Los alcohólicos crónicos masculinos sufren
disfunciones en la empatía y dificultades para reconocer el componente
emocional de la ironía, según una investigación que se publicará en
febrero en 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research',
actualmente disponible en 'Early View'. Los efectos neurotóxicos del
alcohol son particularmente dañinos para la corteza prefrontal, que
desempeña un papel fundamental en el procesamiento de humor, según los
investigadores.
"El abuso crónico del alcohol parece tener efectos sobre la
percepción y decodificación de las expresiones emocionales --dijo Simona
Amenta, investigadora postdoctoral en la Universidad de Milano-Bicocca,
profesora de la Universidad Católica de Milán (Italia) y autora
principal del estudio--. Se ha asociado con una mayor frecuencia de
alexitimia (déficit en el reconocimiento de emociones y la
verbalización), dando lugar a dificultades para distinguir y comprender
los estados emocionales de las personas y usar la información emocional
para planificar actos sociales e interactivos".
Así, esta investigadora alerta de que la capacidad de reconocer
las señales sociales y emocionales de las expresiones faciales de una
persona está "particularmente afectada" en las personas
alcohólicas. "Mientras que la empatía se refiere a una visión de los
estados emocionales de los demás, la capacidad empática es una
inferencia psicológica más compleja, que implica la observación y el
reconocimiento de las señales emocionales, expresiones faciales y
especialmente prosodia vocal", concretó.
En este sentido, explicó que, como fenómeno comunicativo, el humor
conserva dos componentes fundamentales: el primero es cognitivo y se
ocupa de la comprensión del material humorístico y el segundo es
afectivo y se relaciona con la apreciación bromas. En el caso de los
alcohólicos, hay alteraciones de ambos, tan necesarios en el
procesamiento de humor.
Además, a los pacientes analizados en el estudio, 44 hombres (22
pacientes varones alcohólicos y 22 de sus amistades masculinas o
"controles") se les hizo leer cuentos con una ironía o una conclusión no
irónica y luego rellenar un cuestionario sobre las intenciones
comunicativas y los estados emocionales de los personajes de las
historias, además de evaluar la ironía a través de un cuestionario en
relación con un cociente de empatía que había sido medida durante una
fase de preexperimental.
"Pudimos observar que una debilitada capacidad emocional y empática
afectó a la manera en la que los alcohólicos entendieron los contenidos
lingüísticos. Además, vimos un deterioro en su comprensión de las
posturas irónicas", resume la principal investigadora, quien agrega que
la ironía es sólo un ejemplo del "gran número" de formas
implícitas de comunicación que se usan todos los días implicando un
razonamiento inferencial complejo, con lo que los alcohólicos podrían
tener un deterioro general en la comprensión de las formas de
comunicación complejas.
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