Científicos del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular, en Alemania han descubierto el mecanismo molecular que provoca la aparición de la miocardiopatía, trastorno que conlleva un deterioro del músculo del corazón que afecta la capacidad del órgano para bombear sangre eficientemente. La investigación ha sido publicada en 'Nature Medicine'.
Anteriormente, los investigadores habían vinculado las formas de la enfermedad al 'splicing' (proceso de corte y empalme de una proteína precursora) alternativo de titina, una proteína que determina la estructura y las propiedades biomecánicas del corazón. Sin embargo, el mecanismo molecular seguía siendo desconocido.
Ahora, los profesores Michael Gotthardt y Norbert Hübner y sus colaboradores han descubierto que el RBM20, un gen previamente asociado a miocardiopatías hereditarias, regula el empalme de la titina. La comprensión de este mecanismo molecular, podría llevar a un diagnóstico molecular más eficiente, y a nuevas terapias para tratar esta enfermedad.
El llenado ventricular del corazón está regulado por diferentes proteínas isomorfas de titina, que se producen a través de corte y empalme alternativo -un proceso en el que las regiones codificantes de proteínas de ARN (los exones) están conectados de diferentes maneras, creando múltiples ARNm (ARN mensajero), que dan lugar a muchas proteínas.
El profesor Marion Greaser, de la Universidad de Wisconsin-Madison, en EE.UU., había identificado, recientemente, una cepa natural de ratas con deficiencias en el empalme de la titina, lo cual dio lugar a una proteína de titina alargada. Según Gotthardt, "estas ratas poseen proteínas isoformas embrionarias de tinina, excesivamente largas, lo que sugiere una causa para su cardiopatía".
Ahora, utilizando técnicas de mapeo en todo el genoma, los investigadores descubrieron una mutación de pérdida de función, en el gen RBM20, en todas las ratas que expresaban la isoforma de titina patológica.
Las ratas con esta mutación comparten muchas similitudes fenotípicas con los pacientes humanos que sufren de cardiomiopatía relacionada con RBM20 -en concreto, la dilatación ventricular, la arritmia, el aumento de la frecuencia de muerte súbita, y la fibrosis extensa.
Además, los científicos identificaron un conjunto de 31 genes, compartidos por seres humanos y ratas, que regulan el empalme con la RBM20 -en este grupo se encuentra la titina, por lo que el estudio valida los resultados anteriores del grupo. Muchos de estos genes habían sido asociados, anteriormente, a la biología cardiomiopatía, la homeostasis de iones, y el sarcómero.
Para la utilización de estos resultados en un entorno clínico, el profesor Gotthardt ha desarrollado una técnica para caracterizar las consecuencias funcionales de las mutaciones individuales de RBM20.
El experto concluye que, ahora, "podemos ayudar a los pacientes a saber si su mutación en RBM20 resultará en la forma severa de la enfermedad, por lo que su médico podrá diseñar un tratamiento adecuado. Actualmente, estamos utilizando esta información para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas para los pacientes que sufren formas severas de la miocardiopatía".
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