Un equipo dirigido por Michel Sadelain,
director del Departamento de Ingeniería Celular del Centro de Cáncer
Memorial Sloan-Kettering en Nueva York (Estados Unidos) ha demostrado la
eficacia de una nueva técnica que podría permitir el desarrollo más
específico de terapias inmunológicas contra el cáncer basadas en las
células, hallazgo que publica la revista 'Nature Biotechnology'.
Las inmunoterapias, que hacen uso de los propias células inmunes
de los pacientes aumentadas en el laboratorio, han mostrado algún éxito
temprano en el tratamiento de cánceres de la sangre, incluyendo ciertos
tipos de leucemia. Para la mayoría de los cánceres, sin embargo, las
terapias celulares han sido más difíciles de desarrollar, en gran parte
debido a que los investigadores no han podido desarrollar las células
inmunes para atacar específicamente a las cancerosas sin dañar las
células normales y saludables en el cuerpo.
El enfoque de tratamiento, conocido como transferencia celular
adoptiva (ACT), implica la ingeniería de una célula inmune llamada
célula T, que se retiran de un paciente y se les agrega un gen para
permitir que reconozcan un determinado antígeno en la superfcie de una
célula cancerosa. Las células mejoradas se cultivan en el laboratorio y
luego se vuelven a inyectar en el paciente para buscar y atacar las
células cancerosas.
"Estamos mejorando en el trabajo con estas células T y su mejora para
que podamos obtener una respuesta inmunológica potente contra el
cáncer. El dilema ahora es que estamos preocupados con la limitación de
estas respuestas y hacerlas lo más centradas posible para evitar efectos
secundarios potencialmente dañinos", explica el doctor Sadelain.
Las células de cáncer sobreproducen ciertos antígenos que pueden
ayudar a reconocer las células T, pero esos mismos antígenos a menudo se
encuentran en los niveles más bajos sobre las células sanas. "Hay muy pocos antígenos que se encuentren sólo en las células cancerosas", explica Sadelain, quien añade que ahora están introduciendo un concepto completamente nuevo.
La nueva técnica hace uso de receptores conocidos como receptores
de antígenos quiméricos (CARs), que permiten a las células T dirigir
antígenos en la superficie de una célula tumoral, junto con otro tipo de
receptor llamado receptor quimérico coestimulador (CCR), por el cual
las células T pueden reconocer un segundo antígeno.
En este estudio, el equipo creó células T que llevan un CAR para
un antígeno llamado PSMA y CCR a un antígeno llamado LCSP. Tanto PSMA y
PSCA se encuentra en las células de cáncer de próstata. Los
investigadores entonces generaron modelos de ratón de cáncer de próstata
y se les infundieron células manipuladas, por lo que los investigadores
hallaron que las células T atacaron sólo tumores que llevan antígenos
tanto para PSMA y PSCA.
"Somos los primeros en probar este concepto y demostrar que funciona",
concluye Sadelain. Y añade: "Tenemos la intención de desarrollar
ensayos clínicos basados en esta aproximación, aunque todavía no hemos
decidido si el primer estudio será una prueba para el cáncer de
próstata o de un tipo diferente de cáncer utilizando otros dos
antígenos. En última instancia, nuestro objetivo es crear inmunoterapias
específicas que son a la vez potentes y seguras para los pacientes. "
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