Bioingenieros de la Universidad de California
en San Diego (Estados Unidos) han demostrado en un estudio en cerdos
que un nuevo hidrogel inyectable puede reparar daños causados por
ataques al corazón, ayudar a crecer el nuevo tejido y los vasos
sanguíneos y el corazón, acercándose a la forma de un corazón sano.
Los resultados del estudio, publicados en la revista 'Science
Translational Medicine', despejan el camino para comenzar los ensayos
clínicos este año en Europa con el gel, que se se inyecta a través de un
catéter sin necesidad de cirugía o anestesia general, un procedimiento
menos invasivo para los pacientes. Se estima que hay 785.000 nuevos
casos de ataque al corazón en Estados Unidos cada año, sin tratamiento
establecido para la reparación de los daños causados al tejido cardíaco.
La investigadora principal, Karen Christman, profesora en el
Departamento de Bioingeniería de la Escuela Jacobs de Ingeniería de la
Universidad de California, dijo que el gel forma un andamio en las zonas
dañadas del corazón, estimulando el crecimiento de nuevas células y su
reparación. Debido a que está hecho de tejido cardiaco de cerdos, el
corazón dañado responde positivamente, creando un ambiente de armonía
para la reconstrucción en lugar de una cadena de defensas negativos del
sistema inmunológico.
"Mientras más personas sobreviven a los ataques al corazón, muchos
entran en insuficiencia cardiaca", dijo Christman. Por ello, resalta que
los datos sobre que este hidrogel puede aumentar el músculo cardíaco y
reducir el tejido cicatricial en la región dañada por el ataque al
corazón, lo que previene la insuficiencia cardiaca, sugieren que puede
ser "un nuevo tratamiento mínimamente invasivo para evitar la
insuficiencia cardiaca después de un ataque al corazón en los seres
humanos".
El hidrogel se hace de tejido cardiaco conectivo que es despojado
de las células del músculo del corazón a través de un proceso de
limpieza, se liofiliza y se muele en forma de polvo, y luego es licuado
en un fluido que puede ser fácilmente inyectado en el corazón. Una vez
que golpea la temperatura corporal, el líquido se convierte en un
semisólido, un gel poroso que anima a las células a repoblar áreas de
tejido cardiaco dañado y mejorar la función cardiaca, según Christman.
El material es también biocompatible; puesto que los animales
tratados con el hidrogel no sufrieron efectos adversos tales como
inflamación, lesiones o latidos del corazón arrítmico, según los
experimentos de seguridad realizados como parte del estudio.
Otras
pruebas con muestras de sangre humana mostraron que el gel no tuvo
efecto sobre la capacidad de coagulación de la sangre, lo que subraya la
biocompatibilidad del tratamiento para su uso en seres humanos.
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