Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, han descubierto una molécula de azúcar que, aunque no es producida por los seres humanos, sí que puede ser útil como biomarcador para predecir el riesgo de cáncer y, en algunos casos, frenar el crecimiento tumoral.
Así se desprende de los resultados de una investigación cuyos resultados publicará próximamente la revista 'Cancer Research', en la que se pone de manifiesto el potencial diagnóstico y terapéutico de un tipo de ácido siálico.
Según explican los autores del estudio, todas las células animales están rodeadas de una especie de moléculas complejas llamadas ácidos siálicos, que sirven de puntos de contacto vital para la interacción con otras células y el medio circundante.
En el caso de los seres humanos, estos producen un tipo particular de ácido siálico llamado ácido N-acetilneuramínico (Neu5Ac), pero también puede incorporar otro tipo de moléculas no humanas llamadas ácido N-glicolilneuramínico (Neu5Gc), que se obtienen mediante la alimentación, sobre todo por el consumo de carne roja.
Las estructuras moleculares de estos ácidos siálicos difieren en sólo un átomo de oxígeno, pero esta diferencia es suficiente para que el sistema inmune humano produzca una respuesta contra el anti-Neu5Gc.
En investigaciones previas, el profesor de Medicina Molecular Ajit Varki y su equipo descubrieron cómo los anticuerpos de baja dosis anti-Neu5Gc podían provocar la inflamación crónica, una respuesta inmunológica asociada con el desarrollo del cáncer y el crecimiento.
Sin embargo, en este nuevo trabajo han observado también que los pacientes con cáncer tienen niveles elevados de anticuerpos específicos para una cadena de azúcar que contiene Neu5Gc. Este antígeno extraño surge de la incorporación del marcador del cáncer Sialyl-Tn, el primer ejemplo de un biomarcador humano similar a los 'xeno-autoanticuerpos'.
De este modo, esta molécula propicia una doble respuesta de los anticuerpos que, por un lado, estimulan el crecimiento tumoral a dosis bajas al tiempo que lo frenan cuando se encuentra en dosis más elevadas.
"Como el trabajo de los anticuerpos terapéuticos en estos pacientes sigue sin estar claro, incluso en tratamientos ya autorizados, es probable que una combinación de la señalización de las células inmunes permita eliminar células cancerosas para que los anticuerpos maten directamente a las células mediante otras proteínas del organismo", han explicado los autores.
No obstante, los autores reconocen que son necesarios más estudios a largo plazo para saber si los niveles de anticuerpos anti-Neu5Gc son un indicador fiable del riesgo de cáncer en el futuro, "así como si este riesgo se puede reducir, y pueden ser utilizados para la detección temprana de cáncer".
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