Un dispositivo de pulsera con perlas
magnéticas pueden controlar el trastorno digestivo crónico de la
enfermedad por reflujo gastroesofágico al rodear la válvula en la unión
del esófago y el estómago y ayudar a mantenerla cerrada cuando una
persona no está comiendo o bebiendo, según un estudio publicado este
miércoles en 'New England Journal of Medicine'.
Esta herramienta alivió los síntomas en el 92 por ciento de
pacientes con reflujo ácido crónico y permitió que el 87 por ciento de
pacientes dejara de utilizar fármacos supresores de ácidos, según se
detectó en los resultados al tercer año de un estudio a cinco años y el
94 por ciento se mostró satisfecho con el tratamiento. El avance es
"significativo", dijo el coautor del estudio C. Daniel Smith, presidente
del Departamento de Cirugía de la Clínica Mayo en Florida (Estados
Unidos) y especialista en el tratamiento de la enfermedad de reflujo.
"El dispositivo es simple, elegante y funcional y proporciona una
oportunidad para ayudar a un gran número de pacientes. Las únicas
opciones de tratamiento en el pasado han sido agentes supresores de
ácidos o cirugía. Los agentes inhibidores de ácido no abordan
directamente la válvula subyacente ineficaz, dejando a los pacientes con
síntomas persistentes y la cirugía puede provocar efectos secundarios
molestos de hinchazón e incapacidad para vomitar en el 20 por ciento de
los pacientes, efectos secundarios que raramente ocurrieron con este
nuevo dispositivo", agregó Smith.
Aproximadamente una de cada tres personas en Estados Unidos
padecen la enfermedad crónica, según estimaciones de la Asociación
Americana de Gastroenterología. El reflujo ácido se deriva de una
válvula de esfínter deficiente o incompetente situada en la parte
inferior del esófago y la parte superior del estómago. El esfínter, un
anillo del músculo, normalmente se queda constreñido cuando una persona
no está comiendo, lo que evita que el ácido y otros jugos digestivos
salgan del estómago y entren en el esófago.
Si el músculo es muy débil o se relaja inapropiadamente, el ácido
del estómago puede actuar en el revestimiento del esófago causando dolor
y ardor o regurgitación, episodios que pueden ocurrir en cualquier
momento y en personas de todas las edades.
El ácido excesivo puede dañar el esófago y causar una condición
precancerosa conocida como esófago de Barrett y cáncer de esófago, que
está creciendo rápidamente en EEUU, alerta Smith. A su juicio, la
instalación del dispositivo es mínimamente invasiva y lleva entre una a
dos horas, proceso después del cual los pacientes permanecen en el
hospital durante la noche.
Los pacientes que pueden ser ayudados por el dispositivo son
aquellos cuyo reflujo ácido es crónico con síntomas totalmente
controlados por fármacos supresores de ácidos. No a todos los pacientes
del estudio les fue bien con el dispositivo: seis pacientes tuvieron
eventos adversos graves y a cuatro se les eliminó el dispositivo sin
importantes consecuencias a largo plazo, además de que en el 68 por
ciento de los pacientes se detectó disfagia, dificultad para tragar,
tras la instalación del dispositivo, aunque este efecto disminuyó con el
tiempo.
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