NUEVA YORK.- La cantidad de lunares que tiene una mujer podría estar asociado con el riesgo que tiene de desarrollar cáncer de mama, según sugieren dos nuevos estudios.
Los resultados no prueban que los lunares causen la enfermedad o
que las mujeres con muchos lunares padecerán el cáncer, sino que
sugieren que existiría una pequeña relación genética u hormonal entre
ambos.
"Las mujeres con lunares no deben preocupares porque no pensamos que sea una relación causal", aclaró la autora principal de uno de los estudios, Marina Kvaskoff, del Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica (INSERM, por su nombre en francés) y la Universidad París 11.
"Necesitamos descubrir más causas del cáncer y del cáncer mamario en particular. Si más estudios detectan que los lunares están asociados con el riesgo de padecer cáncer de pecho, entonces se volverían un marcador de riesgo de la enfermedad", explicó.
En uno de los estudios, el equipo de Mingfeng Zhang, del Hospital de Brigham y las Mujeres, en Boston, utilizó datos de 74.523 enfermeras obtenidos entre 1986 y 2010 para determinar el nivel de riesgo de desarrollar cáncer de pecho por la cantidad de lunares en sus brazos.
Las mujeres sin lunares tenían un 8,5 por ciento de posibilidades de desarrollar la enfermedad durante el estudio, comparado con un 11,4 por ciento de riesgo en las participantes con 15 o más lunares en su brazo izquierdo.
En las mujeres menopáusicas, el equipo observó que las participantes con seis o más lunares tenían niveles de estrógeno en sangre más altos que las mujeres sin lunares. Tras considerar esa diferencia hormonal, la relación entre los lunares y el cáncer de pecho desapareció.
En el segundo estudio, el equipo de Kvaskoff descubrió entre 89.902 participantes francesas que las que decían tener "muchos lunares" eran un 13 por ciento más propensas a desarrollar cáncer de mama entre 1990 y 2008 que las mujeres sin lunares.
La relación también se desvaneció tras considerar otros factores de riesgo del cáncer mamario, incluidos los antecedentes familiares de la enfermedad.
Para Kvaskoff, los resultados sugieren que la relación entre la cantidad de lunares que tiene una mujer y su riesgo de desarrollar el cáncer podría ser genética u hormonal. Su equipo no contó con la información necesaria para incluir los valores hormonales en el estudio.
Las dos investigaciones, publicadas en PLOS Medicine, comparten otra limitación: los datos originales provenían principalmente de mujeres blancas. Además, en un estudio, fueron las propias mujeres las que informaron cuántos lunares tenían.
"Las mujeres con lunares no deben preocupares porque no pensamos que sea una relación causal", aclaró la autora principal de uno de los estudios, Marina Kvaskoff, del Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica (INSERM, por su nombre en francés) y la Universidad París 11.
"Necesitamos descubrir más causas del cáncer y del cáncer mamario en particular. Si más estudios detectan que los lunares están asociados con el riesgo de padecer cáncer de pecho, entonces se volverían un marcador de riesgo de la enfermedad", explicó.
En uno de los estudios, el equipo de Mingfeng Zhang, del Hospital de Brigham y las Mujeres, en Boston, utilizó datos de 74.523 enfermeras obtenidos entre 1986 y 2010 para determinar el nivel de riesgo de desarrollar cáncer de pecho por la cantidad de lunares en sus brazos.
Las mujeres sin lunares tenían un 8,5 por ciento de posibilidades de desarrollar la enfermedad durante el estudio, comparado con un 11,4 por ciento de riesgo en las participantes con 15 o más lunares en su brazo izquierdo.
En las mujeres menopáusicas, el equipo observó que las participantes con seis o más lunares tenían niveles de estrógeno en sangre más altos que las mujeres sin lunares. Tras considerar esa diferencia hormonal, la relación entre los lunares y el cáncer de pecho desapareció.
En el segundo estudio, el equipo de Kvaskoff descubrió entre 89.902 participantes francesas que las que decían tener "muchos lunares" eran un 13 por ciento más propensas a desarrollar cáncer de mama entre 1990 y 2008 que las mujeres sin lunares.
La relación también se desvaneció tras considerar otros factores de riesgo del cáncer mamario, incluidos los antecedentes familiares de la enfermedad.
Para Kvaskoff, los resultados sugieren que la relación entre la cantidad de lunares que tiene una mujer y su riesgo de desarrollar el cáncer podría ser genética u hormonal. Su equipo no contó con la información necesaria para incluir los valores hormonales en el estudio.
Las dos investigaciones, publicadas en PLOS Medicine, comparten otra limitación: los datos originales provenían principalmente de mujeres blancas. Además, en un estudio, fueron las propias mujeres las que informaron cuántos lunares tenían.
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