Investigadores de la Universidad de California y el San Francisco Medical Center, en Estados Unidos, aseguran que las personas con trastorno de estrés postraumático tienen un envejecimiento más acelerado cuando, además, han padecido algún trauma durante su niñez.
Así lo aseguran en un artículo publicado en la revista 'Biological Psychiatry' tras comprobar que los telómeros de estos pacientes con un trauma infantil son "significativamente más cortos" que los de aquellos pacientes con estrés postraumático no relacionados con ningún hecho de su infancia.
Los telómeros son complejos de proteínas de ADN que cubren los extremos de los cromosomas y los protegen de los daños y mutaciones. Además, estudios previos han mostrado que un menor tamaño de estas moléculas se pueden asociar con un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes o neurodegenerativas, así como a la muerte prematura.
Para el estudio, los autores recopilaron muestras de ADN de 43 adultos con trastorno de estrés postraumático y 47 participantes sanos. En un primer análisis, comprobaron que los afectados por este trastorno tenían en general telómeros más cortos que el resto.
"Esto fue sorprendente porque, además, los sujetos eran relativamente jóvenes, con una edad media de 30 años y buena salud física", ha explicado una de las autoras principales de la investigación, Aoife O'Donovan.
Los autores analizaron posteriormente la presencia de traumas infantiles severos, como negligencias, violencia familiar, maltrato físico y abuso sexual.
Tras esto, observaron que entre los sujetos con trastorno de estrés postraumático, cuanto mayor era el trauma de la infancia, mayor era el riesgo de tener telómeros más cortos.
En cambio, los sujetos con estrés postraumático pero sin traumas infantiles tenían los telómeros similares que los de los sujetos sanos.
Estos resultados son interesantes por varias razones, según ha destacado el doctor Neylan Thomas, otro de los investigadores del estudio, ya que servirá para dilucidar porque las personas con estrés postraumático tienen más problemas con el envejecimiento", según ha explicado.
Además, según añade, podría estar mostrando el efecto acumulativo del trastorno de estrés postraumático en la longitud de los telómeros".
Para seguir investigando esta relación, ambos expertos planean llevar a cabo un estudio que analice la longitud del telómero en pacientes con y sin traumas infantiles y con y sin trastorno de estrés postraumático de adultos.
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