forma cíclica generalmente", añade.
Según
destaca, en esta fase los sueños son bastante elaborados y vívidos pero
con frecuencia no somos capaces de recordarlos y, si lo hacemos, es
porque nos hemos despertado en medio de esa fase y en mitad de ese
sueño. Ahora bien, indica que la otra fase de sueño es la 'no REM', que ocupa un 75-80% de la noche.
"En ella no queda tan claro, pero también es probable que haya sueño o
actividad cognitiva. Es más difícil acordarnos de ellos, son sueños más
elementales y más básicos y poco elaborados", añade.
Así, aunque
existen distintos puntos de vista entre los expertos, parece que una de
las razones que explican por qué en la mayoría de ocasiones olvidamos
los sueños es debido a su escasa carga emocional e intensidad. Otro
factor parece estar relacionada con la memoria, de manera que los
sueños nos ayudarían a olvidar detalles no deseados de nuestra vida.
Por
otra parte, algunos sueños muy intensos disminuyen nuestros niveles de
serotonina y noradrenalina, circunstancia que también puede afectar
nuestra capacidad para recordarlos.
El motivo fundamental para no recordar los sueños, no obstante, se relaciona con el hecho de que cuando estamos despiertos, la mayor parte de nuestros recuerdos se relacionan con otros momentos del día
con los que están vinculados. De esta manera, si intentamos recordar lo
que hemos comido al mediodía, podemos vincular este recuerdo con las
personas con las que hemos almorzado, quién ha cocinado...
En cambio, en el caso de los sueños estos acostumbran a ser ilógicos y en la mayoría de ocasiones no somos capaces de interrelacionarlo con otros sueños que podamos intentar recordar para evocarlos.
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