Unos científicos franceses han puesto en marcha un ensayo clínico en pacientes infectados por el virus de la hepatitis C para probar un nuevo inhibidor que ha sido utilizado en animales, según un estudio publicado en la revista Nature Médecine.
El descubrimiento del papel clave que juegan dos encimas que permiten el contagio de la hepatitis C podría permitir encontrar nuevos antivirales.
La investigación es una colaboración internacional dirigida por Thomas Baumer (del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de la Universidad de Estrasburgo) que identificó los dos nuevos factores que juegan un papel clave para permitir al virus de la hepatitis C (VHC) entrar en las células del hígado.
Pese a los avances, los medicamentos que existen actualmente no son eficaces en todos los pacientes, puesto que muchos de ellos desarrollan anticuerpos que anulan los antivirales. A día de hoy, no existe ninguna vacuna.
Los investigadores de Estrasburgo, en colaboración con equipos británicos, alemanes y estadounidenses (de la Universidad de Harvard, en Boston) han realizado un cribado de células del hígado, los hepatocitos, que producen encimas llamadas quinasas, con el fin de conocer mejor el papel que tienen en la infección del VHC.
Sobre 58 quinasas identificadas, los investigadores han determinado el papel clave de dos de ellas, la EGFR y la EphA2. Estas dos encimas facilitan la combinación de receptores de virus en la superficie de las células del hígado. De esta forma, intervienen en la primera etapa clave de la infección, la entrada del virus en las células.
Bloqueando una de las encimas, la EGFR, con un producto utilizado para tratar el cáncer de pulmón, el Erlotinib, así como otros anticuerpos específicos, los investigadores han conseguido limitar la entrada del virus en los hepatocitos in vitro. De hecho, el Erlotinib retrasa y reduce la infección del VHC en animales, después de haber sido probado en ratas. Actualmente, los investigadores prevén llevar a cabo un ensayo clínico para evaluar la eficacia del Erlotinib en pacientes infectados por el VHC.
La infección del virus de la hepatitis C es una de las mayores causas de la hepatitis crónica en el mundo, que sufren más de 170 millones de personas. La enfermedad, que muchas veces se detecta varios años después del contagio, evoluciona silenciosamente y puede desencadenar una cirrosis o un cáncer de hígado.
La investigación ha sido financiada por la Agencia Nacional de Investigaciones sobre el Sida y las Hepatitis Virales (ANRS) francesa y la Unión Europea.
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